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Maduro promete nuevo combustible para el Caribe. Mientras tanto EE. UU. acorrala su industria petrolera

El mandatario venezolano asegura que el programa PetroCaribe se reactivará en 2020. Pero sufre las presiones estadounidenses contra su economía

El gobernante venezolano Nicolás Maduro anunció el sábado que quiere reanudar en 2020 un programa que abastece de petróleo de su país a naciones caribeñas, entre ellas Cuba. Su promesa llega en un momento de máxima presión de Estados Unidos para intentar asfixiar su industria petrolera. 

“Desde Venezuela nos comprometemos con todo nuestro amor, con toda la disposición, con todas las ganas de hacer, para relanzar con fuerza en primer lugar Petrocaribe”, dijo Maduro en Cuba durante una reunión con su homólogo de este país, Miguel Díaz-Canel, y otros líderes izquierdistas latinoamericanos, en referencia al programa petrolero. 

Petrocaribe fue creado en 2005 por iniciativa del Gobierno venezolano. En 2013 estableció vínculos con la Cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA). Para el caso de Cuba fue vital en estos años para su economía dependiente del combustible del extranjero y sometida al embargo de Estados Unidos.

El anuncio de Maduro se produce mientras que Venezuela sufre justamente las presiones de Estados Unidos, que intenta obstaculizar con sanciones a la energética estatal PDVSA y a los buques e incluso comenzó a perseguir a las navieras que se atrevieran a llevar combustible a Cuba.

Según Maduro, Petrocaribe estaría en “total funcionamiento en el primer semestre del año 2020”. El mandatario venezolano no ofreció detalles sobre el plan para la iniciativa energética, tras años de una paulatina disminución de entrega en la cantidad de petróleo a Cuba.

Al mismo tiempo, se reactivarían otros programas económicos como el Banco del ALBA para financiar proyectos del grupo, y proyectos sociales como la Operación Milagro que operó de la vista gratuitamente a unos siete millones de latinoamericanos de sectores pobres y podría llegar a los 10 millones.

“Tenemos mucho que demostrar”, expresó Maduro. “Que desde el ALBA sí se puede”. 

Los intentos de relanzar la alianza entre los países latinoamericanos afines se producen además en el contexto de una turbulenta situación regional, en medio de movilizaciones de movimientos sociales en países como Chile, Colombia y Ecuador; así como la salida del gobierno mediante presiones de grupos de derecha del expresidente boliviano Evo Morales, precisamente uno de los impulsores de este foro.

Bolivia justamente formó parte de ALBA hasta el mes pasado, cuando la oposición a Morales llegó al poder. Actualmente, son miembros del foro Antigua y Barbuda, Cuba, Dominica, Granada, Nicaragua, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Surinam y Venezuela.

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