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Médicos acusados de negligencia siguen decidiendo el destino de los solicitantes de ‘green card’

El portal de investigación periodística ProPublica descubrió que profesionales de la salud señalados por conducta sexual inapropiada, abuso de drogas y fraude aún cuentan con la aprobación del gobierno para ejercer su labor.
Detenidos esperan su turno en la clínica médica del Centro Correccional Winn en Winnfield, Luisiana, el jueves 26 de septiembre de 2019. (AP /Gerald Herbert)
Detenidos esperan su turno en la clínica médica del Centro Correccional Winn en Winnfield, Luisiana, el jueves 26 de septiembre de 2019. (AP /Gerald Herbert)AP / AP

James Richard Luu, un médico de origen vietnamita radicado en San José, California, fue sentenciado a un año de libertad condicional por permitir que su hermana –una acupunturista– atendiera a pacientes en su consultorio, diagnosticándolos erróneamente y causándoles dolor. Sin embargo, Luu sigue estando acreditado por el gobierno de Estados Unidos para ofrecer exámenes médicos a inmigrantes en busca de su residencia.

Como él, un número considerable de médicos que habían sido disciplinados por las juntas médicas estatales como responsables de incidentes de abuso a sus pacientes y hasta con cargos criminales en su contra ha seguido gozando de la autorización del gobierno para realizar exámenes que pueden decidir las peticiones de residencia permanente de no pocos inmigrantes, según lo revela una investigación de ProPublica, una organización de investigación periodística sin fines de lucro que busca sacar a la luz casos de injusticia, corrupción y malos procedimientos.

ProPublica es una organización de investigación periodística sin fines de lucro que busca sacar a la luz casos de injusticia, corrupción y malos procedimientos.

En 2018 auditores del propio gobierno descubrieron que el programa federal para examinar la salud de los solicitantes de residencia (conocida como green card) incluía decenas de médicos con antecedentes de mala conducta profesional. Luego de tener conocimiento de un médico que había sido condenado por contratar a un asesino a sueldo para matar a un paciente descontento, también supieron que más de 100 profesionales con antecedentes disciplinarios serios seguían ejerciendo.

La conclusión fue que el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS según sus siglas en inglés), parte del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), que autoriza lista de más de 5,000 médicos, los examina de manera inadecuada y que a menudo no cumple con sus propios estándares.

“Como resultado de estas deficiencias, el USCIS puede estar poniendo a ciudadanos extranjeros en riesgo de abuso por parte de los médicos que realizan los exámenes”, concluyeron los investigadores.

Ahora, periodistas de ProPublica ha encontrado que al menos 150 médicos acusados ​​de abuso y de negligencia continúan llevando a cabo el examen que exige la ley para el otorgamiento de la residencia permanente en el país.

USCIS sigue usando a médicos con dudosa o mala reputación

Además del caso de Luu –cuya hermana atendió a pacientes con hemorroides en su consultorio, causándoles dolor– la investigación reveló el caso de Álvaro Genao, radicado en Nueva York, quien falsificó el nombre de otro médico para recetar medicamentos, incluido uno potencialmente adictivo para facilitar el sueño, que él mismo llegó a consumir.

Aunque en 2014 la junta médica estatal le suspendió la licencia por mala conducta profesional y práctica fraudulenta, tres años después le fue retirada la suspensión y fue puesto en libertad condicional durante 10 años.

Tras la auditoría de 2018, USCIS prometió depurar su lista de médicos y tomar medidas para que los solicitantes de la green card no estuvieran expuestos a posibles daños. Pero el problema está en que esta oficina del gobierno sigue sin tener en cuenta los antecedentes disciplinarios de los profesionales cuando estos solicitan entrar en el programa.

“Aunque algunas conductas disciplinarias pueden haber ocurrido hace años, la naturaleza del delito puede seguir representando un riesgo para quienes solicitan beneficios de inmigración”, alertó el informe  de la investigación del gobierno.

El documento recomendó que USCIS ponga en práctica estándares más estrictos; solo que estos harían que muchos de los médicos en su directorio puedan ser descalificados.

Sin embargo, la investigación de ProPublica halló que, incluso a inicios de diciembre 2019, más de un centenar de médicos con registros de comportamiento poco profesional y a veces peligroso todavía aparecían en la página web de esta agencia del gobierno.

Luego de que ProPublica se pusiera en contacto con USCIS el 4 de diciembre, la entidad borró a 16 médicos de su página web, si bien no pocos habían sido sancionados varios años atrás.

La investigación de ProPublica arrojó que docenas de doctores  que habían prescrito sustancias controladas de manera inadecuada tanto para ellos como para amigos o familiares, y otros que habían violado la privacidad del paciente al revelar registros médicos a personas no autorizadas o que no supervisaron a sus asistentes y técnicos, y que diagnosticaron y documentaron incorrectamente afecciones médicas, continuaban dentro de la lista de los médicos aptos para realizar exámenes a inmigrantes en los estados con mayor número de solicitantes de residencia permanente: California, Florida, Texas, Nueva York y Nueva Jersey.

“Es horrible saber que hay médicos que han sido disciplinados por este tipo de acciones y que son responsables ante estos inmigrantes”, declaró Mario Urizar, un abogado de inmigración en Miami cuya firma maneja anualmente más de 100 casos de solicitudes de residencia.

Pero según un comunicado firmado por Marilu Cabrera, portavoz de USCIS, la agencia “continúa en la implementación de recomendaciones, incluida la actualización de una política de elegibilidad más estricta con los médicos y el fortalecimiento del programa de capacitación relacionado con la salud”.

La importancia del examen médico

Fernando Romero, un inmigrante argentino, vio rechazada su solicitud de residencia porque la doctora que lo examinó no incluyó su número de contacto en la planilla. La doctora no está en la lista de médicos de ProPublica con registros disciplinarios serios y se negó a comentar sobre el caso.

Según una política anterior, implementada durante la administración Obama, el oficial de USCIS probablemente habría notificado a Romero sobre la información de contacto faltante. Pero en septiembre pasado, la agencia cambió su política. Ahora, los oficiales no están obligados a enviar una notificación, aunque pueden hacerlo.

Esto deja Romero con una sola vía para regularizar su status migratorio: presentar una moción para reabrir su caso, a un costo de 675 dólares. Si le es concedida, debe comenzar el proceso nuevamente.

Los médicos deben notificar a USCIS dentro de los 15 días si dejan de practicar o de administrar exámenes de inmigración. Pero ProPublica encontró al menos una docena de médicos cuyas oficinas dijeron que ya no estaban dando exámenes de residencia a mediados de noviembre, a pesar de que todavía en la lista de USCIS en internet.

Según el informe del inspector general, el USCIS depende de un contratista especializado en el cumplimiento de la atención médica, Evercheck, para revisar la lista de médicos dos veces al año e identificar a aquellos con licencias inactivas o restringidas. Luego, un empleado de USCIS revisa manualmente los resultados.

El año pasado, la auditoría del inspector general recomendó que USCIS dejara de usar a Evercheck, y sugirió que usara el Banco Nacional de Datos para Practicantes, que está dirigido por los Servicios Humanos y de Salud.

La oficina de prensa de USCIS admitió en un correo electrónico que la agencia aún usa Evercheck para confirmar que los médicos tienen licencia e identificar cualquier restricción en las licencias.

De las ocho recomendaciones de la auditoría, todas menos una –crear un programa de capacitación y control de calidad para la designación de médicos– permanecen sin implementar, según le dijo a ProPublica Tanya Alridge, portavoz del inspector general.

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