Washington DC.— El presidente, Donald Trump, ha recibido este martes en la Casa Blanca al canciller ruso, Serguéi Lavrov, en una reunión a puerta cerrada y sin acceso a la prensa en la que, según la Casa Blanca, le advirtió a Rusia no interferir en los comicios de 2020.
El ministro de Asuntos Exteriores ruso viajó a Washington por invitación del secretario de Estado, Mike Pompeo, pero fuentes allegadas a su visita aseguraron que solicitó además la reunión con el presidente Trump.
El oficial ruso no contestó a las preguntas que le gritaron periodistas al entrar a la Casa Blanca, sobre qué asuntos trataría con Trump y si Rusia debería mantenerse al margen de los comicios presidenciales de 2020.
“Voy a decirle buenas tardes al presidente”, dijo Lavrov como única respuesta. Tampoco dio declaraciones al salir del complejo presidencial, aunque programó una rueda de prensa en la embajada rusa para esta tarde.
Más adelante, la Casa Blanca dijo en una declaración escrita que, durante el encuentro, Trump lanzó advertencias contra "cualquier intento ruso por interferir en las elecciones de Estados Unidos, e instó a Rusia a resolver el conflicto con Ucrania".
Trump manifestó su apoyo a un "eficaz" control global de las armas nucleares que incluya a China; dio la bienvenida a un continuo diálogo positivo con Rusia respecto a la detención de ciudadanos en ese país, y urgió a Rusia a que apoye tanto los esfuerzos de EEUU para evitar que Irán desarrolle armas nucleares como el desarme nuclear de la península norcoreana, según la Casa Blanca.
Además, Trump reiteró su deseo de lograr un acuerdo comercial "justo y recíproco" con China, y afirmó que una mejora en las relaciones entre EEUU y Rusia aumentaría el comercio entre ambas naciones.
Trump no habló del encuentro con Lavrov en sus declaraciones a la prensa antes de viajar a un mitin político en Hershey (Pensilvania), pero en su cuenta en Twitter dijo que tuvo "una buena reunión" eon el canciller y otros representantes del gobierno ruso.
"Discutimmos muchos asuntos, incluyendo el comercio, Irán, Corea del Norte, el tratado de armas nucleareas de alcance intermedio, el control de armas nucleares, y la interferencia en las elecciones. Espero continuar nuestro diálogo en el futuro cercano", dijo Trump.
La última vez que ambos se reunieron en la Casa Blanca fue en mayo de 2017, poco después de que Trump anunciara el despido del entonces director del Buró Federal de Investigaciones (FBI), James Comey, después de que éste se negara a frenar la investigación sobre la injerencia rusa en los comicios de 2016.
La sombra rusa
Previo a su reunión con Trump, Lavrov y Pompeo protagonizaron una tensa rueda de prensa en el Departamento de Estado, en la que el canciller, mediante un intérprete, negó que existan pruebas de que Rusia intervino en el proceso electoral.
Pompeo afirmó que le comunicó a Lavrov que sí hubo interferencia y “es algo inaceptable” , como también lo sería si Rusia vuelve a intentarlo en 2020. Lavrov, por su parte, repitió la exigencia de su país de que Estados Unidos entregue las pruebas de la interferencia rusa.
“Pensamos que hemos compartido muchos hechos para demostrar lo que ocurrió en la elección de 2016 con nuestros contrapartes rusos. No pensamos que hay error alguno sobre lo que verdaderamente ocurrió”, dijo Pompeo, al referirse al informe del fiscal especial, Robert Mueller.
Ese informe, divulgado a mediados de abril pasado tras más de un año de investigaciones, determinó que Rusia intervino en los comicios para beneficiar a Trump frente a su rival demócrata, Hillary Clinton, pero no logró demostrar que contara con la cooperación del equipo de campaña de Trump.
No obstante el tenso intercambio de hoy, Pompeo y Lavrov se comprometieron a mejorar las relaciones bilaterales, sobre todo en asuntos como la cooperación económica y el control de la carrera armamentista.
Hoy mismo el Comite de Justicia de la Cámara de Representantes, bajo control demócrata, ha presentado la acusación formal contra Trump por abuso de poder y obstrucción al Congreso, dentro del juicio político por sus presuntas presiones a Ucrania para que investigara a uno de sus rivales políticos.
Según los demócratas, Trump condicionó el desembolso de unos 400 millones de dólares en ayuda militar para Ucrania a que el presidente de ese país, Volodymyr Zelenskiy, anunciara públicamente una investigación sobre el exvicepresidente, Joe Biden, y otra sobre la presunta injerencia de Ucrania en los comicios de 2016.
A cambio, la Administración entregaría la ayuda militar que el gobierno de Kiev necesitaba para frenar la agresión de Rusia en el este de Ucrania y programaría una visita de Estado en la Casa Blanca. Ambos eventos ayudarían a Ucrania a enviar un importante mensaje a Rusia sobre el espaldarazo de la Administración Trump.
Al final, la Administración Trump desembolsó en septiembre pasado la mayor parte de la ayuda -menos unos 35 millones- poco después de que saliera a la luz pública la retención del paquete militar. Sin embargo, Ucrania no hizo el anuncio deseado por Trump y tampoco logró la reunión en la Casa Blanca.
Polémica reunión
En declaraciones a la cadena MSNBC, el exembajador estadounidense en Rusia Michael McFaul calificó el encuentro de hoy de Trump y Lavrov como "increíblemente chocante", especialmente por el contraste en el trato que el mandatario da al presidente ruso, Vladimir Putin, y al presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskiy.