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'Un violador en tu camino': el himno que nació en Chile para denunciar la violencia contra la mujer ahora se canta en EE.UU.

Noticias Telemundo estuvo presente en la performance 'Un violador en tu camino' organizada por un grupo de mujeres en Miami, para conocer sus historias y entender el impacto que ha tenido esta protesta replicada en más de 30 países.

MIAMI, Florida.– Para celebrar sus 40 años, Karen Osses no quiso ni torta, ni regalos. En lugar de eso, esta chilena que vive en el sur de Florida escogió pasar el día gritándole al mundo que ella no tuvo la culpa de haber sido agredida sexualmente dos veces en su adolescencia. “Esta noche por fin vamos a poder dormir tranquilas”, repitió como arenga durante todo el día.

No estaba sola cuando vino a protestar este domingo en el centro de Miami. Más de 50 mujeres de Colombia, Ecuador, Puerto Rico, Cuba, Brasil y Chile estuvieron también allí. Se reunieron en la plaza de la Antorcha de la Amistad para realizar la performance artística 'Un violador en tu camino', creada por el colectivo chileno ‘LasTesis’. 

La protesta comenzó en Chile y se ha replicado en más de 30 países en América, Europa, Asia y Oceanía. El objetivo es rechazar la violencia que sufren las mujeres, la impunidad para quienes la ejercen y la desprotección de parte de las autoridades.

“Necesitamos ser escuchadas como ha ocurrido en otros países”, le dijo Osses a Noticias Telemundo.

Según RAINN, la Red Nacional de Violación, Abuso e Incesto de Estados Unidos, cada 73 segundos una persona, hombre o mujer, es agredida sexualmente, y aunque apuntan que ha habido progreso en este tema (“el número de agresiones se ha cortado a la mitad desde 1993”), la impunidad sigue siendo un problema: solo 5 de cada 1,000 violadores terminan en la cárcel, dice la organización. 

 “El cansancio me trajo a esto. Yo estaba cansada de vivir con una culpa. Porque también soy víctima”, agregó Osses, quien fue una de las organizadoras de esta performance en Miami. 

¿Cuáles son sus razones para hacerlo? Cuando tenía 14 años y regresaba de la escuela a su hogar en la comuna de La Pintana, en Santiago, un hombre la atacó por la espalda. “Tenía 40 ó 50 años. Me puse a gritar y llorar. Siempre fui alta, así que logré arrancar aunque el hombre se colgó de mi espalda, con sus manos adentro de mi polera (camiseta)”.

Otro grupo de personas escuchó sus gritos, la socorrió y golpeó al agresor. “Fue una experiencia muy fuerte. Es algo que bloquee y no hablé con nadie. Me cambió la personalidad, perdí la seguridad en mí, cambió mi esencia como mujer. Me volví un fantasma”, asegura. 

“Te da vergüenza decir que te pasó eso. Yo pensaba que era mi culpa porque iba sola, fue mi culpa porque decidí caminar por ese lugar, fue mi culpa porque mi falda era demasiada corta. Por eso me quedé callada”, continuó. 

Dos años después la agresión se repitió en circunstancias similares. “Me sentía sucia y me generó un trauma para toda la vida. Yo tenía miedo de tener que contar lo que me había pasado, porque por el machismo, todos pensarían que fue porque yo era la responsable de haber provocado ambas situaciones”.

“Y la culpa no era mía”

Osses dice que cuando vio el primer video de ‘LasTesis’ realizando 'Un violador en tu camino', se puso a llorar. “Sentí que ellas me entendían. Eso fue lo que me pasó a mí. Pero no solo me pasó a mí. Sé que no soy la única que puede liberarse, así que junto a mi hija comenzamos a congregar a otras mujeres usando las redes sociales. El lema era ‘Si te pasó lo que a mí, únete”.

Como a Osses, a otras mujeres les pasó igual: vieron los tuits con historias de abuso que las inspiraron a contar episodios dolorosos de su pasado que no habían compartido nunca antes, tal como ocurrió hace dos años con el hashtag viral #MeToo.

Así lo hizo Adriana Bertorelli, periodista y escritora venezolana de 51 años, al contar una agresión sexual que sufrió de niña:

“Algo de ‘El violador eres tú’, me hizo caer en cuenta: esto de verdad no es mi culpa, yo no hice nada para que esto sucediera”, le dijo Bertorelli a Noticias Telemundo. “Empecé a ver historias de gente conocida y eso me conmovió mucho. Pensé, ‘quizá este es el momento de hablar de esto’”. 

Bertorelli contó que fue abusada en esa ocasión a los 7 años, y luego a los 10, cuando el dueño de una tienda de víveres en Venezuela, pariente de una amiguita suya, le cogió la mano y se la puso en su pene erecto. 

Después a los 12 años, tras mudarse a Nueva York y sin hablar una palabra de inglés, la sujetaron a la fuerza unos 8 a 10 estudiantes en la escuela y la manosearon, contó la escritora. Luego la perseguían y la esperaban en las escaleras. Y aunque alertó a las autoridades escolares y suspendieron a los chicos tres días, su miedo no disminuyó. 

Bertorelli cuenta que tras publicar su historia, le escribieron unas 12 personas desconocidas, entre ellas tres hombres, contándole de sus propias experiencias siendo abusados sexualmente cuando eran niños. 

Un movimiento social

Historias como estas son las que trajeron consigo las mujeres que cantaron y bailaron este domingo en Miami. Comenzaron a juntarse a la 1:30 pm, con un amplio rango de edades y experiencias de abuso. Para algunas, según le relataron a Noticias Telemundo, era la primera vez en muchos años de vivir en la ciudad que veían una congregación reunirse así para exigir por una causa social en común. 

Con ellas llegaron los curiosos, quienes pasaban en sus carros tocando la corneta en apoyo, algunos miembros de la prensa y varios hombres que las apoyaban. Algunos grababan video o llevaban el ritmo de la canción golpeando una cacerola, el símbolo del descontento y la protesta en Latinoamérica. 

Algunos de los países donde más fuerte ha pegado el mensaje de esta coreografía es donde, además de haber altas tasas de feminicidios y violencia sexual contra la mujer, también han surgido movimientos sociales históricos en su impacto y duración. 

Ese es el caso por supuesto de Chile, donde el estallido social ocurrido el pasado 18 de octubre influyó en la realización de numerosas protestas. Diversos grupos, como LasTesis, esgrimieron sus banderas de lucha, y lo siguen haciendo desde entonces.

Pero también es el caso de Bolivia, donde las protestas (entre otros factores) llevaron a renunciar al expresidente Evo Morales, y el caso de Colombia, donde un paro nacional convocado el 21 de noviembre no da señas de detenerse 18 días después. 

El descontento, que abarcó todas las ideologías y estratos de la población, tiene contra las cuerdas tanto al presidente colombiano Iván Duque, quien obtuvo un índice de desaprobación de 70% en las últimas encuestas de Gallup, como al presidente chileno Sebastián Piñera, con 81% de desaprobación, el descontento más alto con un presidente desde que ese país entró a la democracia tras una larga dictadura.  

“Creo que las manifestaciones en Latinoamérica sí han generado el espacio para que la gente encuentre y canalice la energía necesaria para encontrar estas instancias de manifestación”, le dijo a Noticias Telemundo Milena Gutierrez, colombiana que junto con Osses y otras mujeres organizó el evento de este sábado. 

“La inmediatez de la información hoy en día, el efecto de viralización, logra que la gente pueda unirse de manera inmediata a las causas, al ver que los jóvenes están manifestando, alzando la voz y participando”, dijo Gutierrez. “Estamos encontrando otras maneras de decir, ‘Estamos presentes, no estamos conformes’. Eso es gracias a los movimientos latinoamericanos, sin duda”. 

Gutierrez relató que aunque no ha vivido una experiencia traumática de violencia física o sexual, de otras maneras “todas las mujeres hemos estado expuestas a esa violencia”, dijo, “hombres masturbándose frente a ti, que te manosean en el metro de Medellín (Colombia), en la línea 7 de Nueva York, el toqueteo en un concierto … no tenemos esa propiedad para reclamar nuestro espacio personal, sobre nuestro cuerpo. Como que si está ahí, está expuesto para que cualquier hombre lo toque”.

Gutierrez llama la atención también a otros tipos de violencia contra la mujer que ella ha sufrido, como la violencia económica: el hecho de que, por el mismo trabajo, las mujeres ganen desde 80 hasta 54 centavos por cada dólar que gana un hombre, en el caso de las latinas. 

Miami no es la única ciudad de Estados Unidos que se unió a este grito feminista. También hicieron performances primero en Filadelfia, a finales de noviembre, y en Nueva York este jueves y sábado, en Brooklyn, Manhattan y Queens. 

También este domingo se reunieron unas 200 mujeres frente al Museo de Arte del Condado de Los Ángeles en California, según la contó a Noticias Telemundo Andrea Alarcón, colombiana de 31 años que cursa un doctorado en Los Ángeles y asistió a la manifestación. Esta sería la reunión más concurrida en EE.UU. hasta la fecha:

No todos están de acuerdo 

Aunque el recibimiento ha sido en general positivo, no todos se han unido al coro o a apoyar las manifestaciones. En redes algunos comunican su desacuerdo llamando a las mujeres ‘feminazis’ o cosas peores, una ronda más de abuso para muchas que han sido abusadas e ignoradas cuando hicieron denuncias. 

Uno de los videos que más revuelo generó fue el que hicieron algunos jugadores del equipo Sub 17 del América de México, quienes se grabaron en el camarín bailando una coreografía con la canción de la performance de fondo. El video fue recibido como una burla a la protesta femenina, por lo que la institución anunció que realizará una investigación y posiblemente sancionará a los jugadores.

Como representante del movimiento acá en Florida, Osses afirmó que “hay quienes ven el feminismo como estar en contra del hombre. Y no es eso lo que buscamos. Lo que sí queremos es que ellos respeten nuestros derechos. Queremos saber que podemos caminar por la calle sin miedo, que podemos tomar un Uber sin tener que compartir el GPS, o que podemos ir a una fiesta o club sin tener miedo de que no vamos a poder volver a nuestras casas y ser violadas o ultrajadas”.

Si has sufrido abuso físico o sexual, busca ayuda y los recursos que necesitas. Llama a la Red Nacional de Violación, Abuso e Incesto al 1-800-656-4673 abierta las 24 horas o contáctalos en su página web.

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