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“Se trata de pobreza en las aspiraciones y esperanzas”: los alumnos mexicanos se estancan en prueba PISA, pero dicen estar conformes

Un tercio de los estudiantes en México no alcanzó un nivel mínimo de competencia en la prueba PISA, que mide los niveles de lectura, matemáticas y ciencias. En Estados Unidos, el nivel socioeconómico es determinante para acceder a la educación.
Estudiantes en un salón de clases de primaria en Acapulco
Estudiantes en un salón de clases de primaria en Acapulco, México, en 2013AP / AP

Al sumar resultados educativos, el 2+2 no significó una mejoría: durante los últimos tres años, el desempeño de los alumnos de Estados Unidos apenas si se mantuvo estable, mientras que los de Latinoamérica no lograron despuntar.

Los resultados más recientes de la prueba trienal Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA, por su sigla en inglés), que se hace entre unos 600,000 estudiantes en 79 países o territorios, muestra que la mayoría de los alumnos de 15 años en el continente americano sigue estando por debajo del promedio global.

PISA da un puntaje de hasta 600 por cada uno de sus tres rubros, matemáticas, ciencias y comprensión de lectura, para poner a los alumnos en un rango de nivel de aptitud. Para el promedio se toman los resultados de los 36 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que realiza la prueba PISA desde 2000. En la última evaluación, la media fue de 487 puntos en lectura, 489 en matemáticas y 489 en ciencia.

A nivel mundial, la evaluación de PISA también muestra que un quinto de los alumnos sufre acoso escolar, o bullying, varias veces al mes.

Otro problema que PISA notó en buena parte del mundo es el efecto que aún tiene el nivel socioeconómico en el desempeño. Los alumnos globales con desventajas económicas obtuvieron 89 puntos menos que el promedio en comprensión de lectura y un resultado también más bajo en matemáticas y en conocimiento científico.

En Estados Unidos la diferencia por nivel socioeconómico fue bastante pronunciada; de 99 puntos, más que el promedio. Además, los estudiantes con resultados bajos no han mostrado mejoras en comparación con las pruebas de años pasados.

“No se trata solamente de pobreza en cuestión de recursos materiales, también se trata de pobreza en las aspiraciones y las esperanzas”, indica la OCDE, que realiza la prueba PISA desde 2000. “Todos los países tienen estudiantes de excelencia, pero muy pocos países han posibilitado que todos sus estudiantes alcancen esa excelencia y cumplan su potencial”.

Sin embargo, la brecha no fue igual de desfavorable para los estadounidenses migrantes o hijos de migrantes. Aunque dos de cada cinco estudiantes migrantes evaluados tienen desventajas económicas, estos consiguieron alrededor de 16 puntos más que los alumnos no migrantes en partes de la prueba.

En parte por ello, Estados Unidos quedó entre los trece países mejor posicionados en la prueba, a la par de naciones como Japón, Suecia y el Reino Unido.

--México: sin materiales, pero “felices"

Lo situación fue muy distinta para los colegiales mexicanos: se han estancado y quedado constantemente debajo del promedio.

En México, un tercio de los alumnos no alcanzaron en PISA un nivel mínimo de competencia en alguna de las tres áreas medidas (lectura, matemáticas y ciencias). México también es de los países de la OCDE que más padece una escasez de materiales educativos como cuadernos o libros.

Hubo una reforma educativa hace cinco años, y otra reforma más hace unos meses, y aunque hay miles más alumnos de 15 años que se incorporaron a estudiar, esa escolaridad no los dejó en una mejor posición.

“Parece que ya se topó contra el techo de concreto el sistema educativo mexicano; es resistente a la mejora, porque lo que cuenta, más que los planes y los programas, es el contexto de los chicos”, explica David Calderón, presidente ejecutivo de la asociación Mexicanos Primero, abocada a revisar el estado de la educación en el país y a proponer posibles mejoras.

Es decir, una parte es lo que Calderón llama “la precariedad del sistema”, como la pobre formación de maestros o la falta de materiales, y la otra es que los programas actuales no bastan para tantísimos alumnos en situaciones de pobreza, en contextos de violencia o que no tuvieron desarrollo desde la infancia.

“Hay manera para que tu origen no sea destino, a través de acciones que sean tanto dentro como fuera de la escuela”, indica el experto.

Un camión de escuela con impactos de bala en Coahuila, después de una balacera el 30 de noviembre de 2019. La violencia es uno de los factores que afecta la educación de los mexicanos. Crédito: Reuters

Curiosamente, a pesar de los resultados, los alumnos mexicanos son de los que más dicen estar a gusto con sus vidas: 83% de ellos se dijeron satisfechos, según PISA.

“Hipotéticamente, si no has tenido gran cosa en casa y llegas al ambiente de la escuela, eso parece suficiente o importante. Y los mexicanos sí tenemos una tendencia cultural a contentarnos con poco”, postula Calderón.

Ese porcentaje es 22% mayor al de los alumnos estadounidenses satisfechos y 16% más que el promedio para la OCDE.

--Mejoras latinoamericanas

En los 10 países evaluados de América Latina, el 80% de los estudiantes reprobaron temas de matemáticas y comprensión de lectura. Además, la brecha de género para la educación fue particularmente pronunciada en los países latinoamericanos.

Además de en México, en otros países del continente americano, como Colombia, también hubo una diferencia en desempeño de lectura según la clase socioeconómica. Aunque la brecha no fue tanta como la estadounidense; fue casi la misma que el promedio de toda la OCDE.

Chile fue el país latinoamericano mejor evaluado por PISA, aunque sus estudiantes también están ligeramente por debajo del promedio general.

Los chilenos, peruanos y colombianos son quienes han ido registrando mejoras desde 2000, según los estudios. Mientras que los argentinos y uruguayos han tendido muy ligeramente hacia la mejora.

El caso de Perú podría volverse ejemplo para toda la región, según Calderón, de Mexicanos Primero.

“Es un caso que se puede estudiar casi de laboratorio, porque tenía un sistema muy disperso que centralizaron para que hubiera una selección de maestros más enfocada en la evaluación de los profesores”, cuenta el académico. “Aplicaron esa medida y mejoró: es notable que en las dos ediciones PISA previas estuvo abajo, y ahora está casi parejo que Colombia, que tiene más dinero y mayor tradición de escolaridad”.

Así que Calderón mantiene la esperanza de que en la próxima prueba PISA, programada para 2021, México y países similares puedan salir del estancamiento.

Como dijo el mismo presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, el martes después de conocerse los resultados: “Yo espero que mejoremos nosotros la calidad educativa”.

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