Como si se tratase de una sombría tradición navideña, el municipio de Tultepec volvió a ser noticia por la explosión de un taller de fuegos artificiales que en la mañana de este viernes ocasionó el fallecimiento de dos personas y una resultó herida. La Fiscalía General de Justicia del estado de México confirmó que las víctimas mortales fueron un niño de dos años y su padre, de 22.
Tras los brillantes cielos nocturnos que iluminan las ciudades de todo el mundo durante las celebraciones multitudinarias existe un negocio global que, solo en Estados Unidos este año podría superar los 1,000 millones de dólares, según proyecciones de la American Pyrotechnics Association.
Desde hace unos 200 años, la historia de Tultepec está muy ligada a la fabricación y venta de pirotecnia, al punto de que es conocida como “la capital de los fuegos artificiales”. Se calcula que los castillos, bombas, cometas, cohetones, bombas lentejuela, arañas, gusanos, chifladores, misiles, abejas, cañones y tantos otros fuegos artificiales que se fabrican en esa localidad conforman el 70% de la pirotecnia que se consume en México.
Fotografía de archivo de los fuegos artificiales en Tultetepec, estado de México (AP).
Según datos oficiales el 65% de la población de esta localidad está vinculada directa o indirectamente a este negocio (en todo el estado de México unas 40.000 familias trabajan en ese ramo) que produce un estimado de 7,700 millones de pesos para Tultepec.
"No siguen los procesos adecuados"
La historia de desastres y accidentes sucedidos en Tultepec también es muy larga. En 2016, una gran explosión sucedida en el mercado de San Pablito provocó el fallecimiento de 42 personas y decenas resultaron heridas, pero los medios mexicanos han denunciado la recurrencia de los accidentes en esa localidad donde, entre 2016 y 2018, se habían registrado al menos 85 muertes.
Tultepec reúne una serie de condiciones que la convierten en una pesadilla para la prevención de los accidentes de este tipo. “Ellos producen tanta pirotecnia que no siguen los procesos adecuados”, explica Iván Ruiz, del Instituto Mexiquense de la Pirotecnia. “La gente aprende a fabricar algunos artículos pero lo hacen sin las instalaciones adecuadas, y las medidas de seguridad y el equipamiento necesarios, por eso suceden tantas explosiones”.
Según Ruiz, la demanda es tan alta en la entidad que mucha gente confecciona los fuegos artificiales en sus propias casas sin usar trajes especiales, cubrebocas, guantes de látex y otros dispositivos como las barras de descarga, pararrayos y extintores, entre otros.
“Eso fue lo que sucedió en el accidente de esta mañana, se trata de personas que se dedicaban a la fabricación en su propia residencia”, afirma Ruiz. “Cuando lo hacen así, siempre hay un riesgo latente porque hay instalaciones de gas, energía eléctrica y fuentes de energía electrostática como televisores y celulares. Es como trabajar en una gasolinera, a veces incluso la ropa sintética o las esclavas y anillos provocan chispazos”.
Pese a las constante tragedias que cada año suceden en Tultepec, el instituto registra una disminución de los accidentes que se ubicaban en un promedio de 72 al año. Según datos oficiales, en 2018 solo hubo 25 incidentes, y en 2019 se han registrado 12 hasta la fecha.
Un soldado custodia un edificio derruido por la explosión pirotécnica que resultó en la muerte de 24 personas en Tultepec, estado de México, el 5 de julio de 2018 (AP).
Una tragedia latinoamericana
Este tipo de tragedias no solo ocurren en Tultepec: se han convertido en una terrible constante que suele presentarse en diversos países de la región. Es el lado oscuro de las fiestas tradicionales. Por eso reunimos algunos de los accidentes más graves asociados a la pirotecnia que se han presentado en América Latina, durante las últimas dos décadas:
-Tultepec, México, 5 julio de 2018. La mañana de ese jueves sucedieron tres explosiones en talleres de pirotecnia ubicados en la zona de La Saucera, ubicada a unos 40 kilómetros al norte de la capital mexicana. El suceso cobró la vida de 24 personas, entre ellos siete bomberos, y unas 49 personas resultaron heridas.
-Tlaxcala, México, 15 de marzo de 2013. Durante una procesión religiosa en la población de Nativitas, un chispazo originó una explosión en cadena de cohetes. Uno de los explosivos impactó una camioneta cargada con cajas de productos pirotécnicos que se detonaron dejando un saldo de 23 muertos y 154 heridos.
-Punto Fijo, Venezuela, 8 de septiembre de 2011. Un depósito clandestino de pirotecnia ubicado en el estado Falcón explotó y causó el fallecimiento de ocho personas y dejó 14 heridos. Las autoridades atribuyeron el incidente al manejo inadecuado de los fuegos artificiales, que se encontraban en pésimas condiciones de almacenamiento en una vivienda.
-Veracruz, México, 31 de diciembre de 2002. Los puestos ambulantes de pirotecnia ubicados en el mercado Hidalgo del puerto de Veracruz provocaron una gran explosión en la Nochevieja de 2002 que produjo la muerte de 29 personas y causó 25 heridos.
-Lima, Perú, 29 de diciembre del 2001. Al menos 280 personas murieron y 247 resultaron heridas cuando se desató un incendio en Mesa Redonda, una popular zona comercial de Lima, la capital de Perú. Los investigadores declararon que el fuego se inició con la explosión de un local que vendía fuegos artificiales. En 2007, seis personas fueron encarceladas por su vinculación en este hecho.
-Santiago de Chile, 31 de diciembre de 2000. Unas 5000 personas se reunieron para celebrar el Año Nuevo y observar un evento pirotécnico hasta que un proyectil lanzado desde el Templo Votivo de Maipú se salió de la zona de seguridad y cayó sobre los asistentes dejando 49 heridos y dos personas fallecidas.
-Guanajuato, México, 26 de septiembre de 1999. La explosión de un depósito clandestino que almacenaba cuatro toneladas de pólvora produjo 72 muertos y cerca de 350 heridos en Celaya, una ciudad de Guanajuato ubicada a 380 kilómetros de Ciudad de México. La mercancía era utilizada para la fabricación y venta ilegal de pirotecnia.
-Arequipa, Perú, 15 de agosto de 1996. Durante la celebración de los festejos por el 456 aniversario de la fundación de Arequipa murieron 35 personas y alrededor de 40 resultaron heridas cuando un cohete impactó un cable de alta tensión de 10.000 voltios y este cayó sobre un puente, provocando la muerte por electrocución de decenas de personas.
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