El gobierno de México anunció este viernes que invitó al país a una delegación estadounidense para discutir el tema de la seguridad, luego de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijera que designaría a los cárteles del narcotráfico como organizaciones terroristas.
“Hemos podido convenir que la semana entrante tendremos una reunión de alto nivel con el procurador de los EE.UU., William Barr”, dijo el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, quien ha rechazado la posible designación, porque podría dar pie a acciones “que signifiquen violación a la soberanía nacional”.
Ebrard destacó que México y Estados Unidos ya trabajan estrechamente en varios temas relacionados al combate al narcotráfico, pero que esta cooperación podría verse afectada por la designación.
La clasificación de los cárteles de la droga como organizaciones terroristas podría tener como consecuencia represalias financieras del gobierno estadounidense, como confiscar y bloquear las cuentas bancarias de los sospechosos de narcotráfico, e incluso implicaciones migratorias, entre ellas, deportar a los sospechosos con mayor facilidad.
Pero la posibilidad que más ha preocupado al gobierno mexicano, según lo ha expresado el canciller Ebrard, es una intervención directa.
Actualmente, la presencia de agentes estadounidenses en suelo mexicano para combatir a los cárteles de la droga ocurre bajo las normas de la Iniciativa Mérida, un tratado internacional vigente desde 2008.
La declaración de grupos terroristas podría abrir la puerta a que Estados Unidos interviniese más allá de lo establecido en los convenios de cooperación vigentes, según sus propias leyes para perseguir el terrorismo, expresó Ebrard.
“Por supuesto tenemos que hacer mayores y diferentes esfuerzos respecto a lo que se hizo en los últimos años”, para no tener los mismos resultados de un aumento de homicidios reportados, dijo Ebrard. El canciller recalcó que esos cambios deben hacerse de manera doméstica en México y con Estados Unidos para temas específicos como el tráfico de armas que terminan en manos de cárteles.
“El objetivo prioritario es reducir su capacidad de fuego lo más pronto que podamos”, declaró el canciller.
La masacre de tres familias a manos del crimen
El tema se remonta al 4 de noviembre, cuando presuntos integrantes del cártel La Línea acribillaron tres camionetas en el norte de México.
Dentro había 17 miembros de tres familias mormonas. Los sicarios mataron a tres mujeres y seis niños, entre ellos dos bebés de ocho meses, e incendiaron uno de los vehículos con los ocupantes aún dentro.
Miembros prominentes de una de las familias, los LeBarón, enviaron una petición a la Casa Blanca esta semana pidiendo que Trump designe a los cárteles mexicanos como grupos terroristas.
"Sus actos desenfrenados de violencia y asesinatos han rebasado nuestras fronteras y creado una crisis internacional", escribieron en la petición.
"¡Son terroristas, y es hora de reconocerlo!", demandaron.
Respecto a la investigación del caso LeBarón, Ebrard dijo que la Fiscalía General de la República “tiene avances significativos”, aunque no se han dado a conocer para mantener el debido proceso.
Eso desencadenó un debate en México sobre el papel de Estados Unidos en el combate a la delincuencia y la naturaleza misma de los grupos criminales.
En redes sociales, se viralizaron los hashtags #vendepatrias y #LeBaronFueraDeMexico.
Pero otros mexicanos se sumaron a la idea de que la narcoviolencia sí es una forma de terrorismo.
"Eso es lo que intentan provocar en la población: terror. Dejar cuerpos desmembrados y poner narcomantas causan terror en la población", dijo el gobernador de Guanajuato (centro), Diego Sinhue Rodríguez, opositor a López Obrador, según reportó la agencia de noticias Agence French Press.
Según una encuesta publicada este viernes por la firma Consulta Mitofsky, el 49% de los mexicanos consultados consideró que a los narcotraficantes se les puede considerar "terroristas", mientras que un 46,3% indicó que son "sólo delincuentes".
Pero la mayoría, un 83,3%, dijo creer que Trump hizo estas declaraciones como parte de su campaña por la reelección.
Respecto a la investigación del caso LeBarón, Ebrard dijo que la Fiscalía General de la República “tiene avances significativos”, aunque no se han dado a conocer para mantener el debido proceso.
Rechazo a la propuesta de Trump
En México hubo un fuerte rechazo a la medida propuesta por Trump, tanto como a sus declaraciones en Twitter de que Estados Unidos estaba dispuesto a ayudar al vecino país a "declarar la GUERRA a los cárteles de la droga y borrarlos de la faz de la Tierra".
Según expertos consultados por Agence French Press (AFP), hay diferencias importantes entre organizaciones ya designadas como terroristas por Washington y grupos como el cártel de Sinaloa o Jalisco Nueva Generación.
Mientras Al Qaeda, el Estado Islámico, ETA, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el resto de los 68 grupos en la lista negra tienen objetivos políticos o religiosos, la meta principal de los cárteles es ganar dinero.
"Los cárteles mexicanos no son equiparables, por ejemplo, a las FARC que seguramente tenían vínculos con el narcotráfico, pero no eran exclusivamente organizaciones de crimen organizado", dijo a AFP el académico y excanciller mexicano Jorge Castañeda.
Carlos Rodríguez Ulloa, académico del centro de investigación en seguridad CASEDE, ve en el anuncio de Trump una maniobra para "mantener su narrativa electoral antimexicana, alimentar su base social y distraer un poco la atención del impeachment en que está envuelto".
En cuanto a los alcances de la eventual declaración, Castañeda no ve "en el terreno" mayores cambios sobre la situación y las acciones que Washington ya ejecuta contra los narcotraficantes mexicanos.
El gobierno y los bancos estadounidenses llevan años siguiendo de cerca las finanzas de los cárteles y sus presuntos colaboradores, poniendo en listas negras a numerosos ciudadanos mexicanos, congelándoles cuentas o cancelándoles visas.
"Hay agentes de la DEA aquí todo el tiempo, hay gente metida en la Marina mexicana constantemente acompañando a los marinos a sus operativos... los aviones americanos... llevan más de 25 años sobrevolando territorio mexicano... o sea, todo esto ya sucede", dijo Castañeda.
"Si Estados Unidos le dice a México, quiero mandar un dron mañana (...) pues México va a decir que sí, adelante. No hay ninguna necesidad de hacerlo como una invasión".