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Dos muertos tras explosión en taller de pirotecnia en Tultepec

Un taller clandestino estalló en el municipio conocido por fuegos artificiales y por mortíferas explosiones.

Dos personas fallecieron la madrugada de este viernes y otra persona resultó herida en una explosión de un taller de pirotecnia, según autoridades del Estado de México, en una zona marcada por tragedias relacionadas a los fuegos artificiales.

El gobernador estatal, Alfredo del Mazo, dijo que el estallido de polvorín sucedió en un taller clandestino en el municipio de Tultepec.

Tultepec es  apodada la capital de la pirotecnia en México; se calcula que en el municipio son producidos más de la mitad de todos los fuegos artificiales que se venden en el país. Cada marzo se realiza ahí la feria nacional de pirotecnia y buena parte de la población local –entre el 50 y 60%, según el gobierno estatal– se dedica a fabricar desde petardos hasta fuegos artficiales grandes para exteriores.

La Secretaría de Defensa Nacional mexicana controla la venta y fabricación de la pirotecnia, con el reparto de licencias y estrictas reglas de seguridad para los productores. Sin embargo, hacia los festejos independentistas del 15 de septiembre y las fiestas navideñas, cuando hay más demanda, suelen surgir talleres clandestinos, lo que ha resultado en varias explosiones como la de este viernes.

De las más recientes sucedió en diciembre de 2016, cuando hubo un estallido en un local del Mercado de San Pablito, el principal sitio de ventas y sede de la feria nacional, que se esparció rápidamente por varios puestos con pólvora y otros materiales. Murieron 42 personas y decenas resultaron heridas, incluidos menores de edad. El mercado quedó completamente destruido.

Como tanta gente depende de la venta de los fuegos artificiales ahí, el gobierno del Estado de México acordó reconstruir San Pablito. Tal como lo había hecho ya en 2005 y de nuevo en 2006 tras otros accidentes con polvorín y demás materiales.

En esta última ocasión hizo varias renovaciones a los puestos para fines de seguridad, como el que hubiera más distancia entre los locales y cortafuegos.

Aun así se han registrado más explosiones. En julio del año pasado, en un estallido fallecieron por lo menos 24 personas, entre ellas cuatro bomberos que acudieron al sitio.