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Esta inmigrante mató a cuatro niños. ICE la deportó. Ahora ha regresado

Esta mujer pasó ocho años en la cárcel por cuatro homicidios de niños de 9 a 13 años. ICE la atrapó y la deportó. Pero ha regresado.

Terminadas ya las clases ese día, el autobús escolar circulaba por una carretera de Cottonwood, un pueblito minúsculo en una zona rural cuajada de lagos del estado de Minnesota, devolviendo a sus hogares a 28 estudiantes, desde casi bebés hasta adolescentes. Cuatro de ellos nunca llegaron a casa.

Una camioneta chocó contra el autobús a las 3:25 pm, empujándole contra otro vehículo y haciéndole volcar. “Gritaban y gritaban”, dijo una conductora que se detuvo tras la colisión, “había tantos niños”.

Perdieron la vida los hermanos Jesse y Hunter Javens, de 13 y 9 años respectivamente; Reed Stevens, de 12; y Emilee Olson, de 9. Otras 14 personas resultaron heridas, incluida la conductora de la camioneta.

En un principio fue identificada como Alianiss Nunez Morales, de 23 años entonces y vecina de Minneota, un pueblito cercano. Su vehículo avanzaba a 50 millas por hora por la carretera 24 del condado, y se saltó una señal de stop para incorporarse a la autopista estatal 23, por la que circulaba el autobús.

La mujer fue detenida y acusada de cuatro cargos de homicidio con vehículo. Los investigadores descubrieron que su licencia de manejar era falsa, y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés) entró en acción después de que Morales dijera ser ciudadana mexicana. Fue encarcelada sin derecho a fianza.

Vivía desde dos semanas antes en un hogar móvil junto a su novio, al que en un primer momento quiso culpar del accidente.  Fue identificada finalmente como Olga M. Franco, inmigrante indocumentada guatemalteca; su pareja, Francisco Sangabriel Menzona, de 29 años y también indocumentado, huyó a México, de donde era originario.

“Este crimen exige justicia”, dijo la madre de los hermanos muertos. En octubre de 2008, Franco fue condenada a 12 años y medio de cárcel, que por buena conducta podrían reducirse a ocho.

Ante el juez, pidió perdón por suplantar la identidad de otra persona (una puertorriqueña). “Y también quiero pedir perdón por el accidente, aunque yo no era quien manejaba”, añadió.

Franco apeló su sentencia sin éxito. En la cárcel, empezó a escribirse cartas con un estadounidense, con el que terminó casándose en 2009, aunque luego se divorció.

Cumplió su pena en 2016, y fue deportada por ICE.

El pasado 26 de noviembre, la mujer, de 36 años, fue arrestada de nuevo, en una vivienda de Minneapolis, a 140 millas al oeste del pueblo donde se produjo el accidente. Alguien la delató a ICE, según informó la agencia federal.

Por volver a entrar al país de forma ilegal podría ser condenada a 20 años de cárcel.