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Besos y tocamientos indeseados, las acusaciones contra un testigo crucial en el juicio político a Trump

Una periodista, una ejecutiva y una asesora política han acusado a Gordon Sondland de intentarlas besar a la fuerza y tocarlas sin su consentimiento.

Tres mujeres han acusado al embajador de Estados Unidos ante la Unión Europea, Gordon Sondland, de hacerles “tocamientos sexuales no solicitados durante reuniones de negocios”, reportó la organización periodística sin fines de lucro ProPublica.

Los presuntos abusos a los que se refieren las acusaciones sucedieron hace más de una década y anteceden al nombramiento de Sondland como embajador y su papel crucial en las investigaciones de juicio político al presidente, Donald Trump, por la trama ucraniana.

En uno de los casos, Sondland, empresario hotelero, supuestamente intentó besar a la fuerza a una potencial socia cuando le estaba dando una visita guiada por una de las habitaciones de hotel que posee. Después de que ella lo rechazó, él desistió de invertir en su negocio, reportó el medio citado.

Otra mujer que entonces trabajaba con Sondland dijo que él le enseñó su cuerpo desnudo durante una junta de negocios. Incluso dijo recordar haber caído del sillón cuando trataba de alejarse de él. Cuando ella le dejó en claro su falta de interés, Sondland supuestamente respondió llamándola para reprocharle a gritos su desempeño laboral.

Una tercera mujer, 27 años menor que Sondland, dijo que se restregó contra ella y la trató de besar mientras discutían una oferta de trabajo. Ella dijo que lo empujó y que él luego retiró la oferta de trabajo.

Sondland ha negado las acusaciones “categóricamente” y su abogado ha dicho que podrían considerarse intentos “velados de interferencia con un testigo”, refiriéndose al testimonio que su cliente ha ofrecido al Congreso durante las audiencias para investigar si Trump abusó de su autoridad para condicionar ayuda a Ucrania a cambio de que este país investigase al ex vicepresidente Joe Biden, su rival político.

Las tres mujeres accedieron a ser nombradas en el reportaje que ProPublica publicó en conjunto con Portland Monthly, una de cuyas periodistas ha acusado al ahora embajador.

Una mujer con el sueño de fundar una revista

El mismo día que Sondland testificó ante el Congreso, Nicole Vogel contó su historia con él durante un evento para mujeres en Seattle.

Vogel dijo que se había acercado al empresario hotelero buscando financiamiento para publicar una revista en Portland, Oregon, hace 16 años. Le presentó la propuesta editorial y financiera y supuestamente él mostró interés. Luego la invitó un día a una cena en un restaurante de carnes asadas, donde le dijo que quería invertir en su proyecto, pero sobre todo en ella.

Después de la cena, Sondland la invitó a visitar su hotel. Le presentó al personal y la invitó a ver una de las habitaciones. Primero la quiso abrazar y luego intentó besarla sin su consentimiento. Ella le dijo que era un hombre casado y que no le parecía correcto, en un esfuerzo por herir su ego.

Él le pidió disculpas y se reunieron una segunda vez. Él puso su mano sobre su muslo mientras la llevaba de regreso, algo que la incomodó, y más tarde se lamentó de no haberle dicho que estaba siendo abusivo, “me habría gustado… haberle dado un rodillazo en las pelotas”, dijo al medio citado.

Sin embargo, le preocupaba el impacto que eso podría tener para su naciente revista, que se beneficiaria de ser exhibida en los hoteles de Sondland. Unos días más tarde el empresario le escribió un correo electrónico para decirle que no podría continuar con la inversión en su revista.

El abogado de Sondland dijo que no hubo otra motivación para cancelar el acuerdo más allá de los negocios.

La historia de una ejecutiva en la industria hotelera

Jana Solis conoció a Sondland en 2008. En aquel entonces se llamaba Janice Schnabel y trabaja como una ingeniera en seguridad hotelera. (En un inicio le dijo al medio citado que lo había conocido en 2003, pero corrigió esta declaración tras revisar sus registros cuando un abogado de Sondland indicó que había empezado a trabajar para el grupo Provenance Hotel en 2008).

Solis dijo que Sondland le dio una nalgada después de su primera reunión de trabajo. “El embajador Sondland niega haber golpeado en el trasero a la señora Solis”, dijo el abogado del empresario señalado.

Luego la invitó a su casa para que evaluara su acervo artístico. Aunque ella no estaba entrenada para eso, accedió a ir en aras de mantener una buena relación laboral, según el medio citado. Allí, Sondland supuestamente se quitó los pantalones y le dijo que ‘quería hablar’. Ella le respondió que no. Él la llevó de vuelta a su casa y le dijo, según recuerda Solis, ‘¿puedo tener un abrazo?’.

En un tercer encuentro de negocios supuestamente Sondland se colocó sobre ella y la intentó besar, puso su lengua en su boca y cuando ella se zafó de sus brazos cayó del sillón al suelo. Ella le dijo que realmente quería hacer negocios con él, pero que no podía tolerar ese comportamiento.

Poco después, el empresario le habló por teléfono y le gritó, recriminándole su trabajo. “No se salió con la suya y lo hizo sobre el trabajo”, dijo Solis al medio citado.

El abogado de Sondland niega que haya incurrido en esos actos.

Una joven talentosa con ambiciones políticas

Natalie Sept acababa de terminar su primer trabajo tras graduarse de la universidad y estaba interesada en la política. Conoció a Sondland por un miembro del Concejo de Portland, Nick Fish, quien la terminó contratando como su directora de campaña.

En su primera reunión con Sondland ella dijo que él le prometió muchas oportunidades para conocer a personas importantes e incluso trabajar con el gobernador.

Sondland la llevó al mismo restaurante donde había discutido la oferta de trabajo de Vogel. Cerca del final de la cena le pidió que se sentara con él, pero ella intuyó que algo no estaba bien así que le dijo que debía irse. Él insistió en acompañarla y en al dejarla frente a su auto la intentó besar a la fuerza.

Ella le contó esto a una colega, quien dijo que “estaba tribulada”. No volvió a oír de Sondland. Sept terminó trabajando para la campaña presidencial de la demócrata Hillary Clinton en 2016.

El abogado del ahora embajador también negó estas alegaciones.

Sondland donó un millón de dólares al comité inaugural de la campaña presidencial de Donald Trump. Después de ganar la presidencia en 2016 lo nombró embajador ante la Unión Europea.

El día que Vogel escuchó que Sondland estaba siendo entrevistado en el Congreso por su papel para solicitar que el gobierno ucraniano investigara a Biden dijo que rompió en llanto.

“El hecho de que use su poder para aterrorizar a la gente que percibe que tiene menos poder que él es realmente molesto”, dijo Sept.