“La Policía nacional de Chile, Carabineros, ha cometido serias violaciones a los derechos humanos, incluyendo uso excesivo de la fuerza en las calles y abusos durante las detenciones”. Así de tajante fue Human Rights Watch (HRW) a la hora de evaluar el actuar de la fuerza policial durante las cinco semanas de protestas que se han registrado en el país suramericano, y que han dejado 23 muertos y más de 2,000 heridos, entre ellos el dramático caso de un joven de 21 años que perdió la vista.
Representantes del organismo tuvieron un encuentro este martes con el presidente Sebastián Piñera, durante el cual le recomendaron una serie de reformas, partiendo por un cambio radical en la forma en que la Policía enfrenta a los manifestantes.
Desde el 18 de octubre –día en que se desató la revuelta social– hasta el 21 de noviembre pasado, el Instituto Nacional de Derechos Humanos presentó 442 denuncias penales en nombre de las víctimas, relacionadas con lesiones, tratos crueles, tortura, violación, asesinatos e intentos de asesinato, presuntamente cometidos por las fuerzas de seguridad.
“Hay cientos de informes preocupantes de uso excesivo de la fuerza en las calles y abuso en las detenciones, incluyendo golpes brutales y abuso sexual, los que deben investigarse de manera rápida y exhaustiva, para garantizar el acceso de las víctimas a la justicia”, dijo José Miguel Vivanco, director para las Américas de HRW.
“El uso indiscriminado e inapropiado de armas antidisturbios y escopetas, el abuso de detenidos bajo custodia y los sistemas de responsabilidad interna deficientes dieron lugar a graves violaciones de los derechos de muchos chilenos. Es precisamente por eso que se necesitan urgentemente reformas policiales”, agregó Vivanco, citado en un comunicado del grupo.
El gobierno chileno reconoció que recibió el informe "con dolor", pero que rescataban su contenido, pues "entrega una serie de antecedentes que sin duda nos preocupan, y que por supuesto recibimos con dolor", dijo Lorena Recabarren, subsecretaria de Derechos Humanos.
Dramático caso de joven que perdió la vista
Solo horas después de que se diera a conocer el informe de HRW, se conoció también sobre el estado de salud de Gustavo Gatica, de 21 años, quien el pasado 8 de noviembre resultó con graves lesiones en sus ojos producto de perdigones lanzados por la Policía chilena durante una de las manifestaciones.
La clínica donde fue atendido confirmó que el joven perdió completamente la visión en ambos ojos, en el que es el más grave de los más de 200 casos de personas que sufrieron lesiones oculares por los disparos de los oficiales.
"Pruebas consistentes"
La evaluación de HRW coincide con la presentación la semana pasada del reporte de Amnistía Internacional, que también juzgó el actuar de la Policía chilena ante los manifestantes.
"Se recabaron pruebas consistentes de que Carabineros utilizó la fuerza de manera excesiva en respuesta a las protestas e hirió a miles de personas, con independencia de si habían participado en hechos violentos o no", dice HRW.
Vivanco, sin embargo, aseguró que su organización “no tiene información ni evidencia” que permitan establecer que el estado chileno ha cometido violaciones sistemáticas a los derechos humanos, como reclaman algunas organizaciones y políticos de ese país.
Las protestas sociales estallaron en Chile el 18 de octubre pasado y hasta el momento han dejado 23 muertos, miles de heridos y unos 16,000 detenidos.
Para alcanzar sus conclusiones, HRW entrevistó a más de 70 personas en Santiago y Valparaíso durante noviembre, algunos de ellos víctimas de disparos con perdigones o de abusos policiales tanto en las calles como al interior de recintos de detención. También fueron entrevistados oficiales de la Policía, abogados, doctores, académicos, incluido el presidente de la Corte Suprema y ministros del Interior, Exterior, Defensa y Justicia de ese país.
Aquí algunas de las reformas que recomienda HRW:
- Revisar los poderes de detención de la Policía y garantizar salvaguardas contra el uso arbitrario de dichos poderes.
- Reformar el sistema disciplinario al interior de la policía para asegurar las sanciones sean tomadas por un ente independiente, que no pertenezca a la cadena de mando.
- Garantizar que los detenidos tengan derecho a someterse a exámenes forenses independientes.
- Hacer cumplir la prohibición existente de obligar a los detenidos a desnudarse y castigar a los oficiales que continúan esa práctica.
- Instalar cámaras en las estaciones de Policía para garantizar la privacidad de los detenidos y un sistema de grabación para el uso de estas imágenes por autoridades judiciales.
- Suspender el uso de escopetas de perdigones, no solo en protestas, hasta que las autoridades competentes e independientes realicen un examen adecuado de sus riesgos.
- Asegurar que los oficiales de la Policía tengan equipos de protección adecuado, tiempo libre y pago de horas extras.
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