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Líderes demócratas piden la salida de Stephen Miller: "No hay cabida para un supremacista en la Casa Blanca"

Un grupo de 107 líderes demócratas de la Casa Blanca envió este jueves una carta a Trump en la que le exigieron el “despido inmediato” del consejero presidencial.

WASHINGTON.— Stephen Miller, consejero superior del presidente Donald Trump en materia migratoria, ha hecho carrera con su ideología a favor de grupos supremacistas blancos, según líderes demócratas y activistas proinmigrantes que este jueves insistieron en su expulsión de la Casa Blanca.

Un grupo de 107 líderes demócratas de la Casa Blanca envió este jueves una carta a Trump en la que le exigieron el “despido inmediato” de Miller, argumentando que “un supremacista blanco no tiene cabida en ninguna administración presidencial, y especialmente en un puesto tan influyente”.

La carta se suma a la campaña de presión de organizaciones cívicas y religiosas, incluyendo grupos judíos, una semana después de la revelación de 900 correos electrónicos entre 2015 y 2016, en los que Miller presuntamente mantuvo contacto con medios ultraconservadores cuando fue asesor del entonces senador republicano por Alabama, Jeff Sessions.

La legisladora demócrata por Nueva York, Alexandra Ocasio Cortez, inició una petición contra Miller, que pronto encontró eco entre otros miembros del Congreso, incluyendo el Caucus Hispano, y grupos afines.

Según el grupo “Southern Law Poverty Center” (SPLC), que obtuvo los correos electrónicos, el 80% de los textos hacía referencia a asuntos raciales o migratorios, y ninguno mostró neutralidad o empatía hacia extranjeros o personas no blancas.

Más allá de esa correspondencia, Miller “se llevó su dedicación al nacionalismo blanco a su Administración y tradujo esta repugnante ideología a políticas migratorias discriminatorias”, argumentó la misiva enviada a Trump.

Norma Torres, legisladora demócrata por el distrito 35 de California y firmante de la carta, dijo a Noticias Telemundo que “si al presidente Trump le importa en lo más mínimo estar en el lado correcto de la historia, despediría a Stephen Miller”.

“Miller está a cargo de la política migratoria en la Casa Blanca, y está claro que su nacionalismo blanco sirve de guía cuando vemos a niños migrantes encerrados en jaulas”, afirmó.

“Aunque este presidente ha demostrado que no le importa en qué lado de la historia queda, al pueblo estadounidense sí le importa, y él debería recordar exactamente a quién se supone que debe representar”, enfatizó Torres.

Huellas de nacionalismo blanco

Según los legisladores, hay políticas adoptadas por la Administración Trump que tienen las huellas de Miller: la “veda” a ciertos inmigrantes de países de mayoría musulmana, la reducción de la inmigración legal, las restricciones al asilo, y la eliminación de programas de alivio migratorio.

Los legisladores responsabilizaron el “nativismo” de Miller –una ideología que defiende a los nacidos en la tierra y rechaza a los extranjeros– del fracaso el año pasado de las negociaciones para un proyecto de ley que legalizara a los dreamers o soñadores, jóvenes que llegaron ilegalmente a Estados Unidos cuando eran niños.

Es que los correos, que pintan un perfil nada halagüeño de Miller, han sido difundidos en serie por el SPLC, una organización sin fines de lucro que desde hace muchos años ha rastreado los crímenes motivados por el odio racial en Estados Unidos.

En sus contactos, Miller intenta, por ejemplo, moldear la cobertura del medio ultraconservador, Breitbart, de los asuntos más apremiantes del país en el campo migratorio, sugiriendo que incluyesen artículos de grupos supremacistas blancos.

En otra ocasión, Miller se refirió a los refugiados como “terroristas extranjeros” lo que, ya estando en la Casa Blanca, se tradujo a una enorme reducción en el límite del ingreso anual de refugiados en Estados Unidos.

En defensa de Miller

Consultada por Noticias Telemundo, la Casa Blanca no ha comentado sobre la carta ni sobre el pedido de despedir a Miller.

Sin embargo, una fuente anónima de la Casa Blanca dijo a la página web “Axios” la semana pasada que SPLC es una organización “de extrema izquierda, completamente desacreditada y desprestigiada” que intenta difamar a Miller con mensajes antisemitas.

Heidi Beirich, directora del Proyecto de Inteligencia de SPLC, lamentó en declaraciones a Noticias Telemundo que ni un solo legislador republicano o la Casa Blanca hayan dado señales de apoyar la salida de Miller.

“Es inconcebible que una persona tan empapada en nacionalismo blanco, con algunas de las peores ideas concebidas por la humanidad y que han producido violencia y hasta genocidio, pueda mantener su puesto en la Administración”, señaló Beirich.

La activista de SPLC expresó confianza en que, aunque Trump no despida a Miller, aumente la presión “hasta que alguien en la Casa Blanca tenga la decencia de frenar a Miller, sus ideas racistas y las horrendas políticas creadas por él y adoptadas por Trump”.

¿Un ataque antisemita?

Miller es de origen judío, pero varios grupos judíos se han sumado a la campaña para forzar su salida.

Bajo el paraguas de la coalición “Judíos contra el Nacionalismo Blanco”, ocho prominentes grupos han lanzado una petición en la que señalan a Miller como el “arquitecto de los ataques crueles y sin de la Administración Trump contra los inmigrantes”.  

“Miller no es el único nacionalista blanco en el gobierno federal, pero es uno de ellos… ante la irrefutable prueba de su profundo racismo, xenofobia e islamofobia, y pruebas de que promovió sitios en la web que propagan teorías de conspiración antisemitas, él no puede seguir siendo un empleado federal”, reza la petición.

Las quejas contra Miller no son “un acto antisemita” y, “ante la incitación a la violencia contra los judíos” por parte de la Casa Blanca, la comunidad judía no descansará hasta lograr su renuncia o despido, enfatizó la coalición, que incluye a organizaciones como “Bend the Arc”, “Jewish Action”, “The Jewish Vote”, “Never Again Action”, “Jews for Racial & Economic Justice”, y “Jewish Vote”.

“Demasiadas personas, millones de inmigrantes y sus hijos han pagado, incluso con sus vidas o con trauma, el que Miller esté al frente de las políticas migratorias de nuestro país, y eso es sumamente vergonzoso”, puntualizó Beirich.