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Manifestantes se enfrentan a la policía de Hong Kong con bombas, ladrillos y hasta flechas

La policía disparó descargas de gases lacrimógenos y cañones de agua contra los manifestantes que ocupaban una universidad, mientras éstos arrojaron ladrillos, bombas de gasolina y hasta flechas.

Una flecha hirió a un oficial de policía de Hong Kong en la pierna el domingo cuando la policía se enfrentó con manifestantes que ocupaban un campus universitario, reportó la cadena NBC.

La policía disparó descargas de gases lacrimógenos y cañones de agua contra los manifestantes que ocupaban la Universidad Politécnica, mientras éstos arrojaron ladrillos y bombas de gasolina, incendiando una pasarela elevada.

A la entrada de la universidad donde se atrincheraban los manifestantes antigubernamentales ardía una fogata, cuyas llamas eran alimentadas por cócteles Molotov que arrojaban contra los oficiales que avanzaban hacia el campus, según reportó la agencia de noticias AFP.

Los enfrentamientos amenazaron con intensificar la violencia, ya que los manifestantes intentaron detener por estos medios el avance policial.

En medio de las escaramuzas, la policía de Hong Kong dijo que su oficial de medios fue flechado y llevado a un hospital. Las fotos en la página de Facebook del departamento de policía mostraban la flecha que atravesaba la parte inferior de la pierna del oficial.

Más tarde, la policía emitió un comunicado condenando el incidente, agregando que el oficial permaneció consciente después de ser llevado al hospital.

La autoridad hospitalaria del territorio chino no pudo confirmar de inmediato la condición del oficial a la cadena NBC.

Mientras tanto, por primera vez la policía desplegó un dispositivo acústico de largo alcance, que emitió un fuerte ruido durante cinco a 10 segundos sin previo aviso, para ayudarles a dispersar las multitudes.

La policía dijo en la red social Twitter que el dispositivo se usó como un sistema de transmisión, no como un arma, después de especulaciones en internet de que su uso podría causar mareos, náuseas o pérdida del sentido de la dirección.

El enfrentamiento diurno del domingo se produjo después de una batalla campal durante la noche en la que las dos partes intercambiaron gases lacrimógenos y bombas de gasolina que dejaron incendios en la calle.

Muchos manifestantes se retiraron dentro del campus Politécnico, donde han cerrado las entradas y establecido puntos de control de acceso estrechos.

Las universidades se han convertido en un nuevo campo de batalla para las protestas en el territorio semiautónomo. Las interrupciones del tránsito y las suspensiones de clase se han convertido en rutina tras seis meses de disturbios que a ratos han paralizado partes de la ciudad.

Hasta la semana pasada los manifestantes mantenían tomadas cinco universidades, pero el contingente en el Politécnico es el último en ocupar una casa de estudios.

La policía dijo el domingo que el campus "fortificado" almacenaba "una gran cantidad de armas ofensivas, incluidos fluidos inflamables".

Ese grupo ha empleado nuevas tácticas que involucran flechas y catapultas inflamables. Los manifestantes también están bloqueando el acceso al túnel Cross Harbor, uno de los tres túneles principales de la carretera que une la isla de Hong Kong con el resto del país.

"No se trata del campus. Se trata de lo que está al lado", dijo un manifestante enmascarado de 23 años que solo dio su apellido, Chow.

"Las armas y los equipos utilizados por la policía simplemente no pueden ser comparables a los nuestros", dijo a NBC Chow. "Tienen armas de verdad. Disparan gases lacrimógenos. Nos disparan balas de goma".

Pero la policía dijo en Twitter este domingo que las "actividades violentas" en el campus "han aumentado a disturbios" y advirtió que cualquiera que ayude a los manifestantes puede ser considerado legalmente responsable.

Hong Kong ha estado plagado de protestas antigubernamentales provocadas por un controvertido proyecto de ley de extradición desde junio.

Aunque el proyecto de ley ha sido archivado, los manifestantes continúan saliendo a las calles con una lista de demandas en medio del temor a la creciente influencia de China continental.

"El Gobierno no nos respondió", dijo Chow. "Tenemos que golpear y correr".

Mientras tanto, un pequeño grupo de soldados chinos en una base cercana a la Universidad Politécnica fueron vistos por NBC monitoreando los enfrentamientos del domingo desde lejos.

El sábado, soldados chinos vestidos con pantalones cortos y camisetas, algunos con cubos rojos de plástico o escobas, salieron de sus barracones en una rara aparición pública para ayudar a los residentes a limpiar los escombros que bloquean las principales avenidas.

Pekín no ha interferido hasta ahora, diciendo que el gobierno de Hong Kong puede resolver la crisis.

Pero la creciente violencia representa quizás el desafío más grave para el presidente chino, Xi Jinping, desde que llegó al poder en 2012.