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Al menos 23 muertos en duros choques en Bolivia. "Hay una mente macabra que está detrás", denuncia el gobierno

Los enfrentamientos de manifestantes y las fuerzas de seguridad tuvieron como escenario Cochabamba. La salida de Evo Morales del país no ha logrado frenar la convulsión social.

Ni la salida de Bolivia de Evo Morales ha logrado detener la convulsión en el país donde entre este viernes y sábado murieron al menos nueve personas en los fuertes enfrentamientos contra las fuerzas de seguridad en Cochabamba, informó el ministro interino de Gobierno, Arturo Murillo. 

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) elevó a 23 el número de muertos y a 715 el de heridos en casi un mes de protestas y tensión desde que se celebraron las elecciones el pasado 20 de octubre, que Morales ganó, pero, según sus opositores, de forma ilegítima por supuestos fraudes.

 El líder indígena renunció el pasado domingo tras presiones del ejército y se refugió como asilado en México, denunciando un golpe de estado en su contra. 

Desde la ciudad de Cochabamba, Murillo precisó que ha pedido a la Fiscalía una investigación "transparente" sobre cómo ocurrieron las muertes en los duros choques en los que, según denunció, "hay una mente macabra que está detrás".

En el mensaje dirigido a la población de Cochabamba el ministro de Gobierno aclaró que "si hay fallecidos ¿por qué esconderlos? Tenemos reportes de que tres de los fallecidos tienen disparos en la nuca. Aquí hay una mente macabra que está detrás".

La ola de protestas que comenzó tras las elecciones del 20 de octubre en las que Evo Morales se proclamó con la victoria, aunque la violencia continua y la retirada de apoyo del Ejército, lo llevó a renunciar de manera forzosa el pasado domingo y se asiló en México.

La presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, quién asumió su cargo el pasado martes, sigue asegurando que su misión es “pacificar” el país y convocar elecciones a la mayor brevedad, unos objetivos de que momento siguen en el aire.

Los cocaleros del trópico de Cochabamba (centro), bastión sindical y político de Evo Morales, protestan contra el Gobierno interino encabezado por Jeanine Áñez, que asumió tras la renuncia de Morales.

Mientras tanto, el ministro Murillo también negó que se esté haciendo "cacería a extranjeros", en referencia a las recientes detenciones de ciudadanos venezolanos y cubanos acusados presuntamente de financiar y apoyar las marchas contra el Gobierno de transición.

Este viernes la canciller interina, Karen Longaric, dijo que habló con su homólogo de Cuba, Bruno Rodríguez, quien le confirmó que para "no exasperar más la situación y no dañar la relación", habían decidido "retirar de Bolivia a 725 cubanos que trabajan en diferentes áreas de la cooperación".

En ese sentido, Murillo confirmó que este mismo sábado se reunió con el embajador cubano, quien le dijo "que tiene 18 médicos en Chapare que no sabe cómo evacuarlos y teme por sus vidas", por lo que se dispuso un operativo de evacuación de esos ciudadanos en un helicóptero que serán llevados a la ciudad de Santa Cruz. Precisamente, este sábado desde esa ciudad salió de Bolivia un grupo de 226 médicos cubanos desde el aeropuerto Viru Viru rumbo a la isla.

En cuanto a la prensa, Murillo pidió "respeto" al "fuerte trabajo" de los periodistas y comunicadores, al tiempo que señaló que "hay medios de comunicación que están haciendo sedición (...) se les ha pedido que no desinformen" y que "por favor le cuenten la verdad al pueblo".

Grupos de productores de coca bolivianos afines a Evo Morales, quien renunció el pasado domingo a la Presidencia, se enfrentaron este viernes al Ejército y la Policía por segundo día, en su intento por ingresar a la ciudad de Cochabamba, donde prácticamente se libra una batalla.

Los manifestantes usaron cargas de dinamita al tiempo que la Policía y las Fuerzas Armadas intentaron dispersarlos con gases lacrimógenos.

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