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Contra el muro de Trump y en defensa de los 'dreamers': los Che Apalache protestan con música

El vocalista y fundador del grupo musical explicó cómo enfrentan la polarización y el sentimiento anti-inmigrante que existe en Estados Unidos.

WASHINGTON.— Joe Troop ha tocado música bluegrass desde su adolescencia en su nativa Carolina del Norte, la llevó a España y Argentina y, ahora, con su ecléctica banda, Che Apalache, canta contra el muro fronterizo del presidente Donald Trump y en defensa de los dreamers.

En entrevista telefónica durante un descanso de su gira por 18 estados, Troop –vocalista y fundador de Che Apalache– explicó que ante la polarización y el sentimiento anti-inmigrante en algunos sectores en EEUU hay cabida para la canción de protesta.

“Hay gente que lo arriesga todo por un cambio social, en Argentina salen a las calles y provocan cierre del gobierno… hay cabida para la desobediencia civil, y lo estamos viendo acá”, dijo Troop, radicado en Argentina desde hace una década.

“Mi mensaje es que hay mucha belleza en la pluralidad, en las culturas, y en el aprender de otras personas y puntos de vista. Queremos que la gente disfrute nuestra música, pero que también piense en los dreamers, en el futuro de DACA, y apoyarlos”, subrayó.

Troop tuvo hambre de conocer el mundo, lo que lo llevó a países como España y Argentina, donde aprendió el español y creó el grupo musical en 2010, cuyas presentaciones, dijo, han despertado el interés de los latinos por este género autóctono de Estados Unidos.

"Que se oigan las voces de los dreamers"

Su cuarteto promueve la canción The Dreamer, dentro del álbum 'Rearrange My Heart', producido por el legendario músico, Béla Fleck, y lanzado en agosto pasado como un llamado a “despertar la conciencia social” y fomentar un cambio.

La canción, compuesta por el dreamer mexicano, Moisés Serrano, refleja su vida en Carolina del Norte, adonde llegó de 18 meses en 1991, y la tragedia de miles de jóvenes indocumentados.

 “Es una canción muy importante para nosotros para retar la narrativa anti-inmigrante; es importante que se oigan las voces de los dreamers, son jóvenes increíbles. Cuando destacamos sus historias, su lucha como inmigrantes, la injusticia del sistema, eso afecta las mentes y los corazones”, explicó.

Joe Troop creció en las faldas de las montañas de los Apalaches, en el oeste de Carolina del Norte, y ha sacado provecho de su íntimo conocimiento de la cultura del sur profundo del país.

Su grupo se ha erigido como máximo exponente de la música 'Latingrass', una rica y compleja fusión del “bluegrass” -con su inconfundible mandolina, el banjo, la guitarra, la armónica, el contrabajo, y violines- con arreglos y repertorio de la música latina.

“Primero sólo llegaban a vernos gente que le gusta el bluegrass, pero ahora hay más gente latina, porque incorporamos su música. Nos gusta decir que tocamos 'Latingrass' desde los Apalaches hasta los Andres”, observó.

Entremezclando el inglés con un español salpicado de argentinismos, Troop –quien es abiertamente gay en una comunidad musical donde serlo aún es tabú– abraza su marca como músico de protesta, porque la música “folk” tiene como insignia el denunciar los males sociales.

“Es un camino accidentado pero, como diría el cantautor Woody Guthrie, la labor de un cantante folk es dar consuelo a los afligidos, y afligir a los acomodados… estamos viendo activismo político de líderes religiosos en Carolina del Norte y en otras partes, a veces arriesgando arresto por ofrecer santuario a los inmigrantes indocumentados”, subrayó.

Moisés Serrano. Foto: cortesía de Che Apalache

Así, su canción de condena del muro fronterizo le ha valido el rechazo de algunos seguidores, especialmente anglosajones mayores, o amenazas verbales a su integridad física.

La canción reza en parte: “muchos hablan de construir un muro en toda la frontera sur, de construir un muro entre tú y yo, y si esa tontería se vuelve realidad, tendremos que derrumbarlo”.

“Quise escribir una canción sobre lo ridículo de estas propuestas, porque lo es. Para comenzar, ni siquiera es un muro, es una gran barda a lo largo de 800 millas, de una frontera de 2,000… a veces causa temor cantarla, porque la gente se sale de los conciertos, nos envían mensajes feos, o nos amenazan”, precisó Troop.

Al artista le resulta “desalentador” que la gente abandone sus conciertos, como ocurrió en Brevard (Carolina del Norte) pero, según explicó, “la canción es controvertida y esa era la idea, porque queríamos mandar el mensaje de que apoyamos a nuestros hermanos y hermanas latinoamericanos”.

"El arte puede cambiar la retórica"

Su grupo tocó la canción del muro en la zona fronteriza y altamente militarizada de Nogales (Arizona), y Nogales (México), en el desierto sonorense.

Según Troop, sus canciones han despertado la empatía por los inmigrantes en sitios recónditos donde habitan “montañeses” o “pueblerinos”, conocidos en inglés por el peyorativo de hillbillies, y ha tenido “experiencias mágicas en el escenario”.

Troop citó como ejemplo que, en el concierto en Brevard, “una señora que probablemente se describiría como hillbilly, se me acercó y me dijo: me gusta tu estilo, tú mantente firme, no sabía que hay tanta gente que apoya esta perspectiva”.

Por su parte, Serrano, creador del documental “"Forbidden: Undocumented and Queer in Rural America", dijo a Noticias Telemundo que escribió la canción y el guión del video musical de Che Apalache, “porque no es sólo mi vida sino la de millones de jóvenes indocumentados”.

“El arte es la siguiente frontera que debemos explorar, porque así podemos cambiar la retórica y el diálogo nacional en torno a los inmigrantes. Espero que el video concientice a las personas para que se involucren en la defensa de los inmigrantes”, dijo.

“La canción se ha convertido en una favorita porque habla de una experiencia real, de un niño que sólo quiere vivir en paz. Hay mucho miedo, pero debemos unirnos como comunidad para vencerlo”, agregó Serrano.