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“Arruinó mi vida”. Esta mujer dice haber sido acosada y discriminada por hablar en español en Montana

Un patrullero fronterizo escuchó una conversación y la pidió su documentación. Ella lo publicó en Internet. Ahora vive lejos de su esposo y sus amigas, y ha abandonado uno de sus sueños

Probablemente Ana Suda nunca imaginó que una conversación en español mientras hacía fila para comprar en una gasolinera en Havre (Montana) sería el comienzo de un camino tortuoso que la llevaría a alejarse de su esposo y sus amigas, y a abandonar el pueblo donde vivía.

“Ese agente arruinó mi vida. El tener que dejar todo lo que tienes... porque yo era feliz allá, tenía todo”, ha  explicado a la cadena británica BBC, recordando el episodio que hace más de un año le dio ese giro negativo a su vida.

La mujer, de 37 años y nacida en Texas, se trasladó en 2014 a vivir a Havre, un pueblito a unas 35 millas de la frontera con Canadá con apenas 10,000 habitantes, de los que sólo un 4% son de latinos, según la Oficina de Censo.

Su marido había conseguido un trabajo allí: “Planeábamos retirarnos y morir allá”, asegura ella.

Aquel sueño comenzó a cambiar en mayo de 2018, mientras esperaba en fila junto a su amiga Martha Hernández. Ambas conversaban en español cuando un agente de la Patrulla Fronteriza, identificado sólo como O'Neill, se les acercó, les preguntó de dónde eran y solicitó sus documentos de identificación.

Suda le pidió permiso al oficial para iniciar una grabación con su celular, en la cual se escucha a la mujer preguntar por la razón de la retención. El uniformado contestó que las ha escuchado hablar en español “lo que es muy inusual en este lugar”, al tiempo que niega que se deba al origen racial de las mujeres. “No tiene nada que ver con eso, es solo que ustedes estaban hablando en español en la tienda, en un estado donde predominantemente se habla inglés”, agregó.

La mujer explicó a NBC News la razón por la que comenzó a grabar: "No estaba haciendo nada malo, era la única manera de defenderme".

Confundida, Suda dijo haber hablado de lo ocurrido con su marido, quien es funcionario de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP). “Ahí fue cuando decidí subir el video en una página de Facebook de Havre y empezaron a llegar comentarios de algunos que decían que el agente estaba en todo su derecho de pedir mi identificación. El video terminó volviéndose viral y desde ahí la situación se volvió muy difícil”, recuerda.

Suda asegura que comenzó a recibir mensajes ofensivos en que la llamaban “ilegal” y le pedían que se fuera de Estados Unidos. Junto a su amiga, quien también es ciudadana de este país, interpusieron una demanda judicial contra la CBP por discriminación.

Su hija de 8 años también se vio afectada: “Un día me dijo muy triste: ‘Mami, ¿entonces ya no vamos a poder hablar español?’. Eso me tocó muy profundo y me dio coraje. Mi hija tiene que sentirse orgullosa de sus raíces. Es duro verla y que le dé miedo hablar español con su amiga en la escuela”.

Tomó así la decisión de dejar Montana para volver a El Paso (Texas), donde vive el resto de su familia. Pero su esposo no la acompañó, pues depende de su trabajo en Havre. “Mis hijos extrañan mucho a su padre y todavía no sabemos cuándo podrá venir a estar con nosotros. Mi vida ya no es la misma. Ese incidente cambió mi vida por completo”, sentencia la mujer.

Son ya múltiples los incidentes de personas discriminadas en Estados Unidos por hablar en español, como el caso de la oficial de la Fuerza Aérea Xiara Mercado, quien fue atacada en una cafetería Starbucks; el de Neizha Borrero, quien fue discriminada en un Burger King; o el de Michelle Salas, hija del cantante Luis Miguel, quien denunció en redes sociales en 2018 haber sido maltratada en un restaurante en Nueva York por hablar en español.

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