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Sanders promete frenar deportaciones en su primer día como presidente

El senador y aspirante presidencial demócrata, Bernie Sanders, tardó en presentar su plan de reforma migratoria pero, según su campaña, es el de mayor alcance de la contienda para 2020
El precandidato demócrata Bernie Sanders.
El precandidato demócrata Bernie Sanders.AP / AP

WASHINGTON.— El candidato presidencial demócrata, Bernie Sanders, ha prometido que, si gana en 2020, frenará las deportaciones en su primer día en la Casa Blanca, y revertirá otras medidas de la Administración Trump que han “satanizado” a los inmigrantes, en el marco de lo que tildó como el plan de reforma migratoria más ambicioso de la contienda.

El plan, titulado "Un EEUU acogedor y seguro para todos" (“A Welcoming and Safe America for All”) es un recetario de medidas progresistas para resolver  la disfunción que viene arrastrando durante décadas el sistema migratorio de Estados Unidos.

Aunque Sanders ha abordado el tema en diversos foros, debates y entrevistas, este es el despliegue oficial de su plan, elaborado con la ayuda de dreamers y otros inmigrantes en su campaña.

Al igual que otros rivales demócratas, como los senadores Cory Booker y Kamala Harris, Sanders prevé emitir órdenes ejecutivas si el Congreso no adopta reformas migratorias “de sentido común”.

El masivo plan -un virtual manifiesto contra las políticas del presidente Donald Trump- no delinea un costo ni explica cómo se financiarán buena parte de las propuestas.

En todo caso, su futuro dependerá de la reconfiguración del Congreso tras los comicios generales de 2020, porque la continua división de ambas cámaras sólo augura la parálisis del Legislativo. Los republicanos, perennemente divididos sobre el tema migratorio, de entrada lo rechazarían.

El tema de la inmigración se perfila como factor dominante en la contienda general, y la mayoría de las encuestas sitúan a Sanders en tercer lugar.

Un febril primer día

El plan describe un febril primer día en la presidencia:  una moratoria a las deportaciones mientras el gobierno realiza una auditoría de todas las políticas; el cierre de centros de detención; un frenazo al muro fronterizo y a restricciones de fondos para “ciudades santuario”, y el fin de la “veda” musulmana.

“Frenaremos el odio hacia nuestros hermanos y hermanas inmigrantes, pondremos fin a la separación de familias y el encierro de niños en jaulas. Pondremos fin a las redadas de ICE que aterrorizan a las familias y, en mi primer día como presidente, usaré mi poder ejecutivo para proteger a nuestras comunidades inmigrantes y revertir cada acción horrenda” de Trump, dijo Sanders en un comunicado.

Sanders eliminará el programa "Quédate en México" y los acuerdos de “tercer país seguro” para solicitantes de asilo; extenderá el programa de “Estatus de Protección Temporal” (TPS) hasta que el Congreso adopte una solución permanente, y eliminará los contratos privados para centros de detención.

Además, ordenará la “descriminalización” de los cruces ilegales en la frontera mediante la “Operación Streamline”, y la reunificación inmediata de niños separados de sus padres.

También eliminará el reglamento sobre “carga pública” que niega la residencia permanente a inmigrantes que reciban ciertos beneficios públicos, o puedan recibirlos en el futuro. Esa medida ha sido frenada temporalmente en las cortes.

Hijo de un refugiado polaco, Sanders ha dicho que sus políticas reflejan su deseo de frenar la “satanización” de los inmigrantes.

Tras acusar a Trump de ser “un racista, xenófobo y demagogo” que ha sembrado la división contra los inmigrantes, Sanders prevé convocar una “cumbre hemisférica” para analizar respuestas a las raíces de la emigración ilegal.

Otros puntos del plan

El plan de diez puntos propone legalizar a los 1,8 millones de dreamers elegibles para el programa de “acción diferida” de 2012, conocido como “DACA”, por su sigla en inglés.

También restablece un programa de alivio migratorio para los padres de los dreamers, conocido como “DAPA”, anunciado por la Administración Obama en 2014 pero anulado por Trump tres años después.

Sanders instará al Congreso a que apruebe una vía hacia la legalización y eventual ciudadanía para los once millones de inmigrantes indocumentados, y pedirá la desmilitarización de la frontera sur.

El senador de Vermont quiere reformar el Departamento de Seguridad Nacional, repartiendo sus funciones migratorias y aduaneras a otras agencias -como estaban antes de su creación en 2002- para así reenfocar su misión y reducir el derroche de fondos públicos.

El plan fortalecería los derechos laborales de los inmigrantes, adoptaría una “Carta de Derechos de Trabajadoras Domésticas” -con un salario mínimo de $15 la hora-, y renegociaría acuerdos comerciales “justos”.

También provee a las familias inmigrantes acceso a Medicare universal, educación universitaria, programas de aprendizaje del inglés, y la ampliación de programas de alimentación escolar.

La evolución de Sanders en el campo migratorio

Su visión migratoria, similar a la que delineó en su fallida contienda de 2016,  refleja su evolución en el minado campo migratorio.

En 2007, Sanders causó olas cuando votó en contra de una reforma migratoria bipartidista y sugirió, como suelen hacer los conservadores, que los inmigrantes deprimen los salarios, asunto que también lo puso en aprietos en la contienda de 2016.

 “Si está aumentando la pobreza y los salarios están bajando, no sé por qué necesitamos que vengan millones de personas como trabajadores temporales que trabajarán por menos salarios que los estadounidenses y bajarán aún más los salarios”, explicó Sanders en una entrevista con CNN en 2007.

Ese año, Sanders se sumó a los republicanos y un puñado de demócratas en contra de una reforma migratoria que legalizaba a los dreamers; reforzaba la seguridad fronteriza; creaba un programa de “trabajadores huéspedes”, y restringía futuros flujos migratorios.

Sanders votó en contra porque la iniciativa además eliminaba cuatro de las cinco categorías de visas para la reunificación familiar.  

El senador apoyó una enmienda demócrata para eliminar el programa de “trabajadores huéspedes” en cinco años, que figuró entre las “píldoras venenosas” que garantizaron su sepultura y generaron el rechazo de los sindicatos, asociaciones de abogados, y grupos cívicos.

En 2013, Sanders votó a favor de una reforma migratoria, pero ésta murió en la Cámara de Representantes por la inacción de los republicanos.

Durante el verano, su campaña explicó que Sanders quiere reformar el sistema de visas “H1-B” para trabajadores extranjeros con altas destrezas laborales, de manera que éstos no desplacen a estadounidenses.

En 2016, Sanders perdió las primarias frente a su rival demócrata, Hillary Clinton, en parte porque no pudo amarrar el voto latino en estados clave.

Su campaña asegura que, en 2020, cuando habrá 32 millones de hispanos elegibles, Sanders luchará por cada uno de sus votos en las ciudades, suburbios, zonas rurales, y hasta en Puerto Rico.