IE 11 is not supported. For an optimal experience visit our site on another browser.

Trump celebra la nominación de más de 150 jueces. La mayoría, hombres blancos conservadores y casi ningún hispano

Trump ha poblado los tribunales en todos los niveles del sistema judicial con jueces conservadores, en su mayoría hombres blancos. No hay un solo juez hispano en los 13 tribunales de distrito.

WASHINGTON.— En una ceremonia con claro tono político-electoral, el presidente, Donald Trump, y sus aliados republicanos en el Senado destacaron este miércoles la confirmación, desde 2017, de más de 150 jueces federales de ideología conservadora, una cifra récord notable además por la ausencia de jueces hispanos en los tribunales de circuito.

Durante una ceremonia en el Salón Este de la Casa Blanca, Trump se regodeó de lograr la confirmación de jueces conservadores en todo Estados Unidos y en todos los niveles del sistema judicial, en el marco de una lucha sin cuartel para impulsar una agenda conservadora.

“Celebramos un hito profundamente histórico, y un logro verdaderamente muy importante. Gracias a muchos de ustedes acá, mi administración y los republicanos en el Congreso han confirmado a más de 150 jueces federales… dentro de muy poco tiempo, debemos tener a cerca de 182 jueces federales”, dijo Trump, puntualizado por aplausos.

 Trump mencionó por nombre a varios líderes republicanos en el Senado, entre éstos su otrora rival político en la contienda de 2016, Ted Cruz, y el líder de la mayoría, Mitch McConnell, a los que denominó “guerreros” que hicieron posible este hito.

Tan sólo en lo que va de este año, el Senado, bajo control republicano, ha confirmado a 72 jueces nominados por Trump, la mayor cifra desde que asumió el poder en enero de 2017.  

Trump ha colocado desde 2017 a 112 jueces en tribunales de distrito, 43 en tribunales de apelaciones, y dos jueces vitalicios en el Tribunal Supremo. En total, Trump se acerca al hito de nombrar, en dos años y medio, a casi una quinta parte de los jueces federales y una cuarta parte de los jueces en los tribunales de menor instancia.

A manera de comparación, su antecesor, el demócrata Barack Obama, nombró a 55 jueces para tribunales de distrito que fueron confirmados a lo largo de ocho años.

Un mundo de jueces blancos

A juzgar por datos oficiales, Trump también tiene otro récord: una sequía absoluta en la designación de jueces hispanos para los 13 tribunales de circuito, que en su conjunto suelen emitir dictámenes en alrededor de 60,000 casos al año.

Además, los hispanos conforman apenas el 2% de los jueces en los tribunales de menor instancia.

En declaraciones a Noticias Telemundo, Irene Oria, presidenta nacional de la Asociación Nacional de la Barra de Abogados Hispanos (HNBA, por su sigla en inglés), señaló que, bajo la Administración Trump, el número total de nombramientos judiciales con diversidad étnica “ha bajado drásticamente” desde los gobiernos de Obama y del presidente George W. Bush.

La HNBA celebró, no obstante, el nombramiento de jueces hispanos en los últimos años, incluyendo recientemente a Barbara Lagoa, para el onceavo tribunal de apelaciones.

“Mientras nuestra nación continúa creciendo en materia de diversidad, no podemos ignorar ni el papel clave de jueces que provienen de diversos entornos y experiencias, ni las consecuencias derivadas de su ausencia”, advirtió Oria.

Por su parte, Leila Levi, presidenta de la Barra de Abogados Hispanos en la capital estadounidense, expresó decepción de que no haya ni un juez hispano en los tribunales de circuito, pese a que la comunidad latina tiene profesionales de leyes con talento y grandes contribuciones. 

La falta de diversidad en los tribunales federales "contribuye a dictámenes que podrían avanzar políticas" que perjudiquen a minorías, mujeres, y miembros de la comunidad homosexual, advirtió Levi.

"Urgimos a la Administración a que cambie de rumbo, y realice esfuerzos concertados y sostenidos para que los tribunales federales reflejen la diversidad de nuestro país", aconsejó la experta.

Un análisis del “Congressional Research Service”, divulgado en marzo pasado, indicó que Obama y Bush se destacaron por la diversidad étnica y racial de sus nombramientos en las cortes de circuito.  

Los jueces afroamericanos o hispanos conformaron el 27% de los nombramientos de Obama para tribunales de circuito, y el 15% de los nombramientos bajo la Administración Bush.

Según un informe del "Centro para el Progreso Estadounidense" (CAP, por su sigla en inglés), el 80% de todos los jueces federales son blancos, y el 73% son hombres, algo que no refleja el cambio rostro de la nación.

Los latinos conforman el 6,6% de los jueces en funciones y el 9% en las cortes federales, pese a que son poco más del 18% de la población.  Sólo hay 16 latinos en tribunales de apelaciones, o apenas el 5,5% del total, y 73 en los tribunales distritales, o el 6,9% del total.

En el Tribunal Supremo de EEUU, sólo está la jueza de origen boricua, Sonia Sotomayor, nombraba por Obama en 2009.

En el acto,  Trump se jactó de que ha superado a Obama en la cifra de jueces confirmados, sin mencionar que eso se debe en buena medida al bloqueo de McConnell y su bancada.

De hecho, dirigiéndose a Trump, McConnell se regodeó de su buen “tino” de no permitir el voto de confirmación en 2016 del juez Merrick Garland, nombrado por Obama para reemplazar al fallecido juez conservador, Antonin Scalia, en el Tribunal Supremo.

La designación de jueces es “una de las muchas formas en que usted está ayudando a hacer a EEUU grande de nuevo”, agregó McConnell, en alusión al eslogan de su campaña presidencial de 2016.

La ceremonia, seguida por otros dos votos de confirmación de jueces en el pleno del Senado, llamó la atención porque contó con la participación de líderes republicanos que Trump necesitará en el supuesto de que los demócratas inicien un juicio político para destituirlo.

Bajo la Constitución, el presidente tiene la autoridad de nombrar a jueces pero éstos requieren la confirmación del Senado.

A través de la historia y hasta el año 2000, el proceso de confirmación había funcionado libre de discordia y politización pero, según lamentó la conservadora Fundación Heritage, el bloqueo de jueces en todos los niveles del sistema judicial se ha convertido en una práctica común.

Grupos defensores de los derechos civiles condenaron que, en su opinión, Trump y los republicanos estén poblando las cortes con ideólogos extremistas que, por ejemplo, pondrían en riesgo los avances en materia de derechos civiles y derechos reproductivos.

Vanita Gupta, presidenta y principal ejecutiva de “Leadership Conference on Civil and Human Rights”, dijo que la mayoría de los jueces nominados por Trump tienen un amplio historial de “hostilidad hacia los derechos civiles y humanos, no han demostrado que son justos e independientes, y demasiados de ellos no están cualificados” para ocupar el cargo.  

McConnell y el resto de los republicanos en el Senado “están transformando nuestros tribunales federales porque su agenda es un fracaso en el Congreso y entre la opinión pública” y, anteponer los intereses de un partido a los del país, “no es motivo de celebración”, enfatizó Gupta.