WASHINGTON.— El presidente Donald Trump se ha quejado en el pasado de que Latinoamérica sólo manda “lo peor” a Estados Unidos, pero este lunes derrochó elogios sobre el campeón de la Serie Mundial de béisbol, los Washington Nationals, dirigido y compuesto en buena parte por peloteros latinos.
Ante un mar de gorras y camisetas rojas de unos 5,300 fánaticos, Trump recibió en el pórtico sur de la Casa Blanca a los Washington Nationals, que lograron su primerísimo campeonato de béisbol frente los Astros de Houston, con un marcador de 6-2, el miércoles pasado.
El equipo ganó cuatro de los siete partidos jugados en esta serie, todos fuera de casa.
“Por primera vez en casi 100 años, la capital de nuestra nación está celebrando una victoria en la Serie Mundial. La última vez que Washington DC fue sede de los campeones de la Serie Mundial, el presidente era un hombre llamado Calvin Coolidge”, afirmó Trump, un confeso “fan total” del deporte.
“Dieron el corazón. Será la primera de muchas, yo vaticino”, dijo Trump, al referirse a futuras victorias del equipo capitalino.
El mandatario hizo varias bromas sobre la cifra “récord” de personas agolpadas en el césped sur de la Casa Blanca, sobre su posible juicio político, y sobre la cabellera de algunos jugadores, como Juan Soto, de 21 años.
“Estados Unidos se enamoró del béisbol de los Nats… solo de eso querían hablar, de eso y del juicio político. Me gusta el béisbol de los Nats muchísimo más”, bromeó.
Alentados por Trump, Soto y otros peloteros, como Howie Kendrick, Aníbal Sánchez, Asdrúbal Cabrera, y Stephen Strasbourg, hicieron declaraciones desde el podio, puntualizadas por ruidosos aplausos y porras del público.
La ceremonia en la Casa Blanca adquirió un ambiente de fiesta, mientras una banda militar tocaba temas patrióticos y la inconfundible canción “Baby Shark”, que se ha convertido una especie de segundo himno del equipo.
Entre los invitados figuró Alfonso Aguilar, presidente de la Alianza Latina para Principios Conservadores, quien dijo a Noticias Telemundo que “la victoria de los Nationals es una con sabor latino, y esto se vio claramente hoy en la Casa Blanca” con las declaraciones de los peloteros latinos .
“La contribución de los hispanos en el béisbol es evidencia y símbolo, a la vez, de cómo los hispanos están aportando grandemente en un sinnúmero de áreas y sectores de la vida y cultura de los Estados Unidos”, subrayó Aguilar, extitular de la Oficina de Servicios de Inmigración y Ciudadanía durante la Administración Bush.
En 2017, los latinos conformaron el 31,9% de las Grandes Ligas de Béisbol, el mayor porcentaje en la historia de la organización, según un blog de la Biblioteca del Congreso. Los latinos están representados en todos los equipos de las Grandes Ligas, donde al menos cada uno tiene a peloteros extranjeros.
Visiblemente emocionado, el gerente del equipo, el puertorriqueño David Martínez, describió la lucha cuesta arriba de los Washington Nationals para coronarse campeones porque, durante la temporada regular, muchas veces estuvieron a punto de quedar varados en el camino.
“Algunos dicen que la adversidad crea carácter. Tenemos muchos caracteres”, dijo Martínez, con la voz entrecortada.
Los Washington Nationals ganaron el séptimo partido gracias a sendos jonrones de Anthony Rendon y Howie Kendrick.
Se trató de la primera vez que los Washington Nationals participan en la Serie Mundial en sus 51 años de vida, incluso cuando ostentaban el nombre de los “Montreal Expos”. Lograr el codiciado trofeo en su primera participación es una faena que sólo había conseguido el equipo de los Angels en 2002.
Pero el acto no estuvo libre de polémica, ante la ausencia de varios miembros del equipo capitalino, como Rendón, Sean Doolittle, Víctor Robles, Michael Taylor, Joe Ross, Wander Suero, Javier Guerra y Wilmer Difo.
Doolittle, uno de los lanzadores del equipo, había dicho al diario The Washington Post que no asistiría a la ceremonia con Trump debido a su “retórica divisoria” contra los inmigrantes y su gestión de las relaciones raciales en EEUU.
“La gente dice que debía ir porque se trata de respetar la oficina de la presidencia. Pero pienso que a lo largo de su mandato, (Trump) ha hecho muchas cosas que quizá no demuestren respeto a la oficina”, argumentó Doolittle.
Durante y desde su contienda presidencial en 2016, Trump ha generado críticas por su retórica anti-inmigrante y por argumentar que México y otros países de la región sólo mandan “lo peor”.
En enero de 2018, durante una reunión privada con miembros de su Gabinete y legisladores de ambos partidos, Trump calificó a Haití, El Salvador y varios países de Africa “países de mierda”, y destacó su preferencia por inmigrantes de Noruega y otros países nórdicos.
En esa ocasión, la Casa Blanca no desmintió directamente lo trascendido en ese encuentro, pero defendió la agenda migratoria de Trump.
La ceremonia al aire libre hoy sirvió de respiro al mandatario, perseguido por la sombra de la investigación preliminar para su posible juicio político, y el dictamen de un tribunal de Nueva York que le exige divulgar sus declaraciones de impuestos.