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Las “fronteras abiertas” son una puerta a la bonanza global, asegura autor de novela gráfica

En su novela gráfica, el economista Bryan Caplan desbanca con humor y sencillez los mitos de que los inmigrantes roban empleos, deprimen salarios o aumentan la criminalidad.

WASHINGTON.— Las “fronteras abiertas” no son la pesadilla que venden el presidente, Donald Trump, y sus aliados conservadores, sino una puerta hacia la bonanza económica mundial,  y los legisladores deben apoyar la llegada de más inmigrantes, argumentó este lunes el economista libertario, Bryan Caplan.

A través de una colorida novela gráfica, titulada “Fronteras abiertas: la ciencia y ética de la inmigración”, Caplan explica con humor y sencillez el complejo andamiaje del fenómeno migratorio y argumenta que Estados Unidos debe dar la bienvenida a los inmigrantes, no temerles ni cerrarles las puertas.

Su novela, publicada este año, da una contundente respuesta a quienes, desde el Congreso y la Casa Blanca, promueven un mayor combate a los cruces ilegales en la frontera sur y más restricciones a la inmigración legal.

La semana pasada, Trump autorizó una reducción a 18,000 en el tope anual para el ingreso de refugiados, y este lunes ha anunciado más restricciones para los solicitantes de asilo, restringiendo permisos de trabajo para los solicitantes mexicanos.

En entrevista con Noticias Telemundo, Caplan argumentó que poner candado a la inmigración, incluso de personas con bajas destrezas laborales, sería una “oportunidad perdida” porque los inmigrantes no merecen vivir atrapados en lugares sin oportunidades y la economía de EEUU necesita del talento de todos. 

“La mayoría de los inmigrantes con bajas destrezas laborales son extremadamente útiles; no tienes que ser (el científico Albert) Einstein para ser miembro productivo y útil de la sociedad, y no significa que no eres un ser humano con derechos básicos humanos”, dijo Caplan, horas antes de participar en un panel sobre inmigración del Instituto Cato.

“Los inmigrantes no están destruyendo empleos; los están creando… los inmigrantes realizan trabajos que simplemente no existirán si eso dependiera de los estadounidenses”, enfatizó Caplan, profesor de economía de la Universidad George Mason.

Según Caplan, hay un creciente “apartheid global”, sólo que ahora, en vez de frenar el libre movimiento de personas por su raza -como ocurrió en Sudáfrica-, se pretende restringir el paso de migrantes por nacionalidad.

“Si naciste en México o Haití y quieres trabajar fuera de tu país, tienes que solicitar una visa, pero eso es casi imposible conseguir. A menos que tengas un familiar sanguíneo cercano, o eres un ingeniero aeroespacial o un jugador de las Grandes Ligas de Béisbol, pasarás esperando el resto de tu vida para conseguir permiso para vivir legalmente en EEUU”, observó Caplan.

Caplan señaló que es un mito que los demócratas estén apoyando una política de “fronteras abiertas”, como argumenta sin cansancio Trump en su cuenta en Twitter. La diferencia, respecto a otros gobiernos en el último siglo, es que la Administración Trump habla más fuerte y con más agresividad, dijo.

Las olas “anti-inmigrantes” en EEUU siempre han tenido un cariz racial, con o sin una recesión económica, y la que ahora promueven grupos ultranacionalistas no es muy distinta pero sigue siendo un error, aseguró.

El temor a los inmigrantes -y el falso argumento de que aumentan la criminalidad o deprimen los salarios- no se apoya en datos reales, sino en hechos aislados que añaden leña al debate migratorio, como ocurrió tras los atentados del 9/11.

“Es como cuando la gente se asusta más con un accidente aéreo, pese a que hay más accidentes con coches, pero un accidente en avión es mucho más impactante”, señaló.

Aunque grupos progresistas durante años han destacado las contribuciones económicas e historias de éxito de los inmigrantes, entre éstos los dreamers o “soñadores”, “es más difícil que la gente se entusiasme con cosas positivas que con cosas negativas”, explicó.

Para Caplan, proponer la eliminación de robots y máquinas para salvar empleos es tan “absurdo” y “equivocado” como querer restringir la entrada de inmigrantes que crean riqueza y desarrollan su potencial en este país.

Por otra parte, el experto señaló que, si promover la prosperidad en América Latina ayuda a reducir la emigración ilegal, Chile es uno de los principales “ejemplos de éxito a seguir”, y el país sudamericano lo consiguió mediante políticas de libre mercado.

Venezuela, en cambio, “es un modelo de desastre total, y correspondería ser más como Chile y mucho menos como Venezuela”, acotó.

La novela gráfica, ilustrada por el caricaturista Zach Weinersmith, ofrece en ocho capítulos argumentos sólidos sobre las contribuciones de la inmigración, y las falencias del proteccionismo. Sus más de 211 páginas están repletas de datos que desbancan los mitos de grupos opuestos a la inmigración.

Si a los conservadores les preocupa que los inmigrantes sean una “carga” y traigan otros males, los billones de dólares de ganancias derivadas de las “fronteras abiertas” superan con creces cualquier cálculo posible daño, indicó el libro.

 “Las fronteras abiertas no destruirán nuestra libertad. Traerán libertad a toda la humanidad”, aseguró el personaje principal.

Caplan promueve su novela gráfica en charlas, debates y foros en centros de estudios. Pero también quiere que contribuya al debate migratorio en el Congreso, aunque vaticinó que no habrá avance hacia una reforma migratoria integral con Trump en la Casa Blanca.

Caplan dice que escribió la novela gráfica “simplemente para decir la verdad” sobre el fenómeno migratorio, sin exageraciones, porque “el cielo no se está cayendo” y, a su juicio, la idea de las “fronteras abiertas” no es descabellada.

“Estamos ante una terrible oportunidad perdida: hay centenares de millones de personas que podrían tener una gran vida acá, y no hay razón alguna para no dejarlos entrar, pero no lo estamos haciendo. ¿Por qué no?, puntualizó Caplan.