La Corte de Apelaciones del Segundo Distrito ha dictaminado este lunes que el presidente, Donald Trump, deberá entregar sus declaraciones de impuestos de los último ocho años, tanto personales como de su empresa, a la Fiscalía de Nueva York, dentro de la investigación criminal que se desarrolla en su contra.
El fiscal de Nueva York, Cyrus Vance, exigió a Trump que entregara todos sus documentos fiscales entre 2011 y 2018, dentro de una investigación secreta sobre los negocios del presidente y su familia de la que apenas se conocen detalles.
Trump demandó al fiscal ante una corte de Manhattan (Nueva York), alegando que un presidente en funciones no puede ser sometido a una investigación criminal.
Uno de sus abogados, William Consovoy, llegó a afirmar que el presidente tiene inmunidad mientras esté en la Casa Blanca, y ni siquiera podría ser procesado aunque matara a alguien a tiros en la Quinta Avenida. Este comentario reverbera el que el propio Trump hizo en el pasado para asegurar que no perdería ni un solo voto aunque matara a alguien en esa misma calle neoyorquina.
En septiembre, Trump cambió su residencia oficial de Manhattan, donde él y su padre antes de él habían hecho fortuna, por la ciudad de Palm Beach, en Florida. Alegó que, aunque amaba Nueva York y a los neoyorquinos, había sido maltratado por los líderes políticos de esa ciudad y estado (demócratas).
“No es que Trump pague impuestos aquí de todas formas”, escribió el gobernador, Andrew Cuomo, en la red social Twitter, “es todo vuestro, Florida”.
Trump deberá pasar menos de 184 días al año en Nueva York para dejar de ser considerado neoyorquino a efectos fiscales. En Florida, en cambio, no deberá pagar impuestos estatales (porque no hay).