California lleva semanas incandescente. Incendios han arrasado varias partes del estado, alimentados por condiciones meteorológicas desfavorables; los fuertes vientos y el clima seco hacen que cualquier chispa, también no intencionada, pueda desencadenar graves consecuencias.
Así ocurrió en el caso de uno de los incendios que han afectado a los residentes del área de Los Ángeles en las últimas 48 horas, en concreto, en el condado de Riverside. Un carro huía de la policía, cuyos agentes sospechaban que fuera robado, pero se estrelló en un campo, según explicaron las autoridades. El calor que salió de sus ruedas prendió un fuego que en pocas horas consumió 300 acres y obligó a ejecutar evacuaciones de residentes.
A lo largo del jueves, los vientos han perdido intensidad, pero la emergencia no ha terminado. En las últimas horas de la tarde, un nuevo incendio inició en el condado de Ventura, al norte de Los Ángeles. En tan solo unas horas arrasó 5.000 acres. Actualmente tiene preocupadas a las autoridades, quienes ordenaron a 7.500 personas que abandonaran sus hogares
Al menos 400 bomberos se apresuraron para enfrentarse a este nuevo incendio, que de momento no ha causado víctimas, según las autoridades locales. Algunos vecinos reviven el drama que ya conocieron hace dos años, cuando el incendio Thomas provocó la muerte de dos personas y destruyó más de 1.000 edificaciones en la misma zona.
"Ha comenzado en un rincón muy pequeño y, en cuestión de minutos,ya se había expandido de manera muy rápida", dijo a NBC Los Ángeles Davawn Escobar, mientras que las llamas se podían ver cerca de ella en una ladera.
John McNail, asistente jefe de los bomberos del condado de Ventura, aseguró que este nuevo fuego, bautizado, Maria, no será tan devastador como el de Thomas. Las condiciones en la zona se mantienen peligrosas ya que se prevén ráfagas de vientos de hasta 25 millas por hora. De momento el incendio está contenido en un 0%.
The Associated Press afirma que la buena noticia de este jueves fue que los vientos secos y peligrosos que barrieron ambos extremos del estado esta semana habían disminuido en su mayoría. Los meteorólogos prevén que la semana que viene será más tranquila.
Con un clima más plácido, los equipos de emergencia pudieron avanzar en la contención de varios incendios forestales que afectaron tanto el sur como el norte de California. Por ejemplo, en el condado de Sonora, al norte de San Francisco, casi 200.000 residentes ya habían obtenido el permiso para regresar a sus casas después de que el peor incendio de las últimas semanas quemara más de 75.000 acres en el área.
En los últimos días hubo varios incendios en algunas zonas de Los Ángeles y otras áreas del sur de California. Este miércoles, por ejemplo, uno que inició en Simi Valley amenazó directamente a la biblioteca presidencial Ronald Reagan: las llamas llegaron a pocos metros de este tesoro, antes de que los bomberos consiguieran echarlo para atrás.
Otro incendio afectó el condado de San Bernardino, donde se evacuaron a 1.300 residentes el jueves antes de que se consiguiera contener parcialmente las llamas y permitir a esos vecinos regresar a sus hogares.
El hecho de que las posibles causas de incendios se multipliquen cuando las condiciones meteorológicas no son favorables alertaron a las compañías eléctricas del estado.
En la última semana, más de 2,5 millones de personas se quedaron sin luz en algún momento por apagones preventivos programados con el objetivo de reducir la posibilidad de que averías en la red eléctrica generaran situaciones peligrosas (la mayoría de los clientes ya había vuelto a tener energía este jueves).
De hecho, justamente esa es la causa sospechada o confirmada de algunos de los incendios de esos días, entre ellos el de Sonoma y el de Simi Valley. Pero como demuestra en cambio el que afectó al condado de Riverside a partir de la noche entre miércoles y jueves, también puede tratarse de otros motivos.
Este fuego, bautizado 46 Fire, se señaló a las 12.39 am del jueves, cuenta el Los Angeles Times. Los agentes de la policía intentaron detener el vehículo sospechoso de ser robado, pero el conductor aceleró y huyó, aunque su fuga no se prolongó mucho, ya que se estrelló poco después. Tanto el hombre al volante como su acompañante fueron arrestados después del accidente.
El incendio que se generó a continuación tuvo graves consecuencias. Las autoridades del condado tuvieron que emitir una declaración de emergencia, y el gobernador de California, Gavin Newsom, concedió ayudas federales. Varios animales estuvieron amenazados. Y distintas escuelas del condado suspendieron las clases.
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