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Cámara de Representantes formaliza proceso de juicio político contra Trump

Cámara de Representantes, bajo control demócrata, aprueba resolución para codificar y formalizar investigación para posible juicio político contra Trump

WASHINGTON.— La Cámara de Representantes aprobó este jueves, mayormente sobre líneas partidistas, una resolución histórica que abre la puerta a un posible juicio político contra el presidente Donald Trump por abuso de poder para beneficio propio, en medio de protestas de los republicanos sobre la presunta “farsa” del proceso.

Con una votación de 232-196, la Cámara Baja aprobó la resolución “H. Res 660” que formaliza y codifica la investigación y da el pistoletazo a audiencias públicas, para determinar si hay suficientes elementos para iniciar un juicio político para destituir a Trump.

Ningún republicano votó a favor de la medida, como estaba previsto, y sólo dos demócratas votaron en contra, Collin C. Peterson, de Minesota, y Jeff Van Drew, de Nueva Jersey.

Flanqueada por la bandera estadounidense, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, dio un discurso de casi 9 minutos sobre la Constitución y defendió la investigación preliminar iniciada hace 38 días por su bancada contra ataques republicanos de que ha sido un proceso partidista y “amañado”.

“No sé por qué los republicanos le temen a la verdad. Este voto es por la verdad, y lo que está en juego no es otra cosa que la defensa de nuestra democracia”, afirmó Pelosi, quien generó ruidosos aplausos.

Por su parte, el líder de la minoría republicana en la Cámara Baja, Kevin McCarthy, acusó a los demócratas de “abuso de poder” y de “aprobar más citaciones judiciales que leyes”.

Apoyado por aplausos de su bancada, McCarthy también enumeró la lista de asuntos que el Congreso ha aparcado por una investigación partidista, incluyendo el nuevo presupuesto del gobierno, y el acuerdo comercial con México y Canadá.

“No estamos trabajando por el pueblo estadounidense… los demócratas están en una campaña permanente para minar la legitimidad (de Trump). Temen que no pueden vencerlo en las urnas”, argumentó McCarthy.

Antes del voto sobre la resolución, la Cámara rechazó una medida que hubiese permitido a los republicanos enmendarla.

Se trata del primer voto semejante en casi 21 años, después de que el Congreso aprobara, en diciembre de 1998, el juicio político contra el entonces presidente Bill Clinton, por mentir sobre su relación extramarital con la becaria, Monica Lewinsky. Clinton fue absuelto de perjurio y obstrucción de justicia en febrero de 1999.

Trump siguió de cerca el voto y de nuevo lo calificó como "la mayor cacería de brujas en la historia estadounidense". 

 Los siguientes pasos

La resolución, aprobada en cinco minutos, da el pistoletazo para las audiencias públicas, tras varias semanas de reuniones privadas en un salón de máxima seguridad en el Capitolio, en las que también han participado legisladores republicanos.

La medida promete transparencia en el proceso; autoriza la publicación de testimonios bajo juramento, y establece las reglas y procedimientos respecto al manejo de pruebas recabadas contra Trump. También establece los derechos de la minoría republicana en todo el proceso.

Si los demócratas deciden elaborar cargos formales contra Trump, éstos serían presentados previsiblemente para fines de año, según fuentes legislativas.

Al explicar el alcance de la investigación, el legislador demócrata, Hakeem Jeffries, dejó en claro que los partidos “no trabajan” para ningún presidente y que los fundadores del país crearon el proceso de juicio político porque no quería “dictadores ni monarcas”.

“Nadie está por encima de la ley”, afirmó Jeffries.

Voces latinas en el debate

La mayoría de los legisladores latinos, agrupados en el Caucus Hispano del Congreso (CHC, por su sigla en inglés), también votaron a favor de la resolución contra Trump.

“Estamos acá por culpa del presidente, sus acciones, y cómo ha arriesgado nuestra seguridad nacional para su propia ganancia política”, dijo el legislador demócrata de Nuevo México, Ben Ray Luján.

Por su parte, la legisladora demócrata por California, Norma Torres, dijo que el juicio político es asunto grave y cuando Trump pone en riesgo la seguridad nacional, “no nos deja ninguna otra opción”.

Trump “presionó a un gobierno extranjero a interferir en nuestra elección e investigar a su rival político”, e intentó sacar posible ventaja política de ese país, al que sugirió una reunión en la Casa Blanca y condicionó ayuda financiera, argumentó.

Torres mostró una foto en blanco y negro de Trump, con una frase lapidaria de su llamada con el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, el pasado 25 de julio: “pero haznos un favor”.

Esa llamada fue el detonante de la investigación en curso que, según los demócratas, demuestra las presiones de Trump para que Ucrania investigase a su rival en la contienda de 2020, el exvicepresidente, Joe Biden.

La votación se produjo horas antes de que Tim Morrison, un experto en Rusia en el Consejo de Seguridad Nacional, ofreciera testimonio para corroborar los esfuerzos de la Administración por presionar a Ucrania a investigar a Biden. 

Discordias sobre el proceso

Uno tras otro, los republicanos rechazaron la resolución y todo el proceso, que calificaron como una “farsa”, un ejercicio “partidista”,  “secreto” y carente del debido proceso, y una “distracción” de los asuntos más apremiantes del país.

La legisladora republicana por Wyoming, Liz Cheney, advirtió que, de cara a los comicios generales de 2020, los votantes le pasarán factura a los demócratas por “un proceso político partidista” y por desviar la atención y recursos de las tareas inconclusas en el Congreso.

Pero el legislador demócrata por Massachusetts y presidente del Comité de Reglas, Jim McGovern, replicó que la Casa Blanca ha rechazado facilitar documentos y testimonios, y ha bloqueado todo esfuerzo por llegar al fondo de la verdad sobre el escándalo en torno a Ucrania.

De producirse el juicio político, el proceso constitucional dicta que el Senado realice el juicio, a cargo del presidente del Tribunal Supremo. La destitución requeriría el "sí" de dos tercios del Senado. 

Los republicanos, que controlan el Senado,  se han puesto del lado de Trump al denunciar la "farsa" del proceso.