MADRID.- El Gobierno español ha llevado a cabo hoy la exhumación de Francisco Franco, militar que participó en un golpe de Estado en 1936, lidero una cruenta guerra civil con hasta dos millones de muertos y cientos de miles de exiliados, y luego encabezó una dictadura hasta su muerte en 1975.
Fue enterrado con honores de jefe de Estado en un valle montañoso ubicado a pocos kilómetros de la capital, Madrid, en un monumento que él mismo quiso levantar “para perpetuar la memoria de los caídos”. Lo construyeron presos políticos, y en él se enterraron también los muertos bajo su guerra o dictadura.
Hoy, 44 años después, y con cierta polémica social aunque España ya es un país democrático, pacífico y consolidado, el Gobierno en funciones (hay elecciones en un mes), liderado por el socialista Pedro Sánchez, ha ejecutado la exhumación y traslado de sus restos para ser enterrados en un cementerio cercano.
El mausoleo donde hasta ahora descansaban sus restos, conocido como Valle de los Caídos y actualmente considerado patrimonio nacional, es un lugar simbólico de la herida que dejó ese conflicto fratricida y la represión bajo un régimen autoritario.
Además del dictador y de otro ilustre líder de su facción, allí se guardan los cuerpos de miles de partidarios de ambos bandos en la guerra, el bautizado como nacional y el republicano.
Este último, el perdedor, defendía a la República, el ordenamiento jurídico oficial del estado español de aquel entonces (en los años treinta del siglo XX). El primero, liderado por algunos militares, se sublevó e intentó un golpe de estado.
Tras casi tres años de enfrentamientos, los nacionales ganaron e impusieron una dictadura de derechas fuertemente inspirada en los valores del catolicismo más conservador: Franco veía la guerra y el régimen impuesto tras ella como una especie de cruzada religiosa contra las tendencias anarquistas, izquierdistas y seculares en España, explica la agencia de noticias The Associated Press.
Muchos republicanos tuvieron que exiliarse, fundamentalmente en México y otros países latinoamericanos. Algunos pudieron volver solo muchos años después; otros, nunca regresaron. Un número todavía no determinado oficialmente (se habla de varias decenas de miles), muchas de ellas represaliadas por el régimen, yacen aún hoy en día enterrado en fosas comunes.
España se mantuvo durante muchos años en una posición de aislamiento respecto a la comunidad internacional. Se integró a la Unión Europea más de una década después de la muerte del dictador. Tras la dictadura, se estableció una monarquía parlamentaria. El padre del actual rey Felipe VI, el rey emérito Juan Carlos I, sucedió a Franco en el máximo cargo del estado.
Para muchos españoles, la presencia de los restos de Franco en el Valle de los Caídos ha sido hasta hoy objeto de polémica por el hecho de que el exdictador siguiera en un lugar de honor en vez que en un lugar más discreto.
Apenas unos cientos de personas (en un país de casi 50 millones de habitantes) han seguido conmemorando el aniversario de su muerte el 20 de noviembre de 1975 en la Plaza de Oriente de Madrid y en el mausoleo del Valle de los Caídos.
Tras años de debate, en 2018 el Gobierno del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) —actualmente en funciones a la espera de que haya elecciones generales en noviembre— decidió que había llegado el momento de exhumar el cuerpo del dictador y enterrarlo en un sitio más discreto y privado.
La decisión ha sido criticada duramente por los familiares de Franco, los tres principales partidos de derecha de España y algunos miembros de la Iglesia Católica por abrir viejas heridas políticas.
La operación se ha llevado a cabo este jueves cuando técnicos especializados extrajeron el ataúd con los restos de Franco desde la basílica colocada en el centro del Valle de los Caídos donde estaba enterrado. Después, el ataúd se cargó en un helicóptero del ejército español para trasladarlo al cementerio de El Pardo, en Madrid, donde se va a enterrar junto al de su esposa Carmen Polo, sepultada allí desde 1988.
A las puertas de este camposanto había simpatizantes del dictador que coreaban su nombre, así como proclamas en contra del presidente del Gobierno español en funciones, el socialista Pedro Sánchez, según la agencia de noticias Efe.
Por decisión de la familia, y a pesar de los daños que presenta, los restos han sido portados por algunos familiares en el féretro original, tapado con una tela de color marrón y un pendón con el escudo personal de Franco como jefe del Estado, así como una corona con la bandera de España y la leyenda "Tu familia".
RELACIONADAS
"Viva Franco y viva España y te vas a ir pidiendo limosna" dice española a inmigrante