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Una niña latina de 2 años quería ser una estrella de cine. Una bala perdida le arrancó su sueño

"Estoy devastada". Una niña de dos años murió en los brazos de su madre cuando una bala perdida la impactó en la cabeza. Ambas estaban en su casa en Filadelfia.

Una menor de apenas 2 años perdió la vida después de que una bala perdida la hiriera en la tarde del domingo dentro de su casa en un barrio del norte de Filadelfia.

Nicolette Rivera estaba en los brazos de su madre, de origen puertorriqueño, cuando un individuo disparó al menos siete veces con un rifle de asalto en la puerta y ventana delantera del domicilio.

Una de esas balas llegó hasta la parte posterior de su cabeza; otras hirieron a su madre en el lado derecho de la cabeza y la espalda. La menor fue declarada muerta en su casa.

“Estoy devastada sin mi hija, pero tengo otros dos hijos por los que tengo que ser fuerte”, dijo la madre, de 24 años, quien pidió no ser identificada por temor a represalias, reportó NBC Philadelphia.

Un contratista que se encontraba en el interior de la casa limpiando las alfombras también recibió un disparo en el estómago y fue llevado en estado crítico al hospital de la Universidad de Temple.  

La comisionada de la policía, Christine M. Coultier, señaló que la vivienda fue el objeto del ataque y que el sospechoso probablemente había huido a pie.

“Fue la única casa afectada. Hubo seis o siete balas que atravesaron la casa. Sería mucha coincidencia si ese no fuera el lugar en donde querían disparar”, dijo.

La niña Rivera había sido descrita como “una estrella”. Su madre aseguró que “era la luz de su casa, la de su papá y hermanos”.

La madre explicó que el incidente sucedió tan rápido que solo se dio cuenta de lo que estaba pasando cuando “estaba en el hospital con mi niña en brazos y me la arrebataron”.

Las autoridades están ofreciendo una recompensa de 30.000 dólares por alguna información valiosa que pueda conducir al arresto del culpable. Para testimonios anónimos, puede llamar a la línea de información 215-686-TIPS.

Este fin de semana fue convulso para Filadelfia, menos de 24 horas del incidente que terminó con la vida de Rivera, otro tiroteo dejó en estado muy crítico a un menor de 11 meses que viajaba en el asiento trasero del auto de su madrastra.

La mujer conducía el sábado en la noche por el norte de la ciudad cuando escuchó disparos y decidió continuar manejando para salir de la zona. Diez minutos después se percató de que el auto había sido impactado por cinco disparos y que el niño recibido tres en la cabeza, el pecho y el trasero, reportó NBC Philadelphia.

"Los habitantes de Filadelfia no deberían vivir con miedo a la violencia que podría quitarle la vida a un niño, pero para muchos esto es una triste realidad", dijo el alcalde de la ciudad, Jim Kenney.

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