IE 11 is not supported. For an optimal experience visit our site on another browser.

Justin Trudeau gana las elecciones en Canadá y se sobrepone a los escándalos, pero pierde la mayoría

El primer ministro canadiense ha asegurado sufientes votos para que su Partido Liberal forme una coalición de gobierno, según las proyecciones electorales de la emisora estatal CBC.

Justin Trudeau ha ganado las elecciones de Canadá y revalida un segundo mandato como primer ministro, pero sin revalidar la mayoría absoluta y perdiendo el voto popular. Trudeau supera así los recientes escándalos que habían empañado su posición como líder de la política progresista en una era de creciente nacionalismo, según las proyecciones de la Canadian Broadcasting Corporation (CBC) este lunes por la noche.

​​​Trudeau, de 47 años, obtuvo una victoria mucho más dominante en 2015, poniendo fin al control de nueve años del Partido Conservador sobre el poder. El resultado supone que Trudeau tendrá que buscar apoyos puntuales de los partidos de la oposición para sacar adelante sus propuestas legislativas, ya que en Canadá no existe tradición de gobiernos de coalición, una circunstancia que nunca se ha producido en el país a nivel federal.

El mandatario aseguró que ha "escuchado el mensaje" de los ciudadanos. Según los resultados provisionales, el Partido Liberal (PL) de Trudeau obtendrá 156 de los 338 diputados de la Cámara Baja del Parlamento, 14 menos de los necesarios para gobernar sin el apoyo de otros grupos políticos. En las elecciones de 2015, los liberales obtuvieron 184 escaños.

El Partido Conservador (PC) logró 122 diputados, frente a los 99 de 2015. Por detrás han quedado el soberanista Bloque Quebequés (BQ), con 32 diputados; el socialdemócrata Nuevo Partido Democráta (NPD), con 24; el Partido Verde, con 3 y un independiente. El gran vencedor de la noche ha sido el separatista BQ, que ha pasado de 10 a 32 diputados.

A pesar de que los liberales han obtenido 34 diputados más que los conservadores, el PC consiguió más votos que el PL: 6 millones, o un 34,5 % de las papeletas emitidas, frente a 5,7 millones o el 33 %.

Trudeau se pronunció a través de Twitter sobre su victoria: "Gracias, Canadá, por confiar en nuestro equipo y por tener fe en nosotros para mover a este país en la dirección correcta. Independientemente de cómo emita su voto, nuestro equipo trabajará arduamente para todos los canadienses"

Y el presidente de los EEUU, Donald Trump, felicitó Trudeau a través de Twitter, asegurando que espera trabajar conjuntamente para "la mejoría de los dos países".

En un discurso ante sus seguidores en Montreal tras confirmarse la victoria liberal, Trudeau extendió su mano a las provincias de Quebec y Alberta, donde el PL perdió una parte sustancial de apoyo popular. "Queridos quebequeses, he oído el mensaje", afirmó Trudeau para añadir que el resultado deja claro que la provincia francófona quiere seguir siendo parte de Canadá, a pesar de que el BQ ha triplicado su apoyo.

Trudeau explicó ese aumento del apoyo al BQ responde al interés de los quebequeses de que su voz "se oiga más en Ottawa", algo a lo que se comprometió a hacer.

Sobre Alberta y Saskatchewan, las dos provincias del oeste que han votado de forma masiva al PC y donde los liberales no han obtenido ningún diputado, Trudeau dijo que "oímos su frustración" y que su Gobierno trabajará "para unir el país".

Pero también dejó claro que los canadienses "han votado por una agenda progresista y de acción contra la crisis climática" y que ese será el cometido de los diputados liberales.

El líder del BQ, Yves-Francois Blanchet, dejó claro ante sus seguidores en Montreal que la formación que dirige "no quiere participar" en el Gobierno federal, pero que cooperará con otros partidos en aquellas propuestas que beneficien a la provincia francófona.

Blanchet señaló que el BQ se opondrá a la expansión de oleoductos hacia el este del país y añadió que su "trabajo no es hacer que el federalismo canadiense funcione", pero tampoco es impedirlo, a la espera que los quebequeses "elijan otro camino" que haga de Quebec una nación soberana.

Escándalos de la Estrella del Norte

En 84 años, un primer ministro de primer mandato con una mayoría parlamentaria nunca ha perdido la reelección. Su padre, Pierre Elliott Trudeau, ganó la reelección como primer ministro en 1972 y sirvió durante más de 15 años en dos tramos separados.

En los últimos años, Justin Trudeau se ha posicionado como un defensor del progresismo en la era de Donald Trump y el ascenso del populismo de extrema derecha en Europa.

La revista Rolling Stone lo llamó una vez la Estrella del Norte del mundo libre. Dio la bienvenida a los refugiados sirios, presionó por la paridad de género en los puestos del gabinete, legalizó el suicidio asistido y prometió combatir la violencia armada, entre otras refutaciones a la marea conservadora y populista en gran parte de Occidente.

Pero el mes pasado, la campaña de Trudeau se vio sacudida por el escándalo cuando aparecieron imágenes de él disfrazado con maquillaje con la cara marrón cuando era joven. Se disculpó y dijo a los periodistas en septiembre que su comportamiento era "inaceptable", reconociendo que era un acto racista. Las perspectivas del primer ministro se vieron afectadas, y el escándalo debilitó su imagen como defensor de la diversidad racial y la inclusión étnica.

La posición de Trudeau también se debilitó a principios de este año después de que su exfiscal general alegara que la presionó para que dejara de procesar a una importante empresa de ingeniería en Quebec. Trudeau insistió en que estaba protegiendo los trabajos canadienses, pero la apariencia de incorrección sin embargo perjudicó su reputación.

El presidente Barack Obama, tal vez percibiendo que Trudeau estaba en peligro político, la semana pasada hizo un respaldo sin precedentes por parte de un expresidente estadounidense, pidiendo a los canadienses que le dieran a Trudeau un segundo mandato y defendiendo su tipo de política progresista. "Espero que nuestros vecinos del norte lo apoyen para otro mandato", tuiteó Obama el miércoles pasado.

Scheer, un político veterano, fue ampliamente visto por su propio partido como una alternativa tranquila y sin dramas a Trudeau, que goza de estatus de celebridad internacional. Scheer, de 40 años, ha ridiculizado a Trudeau por no ser auténtico y lo criticó por el escándalo de la cara morena y la cara negra.

Según los informes, los partidarios del líder del Partido Conservador corearon "¡enciérrenlo!" en un mitin el sábado, haciendo eco del "¡enciérrala!" que se ha convertido en un estribillo común en las manifestaciones del presidente, Donald Trump, en referencia a la excandidata demócrata a la presidencia Hillary Clinton. Scheer intentó calmar a la ruidosa multitud, alentándolos a cantar "bótenlo".

RELACIONADAS:

La foto racista del primer ministro canadiense que podría echarlo del poder

Asesor de Trump acusa a Canadá de traicionarle y justifica insultos a Trudeau