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Chile suspende el alza del metro que desató furiosas protestas. Tomó medidas represivas sin precedentes desde la dictadura

Las autoridades del país sacaron a las calles al ejército y decretaron el toque de queda en Santiago y en otras áreas

Marcha atrás. El presidente de Chile, Sebastián Piñera, anunció este sábado la suspensión de la subida del precio del metro que desató varios días de protesta creciente en la capital del país, Santiago, hasta estallar en manifestaciones violentas no solo allí, sino también en otras ciudades.

Ante una oleada de actos descontrolados, como saqueos al comercio, destrozos de las estaciones del subterráneo, enfrentamientos con las fuerzas de seguridad e incendios, que el viernes paralizaron Santiago, al día siguiente el Gobierno decretó el estado de emergencia allí y en varios puntos de su región metropolitana. Más tarde, extendió la orden a otras zonas del país, mientras que las autoridades encargadas de la seguridad anunciaron un toque de queda en la capital y en algunas provincias.

Por primera vez desde que el país latinoamericano salió de una dictadura militar en 1990, este sábado el ejército patrulló por las calles de Santiago.

Tanquetas militares y efectivos fuertemente armados se desplegaron durante la tarde en la céntrica Plaza Italia, para hacer frente a manifestaciones que estallaron con fuerza el día anterior tras el aumento de la tarifa del metro, de 800 a 830 pesos (apróximadamente, de 1,13 a 1,17 dólares) en hora punta, pero que después se hicieron eco de otras demandas, en un país con una alta desigualdad social.

"La gente está cansada, está harta y ya no tiene miedo", afirmaba Francisco Vargas, un empleado de 33 años. 

Decenas de manifestante rodearon las tanquetas, y algunos les enrostraron a los efectivos militares fotografías de detenidos desaparecidos durante la dictadura del general Augusto Pinochet, que duró 17 años. 

Tras la paralización del metro, cuya red sufrió graves daños en al menos 78 puntos, las autoridades también suspendieron el servicio de autobuses dejando así a siete millones de personas prácticamente sin transporte público. Tras un incendio provocado durante los disturbios en un supermercado en el sur de la ciudad tres personas fallecieron.

Las protestas se extendieron el sábado también a otras ciudades (20, según The Associated Press). Algunas manifestaciones no estuvieron exentas de violencias: en Valparaíso, por ejemplo, decenas de personas incendiaron en la noche del sábado a la sede del diario más antiguo de Chile, El Mercurio de Valparaíso.

“He escuchado con humildad la voz de mis compatriotas", dijo el presidente Piñera antes de anunciar la suspensión de la subida de tarifas del metro.  “No tendré miedo a seguir escuchando esa voz porque así se construyen las democracias", agregó, y explicó que para poner en marcha la suspensión de ese aumento hace falta la aprobación de una ley urgente. 

Piñera expresó comprensión por las protestas, reconociendo que hay "buenas razones para hacerlo", pero llamó a "manifestarse pacíficamente" y señaló que "nadie tiene derecho para actuar con la brutal violencia delictual" en referencia a los daños en el Metro de Santiago".

También dijo que convocó para la semana que viene una mesa de diálogo amplio "para escuchar la voz de distintos sectores pero sobre todo de los ciudadanos, para satisfacer demandas tan sentidas como el alto costo de la vida, una baja en el premio de los medicamentos y una baja del precio y garantía en el sistema de salud".

Una imagen de las protestas tomada este sábado en Santiago de Chile.
Una imagen de las protestas tomada este sábado en Santiago de Chile. AP / AP

Una imagen de las protestas tomada este sábado en Santiago de Chile. Crédito: AP

CACEROLADAS

El toque de queda decretado por las autoridades empezó en Santiago a las 10.00 pm de este sábado, hora local, y permanecerá válido hasta a las 7 am. En otras zonas, el horario de comienzo establecido fue diferente. Todavía no ha trascendido hasta qué día estará activo.

Esta medida implica que las personas deben mantenerse en sus hogares y aquellas que requieran, por razones de salud o emergencia, moverse por la calle deben solicitar el salvoconducto correspondiente en la comisaría más cercana.

En la capital, el anuncio del toque de queda fue acogido por la gente con caceroladas en algunos cruces, así como en los jardines y balcones, como ocurría en la época dictatorial, dejó más de 3.200 muertos y desaparecidos.

El ministro e Defensa de Chile, Alberto Espina, anunció que desplegará en la madrugada de este domingo a 1.500 efectivos militares más para controlar la situación de disturbios violentos que vive Santiago desde el viernes. 

Con este incremento, serán un total de 9.441 integrantes de las Fuerzas Armadas los que están desplegados en la Región Metropolitana para la salvaguardar de los desmanes algunos lugares estratégicos, así como para sumarse al patrullaje.

Las autoridades anunciaron también las suspensión de clases en los colegios de varias comunas de la capital el lunes. AP afirma que aún no está claro si el metro se volverá a abrir el lunes, un dato importante porque será el día en que mucha gente volverá al trabajo y necesitará maneras de moverse en transporte público.

AMPLIO DESCONTENTO

El país no vive estas protestas. que arrancaron el pasado lunes y fueron lideradas en particular por estudiantes, solo por la intención del Gobierno de subir los precios del metro en la capital, sino que enfrenta también extendidos reclamos contra un modelo económico donde el acceso a la salud y la educación es prácticamente privado, con una alta desigualdad social, bajas pensiones y el alza de los servicios básicos, con una fuerza que ha descolocado al derechista Piñera, que sólo días antes había afirmado que Chile era una especie de "oasis" en la región.

Una fotografía del presidente comiendo pizza con su familia en un restaurante de Santiago en el mismo momento que la capital ardía, azuzó aún más la furia en un país con un largo historial de protestas violentas pero que en los últimos años se mantenía en relativa calma.

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