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Él mantuvo su inocencia pero lo ejecutaron con la inyección letal. La verdad está encerrada en un par de calzoncillos rojos

Ella murió golpeada brutalmente, estrangulada y abusada sexualmente. Un hombre fue condenado a muerte, pero el verdadero asesino podría ser un ser mucho más siniestro
Fotografía de archivo de una escena del crimen.
Fotografía de archivo de una escena del crimen.Getty Images / Getty Images

Suzanne Marie Collins fue asesinada brutalmente en 1985; en el 2006 las autoridades de Tennessee ejecutaron con la inyección letal al hombre acusado del horrendo crimen. Pero nunca condujeron una prueba de ADN que confirmara su responsabilidad.

En noviembre de 2018, Thomas Bruce, un expastor de Missouri, ingresó a una tienda de artículos religiosos para católicos en los suburbios de Saint Louis y se hizo pasar por un cliente. Luego, regresó armado con una pistola y obligó a dos mujeres a que hicieran actos sexuales y, finalmente, mató a una tercera.

Cuando la policía examinó la escena del crimen e interrogó a los testigos, inmediatamente sospechó que se trataba de la obra de un criminal experimentado. Pero su acusado, Thomas Bruce, no tenía ningún historial criminal.

Barry Scheck, el cofundador del Proyecto Inocencia (Innocence Proyect), empezó a creer que estos dos crímenes estaban relacionados y que posiblemente el hombre ejecutado por el homicidio de Collins no era el verdadero culpable, reportó el diario The Washington Post.

Oficiales de la policía de Saint Louis le dijeron a Scheck en una carta que habían descubierto que Bruce había tomado clases en la misma escuela que Collins, durante el mismo periodo.

“No estaban diciendo, ‘hay una posibilidad de que él sea el asesino serial que ustedes dijeron que podía ser descubierto por una prueba de ADN hace tantos años”, dijo Scheck.

Collins fue descubierta sin vida en un parque en Mellington, Tennessee, el día anterior la cabo de la marina de 19 años salió de su cuartel para ir a correr, pero ya no regresó. Como Bruce estaba completando sus estudios en aviónica.

En la escena del crimen encontraron los calzoncillos rojos de un hombre, lo que hizo creer a la policía que pertenecían a su atacante, según el diario citado. Su cuerpo tenía marcas de violación, estrangulamiento y golpes con una rama afilada.

Sedley Alley, el hombre de 29 años sobre el que recayeron las sospechas de la policía, manejaba una furgoneta verde similar a la que supuestamente conducía el sospechoso. A la fecha no se han hecho pruebas de ADN a los calzoncillos encontrados en el parque, reportó el Washington Post.

Alley terminó confesando el homicidio en 1985, pero en 2004 se retractó. Algunos expertos creen que su confesión fue coaccionada por la policía, según el diario citado. No había evidencia física que lo ligara con el homicidio.

 Los abogados del Proyecto Inocencia pidieron que se examinara el ADN de los calzoncillos, antes de que Alley fuese enviado a la inyección letal. Podrían condenar a muerte a un hombre inocente y dejar a uno culpable libre, alegaron sin que les hicieran caso. En junio de 2006 Alley fue ejecutado a los 50 años.

Cinco años antes la Corte Suprema de Tennessee dijo que había sido un error negar su petición de que se revisara el ADN de la ropa interior. La ropa ha permanecido almacenada por más de 30 años sin que se le practique la prueba solicitada.

Bruce, quien tiene 54 años, aguarda juicio por 17 delitos graves por su ataque en la tienda de artículos religiosos. Una mujer de 77 años que vio su fotografía en la televisión tras su arresto lo acusó de haberla violado tras irrumpir en su casa, dos meses antes del asesinato.

Un juez decidirá el 18 de noviembre si se llevará a cabo la prueba de ADN de la ropa interior.