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Un soldado herido abatió a los presuntos delincuentes en Guerrero antes de morir

"...Pero todavía herido, con la ametralladora responde y les quita la vida a agresores”, dijo el presidente. Así fue otro episodio de la crisis de violencia que azota a México.

En un enfrentamiento entre sujetos armados y militares en la ciudad mexicana de Iguala, Guerrero, 14 civiles y un militar murieron este martes. Se trata de la segunda matanza en dos días en México, luego de que 13 policías fueran asesinados en una emboscada en el estado de Michoacán el lunes.

Los soldados que pertenecían a la zona militar de Chilpancingo, Guerrero, respondieron a una llamada al teléfono de emergencia 911 en la que se reportaba que hombres armados patrullaban un camino de la comunidad de Tepochica, informó el vocero de la coordinación estatal para la Reconstrucción y la Paz, Roberto Álvarez Heredia.

Cuando los militares llegaron al poblado para hacer un “reconocimiento terrestre”, cerca de las 4:45 p.m., hora local, se encontraron de frente con el convoy armado, según la secretaría de la Defensa Nacional.

En ese momento, los civiles armados abrieron fuego contra los militares, quienes respondieron la agresión “de manera oportuna y contundente empleando su equipamiento y material con que están dotados”, dijo la secretaría de Defensa en un comunicado.

Durante la batalla, 14 presuntos delincuentes murieron, además de un cabo que viajaba al frente del convoy como un tirador con la misión de proteger a sus compañeros, reportó el diario El Universal. Ni los civiles ni el militar han sido identificados.

El cabo fue trasladado al hospital general Jorge Soberón en el municipio de Iguala, pero murió a causa de las heridas, reportó el diario citado.

“Un número indeterminado de agresores armados logró huir a pie”, dijeron las autoridades militares en el comunicado.

El Ejército decomisó 13 rifles de asalto: seis fusiles AK-47, siete AR-15 y un fusil Galil. Además de cinco pistolas, un revólver, una granada de mano y municiones.

En Iguala, Guerrero, hace cinco años policías municipales coludidos con el grupo criminal Guerreros Unidos desaparecieron a 43 estudiantes de la escuela rural para maestros Raúl Isidro Burgos en Ayotzinapa. Sólo han sido identificados los restos de dos estudiantes, el resto continúa desaparecido.

“Muy lamentable el enfrentamiento de Guerrero”, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador durante su conferencia matutina de este miércoles.

“Tengo el informe. Fue un tema que se da producto de una rutina de vigilancia del ejército en esa zona. Es con un grupo de presuntos delincuentes y se encuentran frente a frente, le disparan a un cabo que va adelante con ametralladora; el que va al frente del operativo es el que pierde la vida, pero todavía herido, con la ametralladora responde y les quita la vida a agresores”, añadió el mandatario.

López Obrador rechazó que se tratara de una venganza del ejército: “¡Lo descarto! No aplicamos el diente por diente y el ojo por ojo porque nos quedaríamos todos chimuelos y tuertos”.

La secretaría de defensa dijo que los soldados habían actuado de acuerdo con la Ley Nacional sobre el Uso de la Fuerza, cuando respondieron a la presunta agresión en Tepochica.

Recientemente, el Ejército fue acusado de cometer ejecuciones extrajudiciales presuntamente disfrazadas como un combate con delincuentes armados en Nuevo Laredo, Tamaulipas, donde ocho personas perdieron la vida.

El Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo acusó a los agentes de la policía estatal de Tamaulipas de asesinar a tres mujeres y cinco hombres, vestirlos con ropa militar y plantar armas a su lado para hacerlo parecer un enfrentamiento armado.