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“Es una pesadilla”. Esta medicina es clave para salvar la vida de niños con cáncer. Pero no hay suficiente

“Es nuestro agua. Es nuestro pan y mantequilla”, dice un médico. Le explicamos por qué no se fabrica suficiente pese a que la vida de muchos niños depende de ella
Imagen de archivo de medicinas.
Imagen de archivo de medicinas. AP / AP

“Es realmente una situación de pesadilla”, se lamenta Yoram Unguru, oncólogo del hospital infantil Herman y Walter Samuelson en Baltimore (Maryland). “La vincristina es nuestro agua. Es nuestro pan y mantequilla. No puedo pensar en una enfermedad en el cáncer infantil que no la use”, agrega.

Vincristina, es el nombre de una medicina usada para tratar a pacientes con leucemia, linfoma y tumores cerebrales. Su nombre suena con frecuencia en los pasillos de los hospitales: su fama ahora se debe a su ausencia.

Los desabastecimientos persistentes de medicinas y otros insumos médicos han plagado los centros de atención del país por años, pero la falta del vincristina es especialmente problemática porque no existe un sustituto apropiado, según ha informado el diario The New York Times.

Su escasez puede afectará a niños con cáncer en todo el país, y obligar a los médicos a tomar decisiones difíciles, ha añadido Unguru.

“No hay sustituto que pueda recomendarse", ha indicado, "o bien se debe omitir una dosis o administrar una más baja, o suplicar, pedir prestado o implorar".

La vincristina es uno de los medicamentos utilizados para controlar la leucemia linfoblástica aguda, el cáncer infantil más común. También es un agente importante en el tratamiento del tumor de Wilms, un cáncer de riñón raro que afecta principalmente a los niños.

"Todos estamos devastados", ha señalado Michael Link, oncólogo infantil de la Universidad de Stanford y ex presidente de la Sociedad estadounidense de Oncología Clínica.

Sin vincristina, muchos niños con leucemia linfoblástica aguda aún se curarán, "pero es una enfermedad difícil de tratar en general y con una mano atada a la espalda se hace mucho más difícil”, ha afirmado.

Hasta principios de este año había dos proveedores del medicamento: Pfizer y Teva Pharmaceutical Industries. En julio, Teva tomó "la decisión comercial de suspender el medicamento", según la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, en inglés).

Desde entonces, Pfizer ha sido el único proveedor, y la compañía últimamente ha tenido problemas de fabricación.

"Pfizer ha experimentado un retraso, y estamos trabajando estrechamente con ellos y explorando todas las opciones para asegurarnos de que este medicamento contra el cáncer crítico esté disponible para los pacientes que lo necesitan", afirmó la FDA en un comunicado.

Los desabastecimientos tienden a involucrar sobre todo a los medicamentos inyectables genéricos más antiguos, que son difíciles de fabricar pero se venden más baratos, una combinación que puede llevar a cancelar su producción.

Esas cancelaciones pueden dejar a solo una o dos compañías a cargo del suministro de los medicamentos en el país. Sus fábricas deben funcionar al máximo para obtener ganancias y proporcionar una oferta suficiente, pero en el momento en que hay un problema y la producción se detiene, comienza la escasez.

Los medicamentos genéricos juegan un papel vital en los tratamiento de cáncer. De los 19,000 niños y adolescentes estadounidenses menores de 19 años que desarrollan cáncer cada año, el 85% se cura. Sin embargo, el tratamiento depende en gran medida de medicamentos antiguos y baratos como la vincristina. 

"Esto no debería estar sucediendo en Estados Unidos", ha dicho Peter Adamson, presidente de la organización científica Grupo de Oncología Infantil.

"Es lo suficientemente difícil para cualquier familia tener un niño con cáncer,” ha declarado, “¿cómo podemos hacerle eso a las familias?”.