Lorena González estuvo seis años y 10 meses en una prisión mexicana acusada falsamente de participar en el secuestro del joven Fernando Martí, hijo del empresario Alejandro Martí. Este jueves, el Gobierno le ofreció una disculpa pública por encarcelarla de manera ilegal.
El 4 de junio de 2008, Fernando Martí iba en un automóvil rumbo a su escuela acompañado de su chofer y escolta. El vehículo se detuvo por orden de un grupo de presuntos policías que asesinó a su chofer, lesionó a su escolta y lo secuestró.
Aunque sus familiares pagaron el rescate, el cuerpo del joven de 14 años apareció más de un mes después dentro de un automóvil abandonado.
El secuestro cimbró a la sociedad mexicana e impulsó una serie de movilizaciones masivas para exigir seguridad durante el Gobierno del expresidente Felipe Calderón.
González fue arrestada junto a otras cuatro personas el 5 de septiembre de 2008. Las autoridades mexicanas la expusieron ante medios de comunicación con el apodo de ‘La Lore’ y aseguraron que era la líder del grupo criminal Banda de la Flor. Sin pruebas, la acusaron de secuestro, homicidio, delincuencia organizada y robo de automóvil.
La acusación se basó en testimonios inventados por las autoridades. Testigos que nunca existieron la señalaron como responsable del secuestro del joven.
Además, usaron métodos cuestionables de investigación como hipnotizar al escolta que sobrevivió el secuestro, según informó la Comisión Mexicana de Defensa y Protección de los Derechos Humanos (CMDPDH), organización que la acompañó en su batalla legal contra las autoridades.
González fue liberada en julio de 2015 después de que un juez determinó que no había pruebas suficientes para mantenerla en prisión.
En un evento público, la Procuradora de Justicia de la Ciudad de México, Ernestina Godoy, se disculpó con González y su familia por detenerla arbitrariamente, inventarle un delito, exponerla ante medios de comunicación y mantenerla encarcelada ilegalmente.
Conmovida, González acusó al Gobierno mexicano de haberle hecho sufrir un infierno durante casi siete años.
“Esta experiencia no la olvido, se quedó grabada para siempre. Todavía me duele”, dijo González tras aceptar la disculpa.
La disculpa del Gobierno mexicano es parte de una recomendación hecha por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) para resarcir a González por el daño que le causó su encarcelamiento ilegal.