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Cuando nació su bebé se hizo un pesado silencio. Meses después esta latina pudo al fin abrazarlo

Tras el parto, los médicos se llevaron a su hijo sin decirle nada: “Literalmente, del cuello para abajo”, dice, no tenía piel, “nada”
Imagen de archivo de un bebé.
Imagen de archivo de un bebé. AP / AP

Cuando dio a luz el 1 de enero, Priscilla Maldonado escuchó llorar a su bebé. Luego la habitación quedo en silencio. Médicos y enfermeros envolvieron al niño y lo sacaron de allí a toda prisa: “Estaba preocupada. Estaba confundida”, recuerda Maldonado en abril en declaraciones al diario The Washington Post.

Más de 10 meses después, al fin ha podio tocar, besar y abrazar a su bebé.

El pequeño Ja’bary Gray nació sin piel: “Literalmente, del cuello para abajo, en el frente y la espalda nada”, relató su madre, “hasta en algunas partes de sus piernas”, según ha reportado la estación de televisión KTRK. 

A Maldonado nadie le dijo si el bebé había nacido saludable, o cuánto pesaba o medía. Tampoco se lo entregaron para que lo cargara.

No supo lo que estaba pasando sino hasta una hora después, cuando pudo ver a su bebé en la unidad de cuidados intensivos para recién nacidos del Hospital Metodista en San Antonio (Texas).

Estaba conectado a tubos y cables, y con vendas cubriendo su cuerpo. Tenía los ojos sellados con piel.

Maldonado ha indicado que los doctores le dijeron “nunca habían visto nada así”, que sólo tenían registro de dos casos similares en el país, y no habían sobrevivido.

El niño fue diagnosticado con aplasia cutis congénita, una condición rara con la cual los niños nacen sin piel, a veces sin huesos o cuero cabelludo.

Maldonado ha dicho, sin aclarar quién, que le recomendaron llevarse al niño a casa para que muriera en paz. Dejándose llevar por la zozobra, llegó a donar cosas del bebé que pensó que nunca podría utilizar.

Pero el niño fue trasladado en abril a Houston, donde cambió el diagnóstico: en realidad sufría epidermólisis bullosa, una enfermedad autoinmune que hace que la piel se vuelva frágil, desarrollando ampollas y erosiones incluso en las lesiones más pequeñas.

El bebé recibió un trasplante con piel cultivada en un laboratorio de Boston (Massachusetts) especializado en tratar a victimas de quemaduras.

“Es el primer trasplante que se ha hecho en su situación y en un bebé de su edad”, le ha dicho Maldonado a la emisora KTRK.

“Ahora lo puedes besar, tocar, hacer todo eso”, ha agregado, “puedo ponerse su primera muda de ropa”.

Sin embargo, el bebé todavía tiene un largo camino por delante.

Después de dos cirugías para abrirle los parpados, se le volvieron a cerrar. Los dos brazos, la mano derecha, el pie derecho y el cuello tendrán que ser operados de nuevo para separar partes de la piel.

Maldonado ha afirmado en cualquier caso que tiene esperanza y que celebra cada logro.