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El asesino serial más prolífico: confesó haber matado a más de 90 mujeres y el FBI le creyó. Ya han comprobado 50 casos

Las autoridades se han valido de la memoria fotográfica y las descripciones en video del propio atacante para construir un registro de los casos que les falta por corroborar. Ahora piden la ayuda del público para identificar a más víctimas.

Samuel Little confesó el año pasado haber asesinado a 93 mujeres en un lapso de 35 años. Desde entonces el Buró Federal de Investigaciones (FBI) se ha dedicado a comprobar si esto es cierto y hasta la fecha ha confirmado más de la mitad de los casos. Así fue cómo Little se convirtió en el asesino más prolífico en la historia de Estados Unidos.

El recluso de 79 años ya estaba cumpliendo tres cadenas perpetuas consecutivas en California cuando decidió empezar a revelar su larga lista de víctimas. Este lunes, el FBI informó que sus investigadores ya han corroborado 50 de esas muertes y están buscando ayuda para confirmar el resto de las confesiones.

Las autoridades se han valido de la memoria fotográfica y las descripciones en video del propio atacante para construir un registro de los casos. Esto sumado al programa de aprehensión criminal violenta del FBI, también conocido como ViCAP, con el que comenzaron a conectar a Little con asesinatos sin resolver.

Los crímenes ocultos de este preso empezaron a descubrise después de que un guardabosques de Texas vinculó al preso con un caso sin resolver de 1994 en la ciudad de Odessa.

Poco después, Little confesó haber estrangulado a 93 mujeres en todo el país entre 1970 y 2005.

A partir de ahí empezó la verdadera búsqueda. El hombre hizo un ofrecimiento inusual que los agentes federales no pudieron rechazar: el confeso asesino en serie se dedicó a dibujar a cada una de las víctimas tal y como las recordaba. Las autoridades le dieron lápices de colores pastel y acuarelas: aparte de criminal, el reo también es dibujante.

Dibujo de Samuel Little de una de sus presuntas víctimas, una mujer afroamericana asesinada en 1984 en Tampa Bay, Florida.

El FBI ha utilizado estos retratos como una de sus principales herramientas para identificar a las víctimas. Además, Little ha contado en videos los detalles de los asesinatos, como por ejemplo dónde conoció a la víctima y cómo y dónde la mató. En aras de que la gente ayude a verificar estas muertes, las autoridades los han hecho públicos.

Sin embargo, a pesar de la extraordinaria memoria del autor de los crímenes, no todas las descripciones son exactas: en algunos casos la ropa que ha dibujado puede no ser la que llevaba puesta o el lugar y la fecha ser otros, señala el FBI.

Dibujo de Samuel Little de una de sus presuntas víctimas, una mujer afroamericana asesinada en 1984 en Fort Myers, Florida.

"Durante muchos años, Samuel Little creyó que no lo atraparían porque pensó que nadie estaba contabilizando a sus víctimas", dijo Christie Palazzolo, analista de ViCAP. "Aunque ya está en prisión, el FBI cree que es importante buscar justicia para cada víctima, cerrar todos los casos posibles", agregó.

Little, quien tiene problemas de salud, fue extraditado a Texas el año pasado, donde se declaró culpable en diciembre por la muerte de Denise Christie Brothers en 1994. Es probable que pase el resto de su vida en prisión en ese estado.

Hay varias razones por las que las atrocidades de este hombre pasaron inadvertidas durante tanto tiempo: sus víctimas eran mujeres vulnerables que habitaban los márgenes sociales, en su mayoría eran sexo servidoras o adictas a las drogas. Además, el atacante cambiaba de ciudad constantemente, haciendo muy difícil establecer un patrón, según el FBI.

Las limitaciones de la técnica para obtener evidencia con base en el ADN también influyeron en el tiempo que le tomó a las autoridades determinar la ola de asesinatos de Little, según la cadena NBC.

Pero los avances en la criminalística genética terminaron por ayudar a las autoridades a descubrir tres asesinatos después de que fuera arrestado en Kentucky en 2012 y extraditado a California para enfrentar un cargo por posesión de narcóticos.

Aunque Little mantuvo que era inocente en ese momento, fue condenado en 2014 a tres cadenas perpetuas. Y ese apenas era la punta del iceberg.

Fue a James Holland, un guardabosques texano que voló a California para interrogar a Little, a quien se le atribuye haber conseguido que confesara los otros 90 asesinatos. Después de su extradición a Odessa, Texas, el agente texano lo entrevistó casi a diario para hacer el recuento más preciso de sus crímenes.

Mientras el FBI trabaja para confirmar los otros 40 asesinatos restantes, los investigadores han solicitado que cualquier persona con información se comunique con la oficina al 1-800-CALL-FBI.