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Turquía lanzará un ataque en área de Siria controlada por aliados de EEUU, según la Casa Blanca. Trump no se opone

El Gobierno turco ve a las fuerzas kurdas instaladas en el norte del país como una amenaza. Estas milicias fueron clave en la lucha de EEUU contra ISIS
El presidente, Donald Trump, y el mandatario truco, Recep, Tayyip Erdogan, en un encuentro del pasado junio en Osaka, Japón.
El presidente, Donald Trump, y el mandatario truco, Recep, Tayyip Erdogan, en un encuentro del pasado junio en Osaka, Japón.AP / AP

La Casa Blanca anunció este domingo por la noche, a través de un comunicado, que Turquía está a punto de lanzar una ofensiva en el noreste de Siria, zona con la que comparte frontera y que está controlada por fuerzas kurdas aliadas de EEUU en una campaña militar de años contra el Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés). 

El Gobierno turco ve en las milicias kurdas instaladas en el norte de Siria una amenaza para el país. 

En esa zona hasta el momento ha habido presencia de tropas estadounidenses (cerca de 1.000 efectivos), pero la Casa Blanca aseguró que el ejército de EEUU se quedará al margen de la operación militar que planea Turquía. “No la apoyará”, ni estará presente en las zonas posiblemente afectadas.

Las fuerzas kurdas han informado de que el ejército estadounidense empezó este lunes a retirar las tropas desplegadas en la zona, una circunstancia que confirmó también el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, aunque no todavía la Casa Blanca.

Turquía y los kurdos, un pueblo que vive repartido entre el sureste de este país y partes de Siria, Irak e Irán, son rivales históricos. Erdogan ha amenazado durante meses con lanzar un asalto militar contra las fuerzas controladas por los kurdos en el norte de Siria, muchas de las cuales su gobierno considera terroristas. El mandatario turco ha presionado varias veces para que EEUU dejara de darles apoyo.

Estos combatientes han estado en la primera línea de una coalición liderada por EEUU contra el Estado Islámico, que en los últimos años ha sembrado el pánico en Siria, un país devastado y desestabilizado por una larga guerra nunca todavía resuelta en la que han quedado involucrados múltiples actores locales e internacionales. ISIS perdió su último territorio en Siria el pasado marzo, pero células durmientes de sus milicias han seguido activa tanto en ese país como en Irak.

Turquía, por otra parte, forma parte de la OTAN, es decir, es aliada de EEUU. Washington ha intentado mediar entre turcos y kurdos para que alcanzaran un acuerdo para que la situación entre ambos rivales no precipitara. Medios como AP y The New York Times reportan que el anuncio de la Casa Blanca básicamente supone que EEUU abandona a sus aliados kurdos. Políticos republicanos y demócratas han advertido de que permitir el ataque turco podría provocar una masacre de los kurdos, lo que supondría también un mensaje preocupante a los aliados de EEUU en el mundo. 

La declaración de la Casa Blanca se emitió después de que Erdogan, hablara por teléfono el domingo por la mañana con el presidente, Donald Trump. La nota no hace referencia al anuncio del gobierno turco del día anterior que sostenía que Trump y Erdogan habían acordado reunirse en Washington el mes próximo.

En la conversación entre ambos líderes, el presidente turco manifestó frustración por lo que considera un fracaso de EEUU en llevar a cabo esa mediación y lograr establecer una “zona segura” al este del río Eufrates en una área del norte de Siria crítica tanto para kurdos como para turcos, según la agencia Reuters.

La Casa Blanca afirma que la operación militar de Turquía está planeada desde hace mucho tiempo, pero no especifica modalidades ni el objetivo final. Erdogan dijo que tenía intención de detener la que considera una amenaza a su país por parte de los combatientes kurdos. El presidente turco también tiene intención de asentar en esa zona parte de los cientos de miles de refugiados sirios que huyeron a Turquía durante la guerra, según explica NBC News.

Las Fuerzas Democráticas Sirias (SFD, por sus siglas en inglés, lideradas por los kurdo, amenazaron con responder con fuerza a cualquier incursión turca."No dudaremos en convertir cualquier ataque de Turquía no provocado en una guerra total en toda la frontera para defendernos a nosotros mismos y a nuestra gente", tuiteó el portavoz Mustafa Bali.

 DISPUTA SOBRE LOS PRISIONEROS DE ISIS

El Gobierno dijo que ahora le toca a Turquía decidir qué hacer con los combatientes del Estado Islámico que han sido capturados en el área. Muchos de esos milicianos cayeron manos de las fuerzas kurdas. La Casa Blanca dijo que Washington había instado a los países nativos de los combatientes capturados, citando específicamente a Francia, Alemania y otras naciones europeas, "a recuperarlos”, pero estas “no quisieron y se negaron".

"EEUU no se hará cargo de ellos, ya que podrían suponer muchos años y un gran costo para el contribuyente estadounidense", afirma la nota de la administración. 

La decisión anunciada por la Casa Blanca es una clara ilustración del enfoque de Trump en el ámbito de la política exterior, cuyo objetivo es terminar con los enredos estadounidenses en el extranjero, una de sus promesas electorales clave. 

Pero su objetivo de retirada rápida de las tropas estadounidenses desplegadas en operaciones de años de duración en Siria (lo que anunció en diciembre del año pasado), Irak y Afganistán se ha visto obstaculizado por las preocupaciones de funcionarios de la administración y aliados estadounidenses sobre los peligrosos vacíos que dejarían estos movimientos en áreas del mundo de dudosa estabilidad.

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