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Un migrante menor acabó en cárceles llenas de criminales. Fue por un examen dental incorrecto, dicen abogados

José Antonio Hernández Vázquez, de Guatemala, pidió asilo en EEUU a los 17 años. Pero las autoridades consideraron que era mayor de edad
Imagen de una detención por agentes de ICE.
  Imagen de una detención por agentes de ICE.  ICE / ICE

¿Un examen dental puede ser suficiente para determinar la edad de un migrante y establecer si tiene que ser custodiado en un centro de menores o en una cárcel para adultos?

Una ley aprobada en 2008 determina que no, pero unos abogados denuncian que la Migra, al menos en un caso, hizo caso omiso de esta norma, según reporta The Washington Post. Y aseguran encerró a un adolescente entre adultos criminales sobre la única base de una prueba dental incorrecta. 

Estos letrados defienden a José Antonio Hernández Vázquez, un joven guatemalteco que solicitó asilo en la frontera entre México y EEUU en octubre de 2017, cuando acababa de cumplir los 17 años de edad.

Pero las autoridades estadounidense sospecharon que la edad declarada por adolescente no fuera correcta. Y encargaron un estudio de sus dientes para averiguar si era cierto lo que decía, una práctica que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés) utiliza de forma cada vez más común, según algunos reportes.  

En principio, Inmigración lo destinó a un centro para menores de edad, donde los migrantes normalmente tienen garantizada más libertad y acceso a una defensa legal que en las prisiones para adultos.

Pero después de la realización de la prueba dental, de repente lo sacaron de allí y lo detuvieron entre los adultos junto a criminales condenados y presuntos pandilleros, explican sus abogados. Evidentemente consideraron que ya tenía al menos 18 años.

Durante unos diez meses, el joven tuvo que sufrir duras condiciones, sin alimentación, sueño y educación adecuadas, en dos cárceles de Los Ángeles, California, donde se suelen encerrar a delincuentes de ese tipo, reporta The Post. 

La ley no considera suficiente una prueba de este tipo para determinar la edad de un migrante. Como explicado en la web del Departamento de Salud y Servicios Sociales, las autoridades tienen que utilizar “múltiples pruebas” para comprobarla correctamente. La administración y algunos expertos explican que en algunas circunstancias esta práctica puede fallar. 

Pero ICE no se basó en otra cosa para encerrar a Hernández en el medio de adultos, asegura Esther H. Sung, una de las abogadas de este joven. La letrada define los exámenes dentales que encargan las autoridades como “ciencia basura”. “¿Alguien pondría a su hijo en una cárcel? Por supuesto que no. Todos podemos imaginar lo vulnerable que puede sentirse un niño en un centro lleno de adultos", aseguró.

Tras su detención, las autoridades empezaron un proceso de deportación contra Hernández, y un juez de inmigración ordenó su expulsión en enero de 2018. Sin embargo, el joven apeló la decisión y consiguió proporcionar un certificado de nacimiento expedido por su país de origen que atestigua que era menor de edad cuando solicitó asilo, al haber nacido en octubre del año 2000. 

En septiembre de 2018 fue regresado a un centro para menores, pero menos de dos meses después, al cumplir los 18, ICE lo trasladó de vuelta a una instalación para adultos. 

Hernández tuvo un pasado lleno de sufrimiento y pobreza en Guatemala, según relata. En la infancia, vivió en un barrio dominado por las pandillas en la ciudad de Monjas. Tuvo que dejar el colegio a los 12 años y trabajar en la agricultura. Padeció malos tratos y amenazas, e incluso un disparo en el estómago por parte de un pandillero. 

Cuando se recuperó de las heridas, meses después, su madre (que formaba parte de la gang Calle 18) le dijo que la única manera de salvarse era entrar en la banda. Y él huyó. Su abogada dice que los médicos le diagnosticaron un trastorno de estrés postraumático

Los departamentos de Seguridad Nacional y de Servicios Sociales no contestaron a preguntas de The Post sobre el caso de este joven. Hace algunos meses, funcionarios de ICE declararon que en algunos casos los solicitantes de asilo mienten sobre su edad. En 2018 detectaron 3.100 casos de este tipo, según aseguraron.

Actualmente, Hernández está todavía detenido, según asegura el diario de la capital, que no especifica si el joven se ha quedado bajo custodia de ICE ininterrumpidamente durante todo lo que va de año.

Abogados como Lindsay Toczylowski, directora ejecutiva del Immigrant Defenders Law Center, afirman que la práctica de usar el examen dental como prueba para determinar la edad de los migrantes se ha vuelto cada vez más común en los últimos años. 

Eso ha conllevado que docenas de menores terminaran en instalaciones para adultos, asegura esta letrada. En el caso de Hernández, Toczylowski no tuvo dudas: “supe que era un niño desde el primer momento en que fijó en mis ojos su mirada.”

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