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Missouri ejecuta a un asesino a pesar de las preocupaciones por una muerte “grotesca”

Los abogados argumentaron que un tumor en la garganta podría estallar, asfixiándolo y causándole una muerte dolorosa. Aún así, acaba de recibir la inyección letal

Un hombre de Missouri fue ejecutado este martes con la inyección letal a pesar de que su defensa argumentara que una condición medica le podría causar una muerte “grotesca”, ha informado la estación de televisión KTLA 5.

Russell Bucklew fue condenado a la pena de muerte por una serie de crímenes violentos en 1996. El hombre, que padecía una enfermedad conocida como hemangioma cavernoso y tenía tumores llenos de sangre en la cabeza, el cuello y la garganta, respiraba por medio de un tubo de traqueotomía.

Bucklew había estado a vísperas de la ejecución en dos ocasiones, pero la Corte Suprema concedió aplazamientos de último minuto en 2014 y 2018 debido a las preocupaciones sobre lo que podría sufrir. Sin embargo, el tribunal dio luz verde a la ejecución el pasado abril.

Los abogados de Bucklew argumentaron en una solicitud de clemencia al gobernador de Missouri, Mike Parson, que un tumor en la garganta podría estallar, asfixiándolo y causándole una muerte dolorosa, en violación de la garantía constitucional contra el castigo cruel e inusual.

Grupos de derechos humanos y opositores a la pena de muerte, incluidos los cuatro obispos católicos en Missouri y la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU, en inglés), instaron a Parson a conceder el indulto y darle a Bucklew la cadena perpetua sin libertad condicional. La ACLU y otra

organización presentaron peticiones, según ellos, con más de 57.000 firmas ante la oficina del gobernador.

No obstante, Parson, un republicano que trabajó en la policía más de 20 años y es firme defensor de la pena de muerte, decidió en la madrugada del martes llevar a cabo la ejecución.

Cheryl Pilate, una de las abogadas de Bucklew, ha indicado que se tomaron varias medidas para tratar de asegurarse de que no sufriera, como sedarlo antes de la ejecución y elevar la camilla para evitar que se asfixiara.

"Creemos que los esfuerzos significativos que se hicieron para hacer que este proceso fuera menos horrible fueron beneficiosos", ha agregado.

Una de las preocupaciones se dio por la droga secreta de ejecución de Missouri, que usa una dosis única de pentobarbital, pero las autoridades se niegan a dar información sobre su origen. Se cree que la droga es una formula compuesta dado que las grandes compañías farmacéuticas prohíben el uso de sus medicamentos en las ejecuciones.

El hombre fue ejecutado en la prisión estatal de Bonne Terre. Esta es la primera ejecución llevada a cabo en Missouri desde enero de 2017.  

Bucklew miró a su alrededor y movió los pies debajo de la sábana mientras yacía en la camilla justo antes de la inyección letal. De repente respiró hondo y todo movimiento cesó. No hubo signos externos de angustia, ha informado KTLA 5. (¿citando a quién?)

La novia de Bucklew, Stephanie Ray, lo dejó el día de San Valentín en 1996. Durante las siguientes semanas, según los registros de la corte, la acosó, la cortó con un cuchillo y la golpeó en la cara.

Ray temía por su vida y la de sus hijos, por lo que se mudó a la casa móvil que su nuevo novio, Michael Sanders, compartía con sus hijos.

El 21 de marzo, después de robar el auto de su sobrino y de quitarle dos pistolas, esposas y cinta adhesiva a su hermano, Bucklew siguió a Ray a la casa de Sanders.

Sanders confrontó a Bucklew con una escopeta dentro de la casa. Bucklew disparó dos tiros, perforando el pulmón de Sanders que se desangró hasta la muerte.

Bucklew luego le disparó al hijo de 6 años de Sanders y falló. Los registros judiciales dicen que golpeó a Ray en la cara con la pistola, la esposó, la arrastró hasta su automóvil y luego la violó.

Un soldado vio el auto de Bucklew y finalmente se involucró en un tiroteo cerca de St. Louis. Ambos hombres resultaron heridos. Bucklew luego escapó de la cárcel del condado de Cape Girardeau, atacó a la madre de Ray y a su novio con un martillo antes de ser recapturado.

Pilate y otro abogado de Bucklew, Jeremy Weis, dijeron en un comunicado que Bucklew estaba arrepentido por sus crímenes.

Morley Swingle, quien era fiscal del condado de Cape Girardeau cuando ocurrieron los crímenes, dijo que fueron de los más atroces de su carrera.

"Probablemente es el sociópata más puro que he procesado", indicó. "Fue implacable en la forma en que vino tras sus víctimas", agregó.

En los últimos años, varios intentos de ejecución se han visto interrumpidos por las condiciones médicas de los convictos.

En 2017, la ejecución del asesino Alva Campbell, que sufría de problemas respiratorios relacionados con el tabaquismo, tuvo que detenerse en Ohio cuando no se pudo encontrar una vena para administrarle las drogas de ejecución. Murió en 2018 a los 69 años.

En 2018, Alabama detuvo la inyección letal de Doyle Lee Hamm cuando el equipo de ejecución tuvo problemas para conectar la línea intravenosa. El hombre tenía las venas dañadas debido al linfoma, la hepatitis y el uso de drogas. Un médico contratado por los abogados de Hamm escribió en un informe que Hamm tenía al menos 11 sitios de punción y sangraba mucho en la ingle durante los intentos para conectar la línea.