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Legendario cantante de folk, Peter Yarrow, urge luchar contra “guion nazi” en EEUU

El cantautor neoyorquino, Peter Yarrow, exmiembro del extinto grupo Peter, Paul and Mary, urgió a los jóvenes a continuar la lucha por la justicia social.

WASHINGTON.— Su nombre y su voz fueron sinónimo de la lucha por los derechos civiles y contra la Guerra de Vietnam en la década de 1960. Ahora, en la “era de Trump”,  el legendario cantante de folk, Peter Yarrow, usa sus talentos para defender a los inmigrantes y el medio ambiente y para denunciar la violencia de las armas o lo que califica como un “guión nazi” en EEUU.

Yarrow, exmiembro del extinto trio Peter, Paul and Mary, ha recorrido escenarios nacionales e internacionales durante 57 años, entonando canciones como Blowin´ in the Wind y Puff, the Magic Dragon, convencido de que la música es un agente de cambio social y una potente arma en defensa de los derechos humanos.

En entrevista exclusiva con Noticias Telemundo, Yarrow afirmó que, pese a la polarización que vive Estados Unidos, sí es posible recuperar el civismo y promover el diálogo nacional.

“Esta antipatía que estamos viendo, este odio, son artificiales. Claro, hay grupos marginales que están locos, pero son minúsculos… lo más peligroso en EEUU es el hecho de que estamos fragmentados, en silos separados y peleándonos”, argumentó.

Yarrow, férreo crítico del presidente Donald Trump, lamentó que los estadounidenses sean objeto de un “guión nazi”, que se nutre de flujos de información paralelos sobre “realidades completamente distintas”.

“Hay gente con miedo, que está convencida de que las minorías les van a quitar sus armas, sus casas, y que los inmigrantes van a destruirlos… mientras la gente tenga miedo, funciona el guión nazi”, advirtió.

“Tenemos que sacar al lunático de allí, pero además tenemos que unirnos, escucharnos y darnos cuenta de que no estamos locos ni nos odiamos… tenemos que unirnos y lograr romper esta masa naranja que obstruye nuestra visión”, observó Yarrow, en clara alusión a Trump.

A sus 81 años y con la cabellera blanca, Yarrow apoya las causas que definen el movimiento estudiantil contra el cambio climático, la proliferación y violencia de las armas, la desigualdad racial, Occupy Wall Street, y la erosión de los derechos de la mujer, entre otras.

Yarrow, y su hija, Bethany, se presentaron anoche en The American University, donde entonaron varias canciones emblemáticas antes de la muestra de un documental sobre el impacto ecológico de un muro fronterizo en el Río Bravo, en Texas.  

Estados Unidos “es para todos”

El cantautor neoyorquino no es ajeno a la lucha de la comunidad inmigrante, en unos momentos en que la Administración Trump ha apretado las tuercas contra la inmigración ilegal, los refugiados y los solicitantes de asilo.

“Yo no estaría aquí si Estados Unidos no hubiese permitido la entrada de mis padres de Ucrania”, afirmó Yarrow.

“Tenemos que superar esta perversión de lo que ha sido EEUU, que convierte a los inmigrantes en chivos expiatorios. Son personas que huyen y buscan refugio, santuario”, enfatizó.

A principios de este año, Yarrow visitó la Casa del Migrante, un albergue para migrantes en Tijuana, al lado mexicano de la frontera de California.

“Fui a cantarles. Sentí la necesidad de ir, como me ocurrió en Standing Rock (con activistas ecologistas), para decirles que los inmigrantes son parte de nuestra familia”, señaló.

Yarrow consideró que, al igual que en la década de 1960, los activistas de ahora cuentan con herramientas como el movimiento de base, las canciones y un diálogo “de corazón a corazón”.

Peter, Paul and Mary

Unidos por su amor a la música, Yarrow, Noel Paul Stookey y Mary Travers formaron el trio a finales de 1961 en Nueva York, y desde entonces pregonaron su mensaje de paz, justicia social y esperanza, según un resumen de su biografía.

Sus canciones tocaron una fibra entre la opinión pública, mientras Estados Unidos intentaba sanar las heridas del “macartismo” y, en medio de la Guerra Fría, también abría paso al movimiento de los derechos civiles.

Así, en 1963, el grupo acompañó al reverendo Martin Luther King, ícono de ese movimiento, en las escalinatas del monumento a Lincoln, donde cantó el tema “If I Had a Hammer”, una especie de himno del movimiento.

Dos años después, el trio continuó su “activismo musical” en la marcha en Selma (Alabama), y en 1969 organizó una segunda marcha en Washington que atrajo a medio millón de personas.

De todos los grupos folk en Estados Unidos, ninguno se iguala al de Peter, Paul and Mary en cuanto a trayectoria artística o impacto social entre varias generaciones.

Anoche, en el Teatro Forman de American University, adultos de todas las edades corearon canciones como Where Have All the Flowers Gone? y This Land Is Your Land, del compositor Woody Guthrie, que rinde tributo a la compleja historia de diversidad étnica y racial en el país.

“No estamos criticando al país, lo que estamos haciendo es insistir en que nuestro país esté a la altura de unas normas morales y éticas”, explicó Yarrow, arrancando aplausos.

Para Yarrow, la falta de compasión deja un “agujero negro” en la conciencia humana, y es lo que permite la indiferencia ante el dolor ajeno.

Esa creencia, como hijo de inmigrantes judíos, lo impulsó a lanzar “Operación Respeto”, que a través de canciones y un plan académico intenta inculcar la tolerancia y el civismo en las escuelas, y fomentar la “responsabilidad social” entre los jóvenes.

En sus más de 45 años juntos -con un paréntesis entre 1970 y 1978-, el trio acumuló reconocimientos dentro y fuera de EEUU, y popularizó muchos de los temas de Bob Dylan. La lista incluye cinco Grammys, ocho álbumes de oro y cinco de platino, y decenas de canciones que saltaron a los primeros lugares de preferencia popular. En 2006, el grupo obtuvo el prestigioso premio Sammy Cahn del Salón de la Fama de Compositores, por su labor artística con contenido social.

Una mancha en su larga carrera

Aunque Yarrow condenó la “subyugación” de las mujeres y consideró que éstas son una “fuerza” para el cambio social, el artista no ha escapado de la furia del movimiento “#MeToo” contra el acoso y abuso sexual de las mujeres.

En julio pasado, los organizadores de un festival de artes en Norwich (Nueva York) cancelaron su participación, prevista para el mes pasado, debido a un incidente de 1969. Ese año, dos hermanas adolescentes, de 17 y 14 años, respectivamente, se presentaron a su habitación de hotel para pedirle un autógrafo, y Yarrow se les presentó desnudo.

Yarrow se declaró culpable de una falta moral y pasó tres meses en prisión,  y en 1981 el entonces presidente Jimmy Carter le ofreció un indulto, según un artículo del diario The New York Times.

Yarrow dijo al diario que apoya “plenamente” la lucha por la igualdad de derechos y que lamentaba el dolor que causó su “reprensible” conducta.

También se comprometió a continuar luchando por “más justicia y paz para el mundo”, pero el incidente ha servido de arma contra líderes políticos apoyados por Yarrow, y como justificación para cancelar otras invitaciones.

Los organizadores del evento en la American University dijeron a Noticias Telemundo que Yarrow se ha disculpado numerosas veces por el incidente de hace medio siglo, y tiene una trayectoria que inspira a nuevas generaciones.

Firme creyente de las tácticas de desobediencia civil y la no violencia, Yarrow aconsejó a los jóvenes a “crear comunidad”, combatir la “antipatía y las heridas mutuas”, y optar por “el amor y el perdón”.