La familia de una anciana fallecida el año pasado tuvo que pagarle 160 dólares a una compañía de televisión por la cancelación “anticipada” del contrato.
Isabel Albright, una residente de San Lorenzo, en California, murió el año pasado con 102 años y estaba considerada una de las personas más longevas del país, sin embargo, no hubo excepciones en su contrato de televisión.
“Todo estaba bien hasta que nos desconectamos”, dijo su yerno John Manrique.
Tras la muerte, su familia se dedicó a reparar la casa y a recoger para ponerla en venta. Fue entonces cuando vino la sorpresa, según reportó ABC 7.
La empresa les comunicó que le cobraría porque el contrato seguía vigente. “Nadie vive aquí. Estamos vendiendo la casa. ¿Nos va a decir que tenemos que mantener el servicio en una casa que no es nuestra? ", agregó Manrique.
El contrato que tenía Albright se había renovado automáticamente cuando agregaron una caja de televisión en uno de los cuartos de su casa donde se quedaban sus cuidadores. Pero nadie lo sabía.
“Nadie lo dijo y, de hecho, dejamos claro que era algo temporal porque mi suegra estaba en un hospicio”, explicó Manrique.
En respuesta, DirecTV dijo que la familia tuvo que pagar a pesar de la muerte de Albright puesto que el contrato estaba bajo el nombre de su hija Linda, quien aseguró que había pagado todos los recibos.
Ambos llamaron a la empresa en busca de pruebas sobre el contrato por dos años, peor no obtuvieron nada. Tras contactar a una estación de noticias, finalmente pudieron resolver el problema.
DirecTV acordó eliminar la tarifa de 160 dólares y disculparse con la familia. “Hemos resuelto esto”, señaló la matriz.