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No tiene que dejar de comer carne roja, asegura un estudio. Miles de doctores están en desacuerdo

“No es una luz verde para comer más”. Comer menos carne puede ser bueno, pero los beneficios son inciertos si usted come dentro de este rango que se considera seguro.

Si es un amante del tocino, las carnes frías y los fines de semana de parrilladas con hamburguesas y cortes de bife, un estudio trae excelentes noticias para usted, aunque la comunidad médica tiene opiniones divididas.

Después de años de advertencias sobre los posibles peligros de la carne roja y la carne procesada, como los vínculos con el cáncer y las enfermedades cardiacas, un panel de científicos de siete países ha revelado este lunes que la gente no necesita reducir su consumo de productos como el jamón, las salchichas, el tocino o la carne para bocadillos, reportó la cadena NBC.

Las recomendaciones, publicadas en la revista especializada Annals of Internal Medicine, fueron hechas por nutriRECS, un consorcio de expertos que describe su misión como la de producir pautas nutricionales confiables "basadas en los valores, actitudes y preferencias de los pacientes".

Los expertos han elaborado nuevas pautas tras revisar investigaciones previas sobre cómo la carne roja y la carne procesada puede aumentar el riesgo de una enfermedad. Investigadores canadienses, españoles y polacos dijeron que encontraron desde ninguna, hasta una asociación muy pequeña, entre el consumo de carne y el riesgo de enfermedad cardíaca, diabetes o cáncer.

Las personas en América del Norte y Europa Occidental comen en promedio de dos a cuatro porciones de carne roja y procesada por semana, según los autores. Ellos sugirieron que los adultos podrían comer carne en las mismas cantidades de ahora, a menos que se vieran obligados a hacer un cambio.

En respuesta, el Comité de Médicos para la Medicina Responsable presentó una petición ante la Comisión Federal de Comercio este lunes para "corregir declaraciones falsas" contenidas en el informe, calificándolas como "un grave perjuicio para la salud pública", reportó NBC.

Un titular que sugiera que las personas que comen cantidades abundantes de carne disfrutarán de buena salud y no necesitan cambiar sus hábitos es inexacto, dijo el grupo de 12.000 médicos.

Un resumen más preciso de la investigación sería: "Las reducciones modestas en la ingesta de carne producen beneficios inciertos", escribió el Dr. Neal Barnard, presidente del Comité de Médicos para la Medicina Responsable, en una carta al editor en jefe de la revista donde se publicó el estudio. La carta fue firmada por miembros de varias sociedades médicas respetadas, incluida la Escuela de Salud Pública de Harvard.

Mientras tanto, el Colegio Americano de Cardiología dijo que estaba "alarmado por las recomendaciones dietéticas imprudentes" establecidas por el estudio. Hay una fuerte evidencia de que reemplazar la grasa saturada, como la que se encuentra en la carne, con grasa no saturada se asoció con un menor riesgo de enfermedad cardíaca, dijo a NBC Alice Lichtenstein, una experta cardiovascular de la Universidad de Tufts que estaba haciendo comentarios en nombre de la Asociación Americana del Corazón.

En 2015, la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer, parte de la Organización Mundial de la Salud, clasificó la carne roja como "probablemente carcinogénica para los humanos" y la carne procesada como cancerígena.

Históricamente las directrices nutricionales no han tenido en cuenta las preferencias de las personas, pero las recomendaciones del nuevo estudio reconocen que a las personas les gusta la carne y son reacias a cambiar sus hábitos, dijo Bradley C. Johnston, uno de los coautores, cofundador de NutriRECS y profesor asociado de salud comunitaria y epidemiología en la Universidad Dalhousie en Halifax, Nueva Escocia.

“No diría que esta es una luz verde para comer más. Me preocupa que eso sea lo que la gente escuche”, dijo el Dr. Aaron E. Carroll, profesor de pediatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Indiana, a la cadena NBC.

Las personas deben ser conscientes de que reducir el consumo de carne puede disminuir sus riesgos a la salud, pero también podría afectar la calidad de vida.

“¿15 casos menos de cáncer por cada 1.000 seguidos a lo largo de una vida? ¿Es eso lo suficientemente importante como para que un individuo corte o reduzca su consumo? Les dejaríamos [decidir] eso a ellos”, dijo Johnston TODAY.

Para el informe del lunes, los investigadores realizaron cuatro revisiones de estudios anteriores:

Un metaanálisis de 105 estudios que concluyó que las dietas con menos carne roja y procesada pueden dar lugar a reducciones pequeñas o muy pequeñas en el riesgo de muerte prematura por enfermedad cardíaca, cáncer u otras causas.

Un metaanálisis de 118 estudios que también encontró que el posible impacto de la ingesta reducida de carne era muy pequeño.

Un metaanálisis de estudios que analizaron el consumo de carne y su relación con la mortalidad por todas las causas y los resultados cardio metabólicos encontró que cualquier vínculo era muy pequeño.

El informe también incluyó una revisión de estudios que encontraron que las personas estaban "apegadas a la carne" y no cambiaban sus hábitos, incluso cuando se les informó sobre los efectos potencialmente nocivos para la salud.

No se trata de una justificación para comer sin medida

Las conclusiones no son una invitación a comer todo el tocino que se desee, advirtió uno de los autores del estudio.

"Creo que se está diciendo que, si comes lo mismo que mucha gente, un par de porciones a la semana, hay poca evidencia de que más cambios tengan grandes efectos", agregó Carroll.