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"Son mexicanos, es su cultura. No supervisan a sus hijos como nosotros", dice maestra sobre desaparición de Dulce María

Familiares, vecinos y autoridades buscan desesperadamente a la niña hispana que fue raptada en Nueva Jersey. Mientras tanto, una maestra de una escuela a 13 millas del lugar ataca a la madre con comentarios discriminatorios

"Son mexicanos, es su cultura. No supervisan a sus hijos como lo hacemos nosotros”, este comentario que una maestra colgó en su cuenta de Facebook en aparente referencia a la desaparición de la niña hispana de 5 años Dulce María Alaves podría costarle su empleo en el distrito escolar de Vineland en Nueva Jersey.

Dos usuarios de esa red social enviaron la publicación de la educadora, identificada como Jennifer Hewitt Bishop, al director así como a la superintendente del distrito, informó Joseph Rossi, director ejeccutivo de personal de las escuelas públicas de Vineland.

 "Ella no está en el salón de clases", precisó Rossi sobre la autora del comentario, que calificó de "ofensivo" e "inaceptable".

No obstante, Rossi no aclaró si había sido suspendida o estaba de permiso. “Todo está siendo evaluado. Tendremos un resultado en breve”, señaló sobre la investigación que está en manos de la Administración Central del distrito.

La publicación discriminatoria se referiría al caso de Dulce María quien lleva desaparecida desde el pasado 16 de septiembre cuando jugaba en un parque público en Bridgenton, a tan solo 13 millas del distrito escolar donde trabaja la maestra.

La desaparición de la menor ha desatado una búsqueda intensa en la que además de las autoridades locales, participa también el FBI y la comunidad.

“En este punto de la investigación, seguimos considerando todas las posibilidades, seguimos con esperanzas de encontrar a Dulce viva”, explicó Jennifer Webb-McRae, fiscal del condado de Cumberland.

Hace ya 10 días que desapareció Dulce María Alavez, de 5 años, y la policía sigue sin una pista clara pese a que la recompensa aumentó 35.000 dólares.

Entre tanto, crece la preocupación en Bridgeton, el pueblito de Nueva Jersey en el que vivía la pequeña con su familia.

“No estoy seguro de haber visto nunca a tantos oficiales de policía en Bridgeton”, señaló el religioso Arnaldo Santos a la cadena NBC.

“Bridgeton no aparece nunca en los titulares; ahora, esto es todo lo que sabe la gente”, dijo por su parte una vecina, Wendy Alicea, a la web nj.com.

La mayoría de los vecinos son latinos y la fuerte presencia policial ha disparado el miedo al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés).

El novio de la madre de Dulce María, un mexicano de 27 años, fue detenido la semana pasada por ICE al margen de esta investigación.

El padre de la niña se encuentra supuestamente en México, aunque, según la policía, aún no ha sido localizado.

“Si saben algo, que nos ayuden para encontrar a mi nieta, no tengan miedo de la policía, por favor, reporten lo que saben”, pidió la abuela de la niña, Norma Pérez.

“Si usted es un inmigrante indocumentado, no se preocupe por su estatus migratorio, no nos importa, necesitamos traer a Dulce a casa”, ha recalcado la fiscal Webb-McRae.
Su madre, Noema Alavez Pérez, de 19 años, la llevó al Bridgeton City Park con su hermano, de 3 años, y otro niño de 8 años. La dejó marchar sola hacia un área de juegos, con un helado en la mano. Unos 10 minutos más tarde, según su relato, se encontró a su hijo llorando, con el helado en el suelo, y ni rastro de Dulce María.

“Pensé que nada más estaba jugando a las escondidas, que estaba jugando en el bosque”, explicó. Pero, al no hallarla, media hora después telefoneó a la policía.

Los investigadores han asegurado que sospechan que fue secuestrada por un hombre de constitución delgada, sin vello facial, de piel clara, probablemente hispano, con zapatillas anaranjadas, pantalones rojos y camisa negra.

La atrajo supuestamente a una camioneta roja con ventanas tintadas, en la que la introdujo por una puerta lateral corredera. La niña vestía una playera amarilla, pantalones a cuadros blancos y negros y sandalias blancas.

La policía ha obtenido la grabación de cámaras de seguridad de una gasolinera cercana, en la que se ve a la niña y sus hermanos dentro de la tienda unos 20 minutos antes de su desaparición.

“No tenemos a sospechosos claros”, ha explicado el mando policial Michael Gaimari, “tenemos grabaciones de vigilancia recogidas en toda el área”.