El director interino de la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), Matt Albence, informó hoy del arresto de cerca de 1.300 inmigrantes con antecedentes criminales esta semana en todo el país. Retomó, además, la campaña de ataques contra las llamadas ciudades santuario que, a su juicio, ponen en peligro la seguridad pública.
Las jurisdicciones santuario, que limitan severamente su cooperación con ICE, no sólo traicionan su compromiso con la seguridad pública, sino que obligan a la agencia a detener a inmigrantes en tribunales y otros sitios públicos, se quejó Albence, durante una rueda de prensa en la Casa Blanca.
“Este no es un asunto político, es un asunto de seguridad pública”, afirmó Albence, rodeado de un puñado de alguaciles afines a la Administración y que también condenaron las ciudades santuario.
En el caso de inmigrantes indocumentados con antecedentes criminales, sería más fácil entrar a las cárceles a arrestarlos y no tener que buscarlos “en las comunidades, en sus casas y sitios de empleo”, dijo el director interino de ICE.
Albence explicó que los agentes de ICE realizaron una operación a nivel nacional que logró el arresto esta semana de cerca de 1.300 extranjeros criminales, muchos de los cuales habían quedado en libertad “en jurisdicciones santuario que no cooperan” con la agencia.
Del total de arrestos, cerca de 200 hubiesen sido capturados en las cárceles si las autoridades hubiesen cumplido con las solicitudes de ICE -conocidas en inglés como detainers- de retenerlos mientras pasaban a su custodia, explicó.
Tres de los detenidos habían sido condenados por homicidio, un centenar tuvo condenas por ataques sexuales, y en los que cerca de la mitad de las víctimas eran niños. Otros 70 tenían condenas por delitos relacionados con drogas, y 328 tenían condenas por conducir bajo el efecto del alcohol o las drogas, dijo ICE.
Albence no dio detalles sobre cuándo comenzó la operación nacional y dónde se realizaron los 1.300 arrestos, ni cómo se compara esa cifra con otras operaciones nacionales. ICE no ha respondido a una solicitud para obtener esos datos.
ICE ha realizado hoy ruedas de prensa similares en ciudades santuario en todo el país para denunciar la “peligrosidad de estas leyes y políticas” y que, según Albence, algunas autoridades están “poniendo la política por encima de la seguridad pública”.
Albence atacó en particular a los estados de California y Nueva Jersey, a ciudades como Denver (Colorado), Chicago (Illinois), y Nueva York, los condados de Mecklenburg (Carolina del Norte) y el de King, en el estado de Washington.
Preguntado por Noticias Telemundo, sobre cuál es la novedad respecto a las ciudades santuario, Albence indicó que “no es un problema nuevo”, pero "no recibe suficiente atención".
Se calcula que hay más de 300 jurisdicciones santuario, entre estados, ciudades y condados, según un mapa interactivo del conservador Centro para Estudios de Inmigración (CIS), que aboga por restringir severamente la inmigración.
Para incrementar los arrestos y deportaciones de inmigrantes indocumentados, la agencia depende del "programa 287g", en el que la policía local o estatal asume tareas de inmigración, y de los formularios de detainers para que las cárceles no los pongan en libertad y los entreguen en vez a ICE.
“El 76% de los arrestos de ICE se realiza en cárceles locales y estatales en todo el país. Pero hacíamos más, sacábamos a más criminales de las calles antes de que las leyes y políticas de santuario nos lo impidieran”, se quejó Albence.
En lo que va del año fiscal 2019, que inició en octubre del año pasado, ICE ha emitido más de 160.000 órdenes de retención de criminales en las cárceles, precisó.
Según datos oficiales, el 90% de los inmigrantes arrestados por ICE en el interior del país en el año fiscal 2018 tenía condenas criminales o cargos pendientes, eran prófugos con órdenes de deportación finales o habían reingresado ilegalmente a EEUU tras ser deportados.
El año pasado, ICE realizó más de 105.000 arrestos de personas con antecedentes criminales y deportó a más de 145.000 extranjeros que habían cometido delitos, incluyendo 10.000 pandilleros, dijo Albence.