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No pudo entender la llamada de su marido pero sintió que algo “iba muy mal”. Corrió pero llegó tarde al tren

“Lo único que decía era ‘papá, mi papá", cuenta uno de los hombres que rescató a la niña en Nueva York. Una conversación indicó que algo "iba muy mal".

Niurka Caraballo recibió este lunes una llamada preocupante de su marido, Fernando Balbuena, nada más salir él de su apartamento en Nueva York junto a su hija Ferni, de cinco años. 

“No podía entender lo que le estaba diciendo”, ha explicado su amigo Luis Sánchez, padrino de uno de los hijos de la pareja, al diario New York Post.

Pero sintió que algo iba mal, así que corrió hacia [la estación del] tren”, añadió Sánchez.

Cuando llegó, era demasiado tarde: su marido, de 45 años, había caído a las vías con su niña en brazos.

“Cuando el tren se acercaba, dios mío, agarró a la niña y saltó”, explicó una testigo, Leidy Martínez, al diario The New York Times.

“Vi como el tren doblaba la esquina, y vi al hombre saltar, y vi el piecito colgando”, indicó otra testigo, Jennifer Hub, a la agencia de noticias The Associated Press.

“Había 20, 30 personas gritando” en el andén de la estación de Kingsbridge Road, añadió Hub. Cuando el tren se detuvo, varias personas saltaron a las vías y sacaron a la niña, que posteriormente fue llevada a un hospital con arañazos.

“Al principio estaba paralizado, como todo el mundo, pero luego simplemente salté, no lo hice para ser un héroe, fue inmediato”, explicó Jairo Torres, un trabajador de la construcción de 36 años, sobre el momento del rescate al diario Daily News.

“Cuando movió una mano dije, gracias a dios, está viva”, añadió Torres, “me dije, ¡la niña está viva, la niña esta viva! Fue lo primero que pensé, porque siempre hay espacio entre el tren y la vía, sabía en mi corazón que estaba viva”.

“Lo único que decía era ‘papá, mi papá”, aseguró Antonio Love, de 32 años, otra de las personas que rescató a la niña del andén.

“Se encuentra perfecta”, indicó la madre de la menor, “gracias a dios y a los ángeles que la protegen, todo está bien, excepto que ahora estoy sin mi marido”.