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El miedo a ICE complica la búsqueda de la niña Dulce María: el novio de la madre fue detenido y sube la recompensa

"El tiempo es nuestro peor enemigo", dice la policía en el quinto día de búsqueda. El FBI alerta de peligrosos rumores.

Dulce María Alavez sigue desaparecida, y el miedo al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) está complicando aún más su búsqueda pese a que la recompensa ha aumentado este viernes a 35.000 dólares.

El rastro de la niña, de 5 años, se perdió el lunes en un parque de Nueva Jersey.

Su madre, Noema Alavez Pérez, de 19 años, la llevó junto a otros niños al Bridgeton City Park, y la dejó marchar hacia un área de juegos, con un helado en la mano, mientras ella terminaba de sacar del auto al resto de menores.

Unos 10 minutos más tarde, según su relato, se encontró a su hijo de 3 años llorando, con el helado en el suelo, y ni rastro de Dulce María. “Pensé que nada más estaba jugando a las escondidas, que estaba jugando en el bosque”, explicó.

 Pero, al no hallarla, media hora después telefoneó a la policía.

Los investigadores sospechan que fue secuestrada por un individuo de constitución delgada, sin vello facial, de piel clara, probablemente hispano, que calzaba zapatillas anaranjadas y vestía pantalones rojos y camisa negra.

La atrajo supuestamente hasta una camioneta roja con ventanas tintadas, en la que la introdujo por una puerta lateral corredera. La niña vestía una playera amarilla, pantalones a cuadros blancos y negros, y sandalias blancas.

“Necesitamos la ayuda de todos”, ha indicado la asociación gremial PBA de la policía estatal. “El tiempo es nuestro enemigo”, ha afirmado por su parte los investigadores, tras cinco días de búsqueda infructuosa con agentes, helicópteros, perros entrenados y buzos.

“La niña puede haberse encontrado con alguien, un adulto, que se ganara su confianza”, ha dicho Robert Lowery, vicepresidente del Centro Nacional de Niños Desaparecidos o Explotados.

Primero se la buscó en el parque, por si se hubiera extraviado. Ahora se la busca en todo el estado, y pidiendo toda la ayuda ciudadana que sea posible.

“Si saben algo, que nos ayuden para encontrar a mi nieta, no tengan miedo de la policía, por favor, reporten lo que saben a la policía”, pidió su abuela, Norma Pérez.

Ese miedo a las autoridades migratorias es un posible obstáculo a la hora de reportar pistas (aunque el FBI las acepta de forma anónima). De hecho, el novio de la madre, Edgar Martínez, mexicano indocumentado de 27 años, ha sido interrogado y, aunque no se encuentra detenido por la policía, sí parece estar bajo custodia de ICE, según el diario New York Post.

El padre de la niña ha regresado a México, según este medio.