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Trump pone su firma encima de un barrote del muro y dice orgulloso: “¡No se puede saltar!”

Carreteras bloqueadas, hospitales desalojados, cientos de llamadas a la policía… el área revive la pesadilla de 2007
Donald Trump
El presidente Donald Trump firma un barrote de la valla fronteriza erigida en Otay Mesa, San Diego, California, el 18 de septiembre de 2019. Foto: Evan Vucci/AP.AP / AP

El presidente, Donald Trump, firmó uno de los barrotes de la valla fronteriza durante su visita este miércoles al sector del nuevo muro construido en Otay Mesa, en San Diego (California), frente a la ciudad mexicana de Tijuana

Lo hizo “por invitación” de los trabajadores de la construcción presentes, como reflejó el corresponsal de CBS News en la Casa Blanca, el periodista Mark Knoller.

Trump describió el muro como “un sistema de seguridad de clase mundial” que sería prácticamente impenetrable.El presidente ya visitó esta zona en marzo de 2018, en esa ocasión para examinar varios prototipos construidos para renoval la barrera, que en este sector tenía décadas de antigüedad y consistía en dos capas de metal y concreto.

“Era como una lámina de metal y la gente simplemente podía derribarla de manera rutinaria”, comentó

La nueva barrera está cubierta de pintura especial para que el sol la caliente aún más.

“Puedes freír un huevo en esa pared —dijo— Este muro no se puede saltar”.

El presidente también comentó que este tipo de valla penetra suficientemente en la tierra, como para impedir que se pueda escarbar desde el lado mexicano y crear un túnel.

“Este es el Rolls-Royce" de los muros fronterizos”, dijo, según un reporte de The Washington Post, en referencia a estos costosísimos autos de super-lujo.

Trump viajó a Otay Mesa para ver la construcción de una barrera de acero y concreto de 30 pies de altura (9 metros) que está reemplazando la valla fronteriza existente en un tramo de 24 millas (cerca de 39 km).

Ante un grupo de periodistas, el presidente aseguró que esperaba que cerca de 500 millas de esta nueva barrera serían completados para finales del próximo año.

“Una vez que se construya el muro, será prácticamente imposible ingresar ilegalmente —garantizó Trump— y entonces podremos tomar control de la frontera y colocar [a los inmigrantes] en los puertos de entrada”.

Elogios y amenaza a México

Trump también dijo orgulloso que su proyecto de muro ha sido estudiado por otros países, y elogió la actual política del gobierno mexicano al enviar miles de efectivos militares a sus fronteras norte y sur para intentar contener el flujo de migrantes que se dirigen a Estados Unidos.

“Todos estamos encantados —aseguró en referencia al presidente, Andrés Manuel López Obrador—. México nunca había hecho nada para impedir que la gente viniera en grandes cantidades a nuestro país, y ahora están haciendo justo lo opuesto. Realmente han sido increíbles”.

El mandatario advirtió a la vez que, si México diera por terminada su actual cooperación con Estados Unidos para detener el flujo de migrantes, entonces la Casa Blanca podría aplicar aranceles a las importaciones de ese país y que un arancel del 5% podría pagar fácilmente la construcción del muro fronterizo en apenas seis meses.

La visita de este miércoles a la frontera estuvo comprendida dentro del plan de promoción del publicitado muro en la frontera con vistas a su reelección en noviembre de 2020.

En febrero, Trump declaró una emergencia nacional para desviar fondos militares para la construcción del muro cuando el Congreso se negó a proporcionarle la cantidad que él había solicitado.

Antes, siendo todavía uno de los candidatos por el Partido Republicano para las elecciones de 2016, el empresario había prometido que México pagaría el muro.

Sin embargo, la administración Trump no ha construido apenas nuevos segmentos del muro desde que echó a andar en enero de 2017, aunque sí ha reemplazado aproximadamente 60 millas de las barreras ya construidas.

Antes de regresar a Washington DC., el presidente asistió a un almuerzo de recaudación de fondos. Allí saludó y conversó con seguidores suyos que pagaron entre 1000 y 100.000 dólares.

Según un reporte de Telemundo 20, tan solo en San Diego se habrían recaudado cerca de 4,000,000 de dólares para la reelección presidencial. El equipo de campaña aspiraba a recaudar unos 15,000,000 de dólares en las tres ciudades visitadas en California.

Se trata de la tercera visita del presidente a la zona desde que asumió el cargo en enero de 2017.