El presidente, Donald Trump, está en campaña y parece haber puesto sus ojos sobre una sección del electorado que no le ha sido favorable en el pasado: los hispanos.
Sus intentos por acercarse coinciden con el Mes de la Hispanidad, que se celebra del 15 de septiembre al 15 de octubre. Sin embargo, los comentarios con los que ha intentado ganarse a este sector del electorado han causado polémica por varias razones.
Días después de su primera gira por Nuevo México, un estado 50% hispano que los republicanos no han ganado desde la elección presidencial de George W. Bush, este miércoles Trump envió también por primera vez un mensaje en español en su cuenta de la red social Twitter.
El mensaje: una fotografía de su rostro con el muro en la frontera sur de fondo y las palabras en blanco “No Más” sobre un recuadro rojo. “No más falso asilo. No más ‘detener y soltar’. No más entrada ilegal en Estados Unidos”.
En el pasado, Trump ha arremetido contra los mexicanos, el grupo mayoritario entre los hispanos, diciendo que envían a "lo peor de lo peor", "violadores" y "criminales". Durante las elecciones intermedias de 2018 también acusó a la caravana de migrantes centroamericanos de albergar "criminales y terroristas".
Además, recientemente ha emitido reglas que prácticamente prohíben el asilo para los migrantes de países de mayoría hispana como Guatemala, Honduras, El Salvador, Panamá, entre otras nacionalidades que se presentan en la frontera de México.
Mientras tanto, este lunes en Nuevo México, el discurso del presidente pareció sugerir que los hispanos no eran parte del país, en particular, cuando Trump le preguntó al colaborador de la cadena CNN Steve Cortes, quien estaba en el público, a quién amaba más, a su país o a los hispanos, como si una cosa excluyera a la otra.
"Es hispano, pero nunca me percaté porque luce más WASP que yo", dijo Trump sobre Cortes, quien se encontraba dentro del público.
WASP son las siglas que se refieren a anglosajón protestante blanco, y en general, a los estadounidenses blancos.
Desde el escenario, Trump le preguntó a Cortes: "¿Qué te gusta más, el país o los hispanos?" Cortes pareció decir "país", a lo que Trump respondió: "No sé. Puede que yo me vaya por los hispanos, para ser honesto con usted. Tenemos muchos hispanos".
Más tarde, Trump dijo que los hispanos deberían apoyarlo a él y a sus esfuerzos para construir un muro fronterizo porque entienden las raíces del problema de las drogas mejor que los otros votantes.
"Y en el medio de la crisis con las drogas en Estados Unidos, y esto es algo que los hispanos saben mejor que nadie, la gente decía: 'Oh, a los hispanos no les gustará un muro'. Dije: 'Creo que les va a encantar'", afirmó Trump. "No les gustará la seguridad fronteriza". "Creo que les va a encantar". ¿Saben por qué? Porque lo entienden mejor que las otras personas, porque en el centro de esta crisis están las drogas que están entrando, y ellos lo entienden cuando otras personas no".
"Nadie ama más a los hispanos", dijo Trump a la multitud. "Amamos a nuestros hispanos, salgan y voten".
Los letreros rojos, blancos y verdes de "Latinos por Trump" cubrían la multitud, con una instrucción para enviar un mensaje de texto diciendo "VAMOS" al número de la campaña. La población de Nuevo México es casi un 50% hispana, según la Oficina del Censo.
A pesar de que Trump perdió Nuevo México por ocho puntos en 2016, y que los republicanos fueron derrotados en las dos elecciones recientes, el presidente dijo que no entendía cómo había podido perder.
“¿Cómo he perdido Nuevo México? Expliquen eso”, preguntó Trump a la multitud, mientras promocionaba el apoyo de los hispanos.
La calificación de desaprobación de Trump entre los hispanos fue de 79% en una encuesta del Centro de Investigación Pew del mes pasado.
Los estrategas republicanos de campaña reconocen que el presidente, ganador de un puñado de estados decisivos para llegar a la Casa Blanca, necesita trabajar en un plan de respaldo para 2020 ganándose a los votantes en los estados que perdió en 2016, lo que constituiría una póliza de seguro si los estados donde la votación suele ser reñida cambian a favor de su oponente demócrata.