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Farmacéutica acusada de fomentar crisis de los opioides se declara en bancarrota

La compañía llegó la semana pasada a un acuerdo preliminar con varios demandantes que podría suponer un pago por su parte de hasta 12 mil millones de dólares

Purdue Pharma, una compañía farmacéutica que ganó miles de millones vendiendo el producto analgésico OxyContin y está acusada en varias demandas de fomentar la crisis de los opioides con la venta agresiva de este medicamento y la negación de que fuera altamente adictivo, se declaró este domingo por la noche en bancarrota. 

La acción de la empresa llega días después de que esta alcanzara un principio de acuerdo con muchos de los gobiernos locales y estatales que la demandaron por los estragos que han causado los opioides.

La declaración de bancarrota, presentada en White Plains, Nueva York, es una acción que estaba prevista después de la estipulación de este acuerdo preliminar. El pacto supone que Purdue Pharma se disuelva y que la empresa y sus propietarios, la familia Sackler, contribuyan con una cantidad de dinero que podría alcanzar hasta los 12.000 millones de dólares, según explica The Washington Post. 

La bancarrota implica que probablemente Purdue será retirada del primer juicio federal de los opiáceos, cuyo comienzo está previsto para el 21 de octubre en Cleveland, Ohio. "Esta solución evita desperdiciar cientos de millones de dólares y años en litigios prolongados", dijo Steve Miller, presidente de la junta directiva de Purdue, en un comunicado. 

“En cambio, así se proporcionarán miles de millones de dólares y recursos críticos a las comunidades de todo el país que intentan hacer frente a la crisis de los opioides. Seguiremos trabajando con los fiscales generales estatales y otros representantes de los demandantes para finalizar e implementar este acuerdo lo más rápido posible ", agregó.

Sin embargo, aún quedan batallas judiciales para esta farmacéutica con sede en Stamford, Connecticut, que está gastando millones de dólares en costos legales mientras se defiende de las demandas de 2.600 entidades gubernamentales y de otra naturaleza.

25 estados y el Distrito de Columbia se oponen al acuerdo, en parte porque creen que no rendirá tanto como se esperaba, y también porque algunos consideran que la familia Sackler no está contribuyendo lo suficiente con su riqueza personal. 

La familia pactó pagar al menos 3 mil millones de dólares además de contribuir con la propia empresa. La compañía será reformada y sus ganancias futuras se destinarán a los acreedores y a pagar las cantidades previstas en el acuerdo, según estipula de momento este pacto. 

MÁRKETING “AGRESIVO”

Las demandas contra Purdue Pharma afirman que la compañía vendió agresivamente OxyContin como un medicamento con un bajo riesgo de adicción a pesar de saber que eso no era cierto.

Desde que se introdujo este opioide de liberación prolongada en 1996, la adicción y los casos de sobredosis han aumentado. Tanto en 2017 como en 2018, los opioides influyeron en más de 47,000 muertes, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU.

Los medicamentos de Purdue son solo una parte de los opioides recetados, pero los críticos atribuyen gran parte de la culpa a esta compañía porque desarrolló tanto el medicamento como una estrategia de marketing agresiva.

El presidente de Purdue, Miller, dijo que la compañía no admitió haber actuado mal y no tiene intención de hacerlo. "La alternativa es no resolver y reanudar el litigio", dijo en una conferencia telefónica con periodistas. 

Miller agregó que, en este caso, la compañía perdería mucho dinero en gastos legales y no podría contribuir en la resolución de la crisis con las cantidades previstas en el acuerdo preliminar. También afirmó que se trabaja para que más estados acepten finalmente el acuerdo preliminar. The Post cita una fuente conocedora del caso que dice que este año los gastos legales de Purdue fueron de 250 millones de dólares. 

En un comunicado, las familias de los fallecidos propietarios de la compañía, Mortimer y Raymond Sackler, aseguraron que tienen "una profunda compasión por las víctimas de la crisis de opioides" y creen que el marco del acuerdo  "es un paso histórico para proporcionar recursos críticos que aborden una situación trágica de salud pública". 

Las demandas contra la familia Sackler afirman que sus miembros obtuvieron más de 4.000 millones de dólares de beneficios de Purdue entre 2007 y 2018. El pasado viernes, la oficina del Fiscal General de NUeva York acusó a la familia propietaria de Purdue de ocultar 1.000 millones de dólares en bancos suizos. 

El descubrimiento de estas transferencias refuerza las afirmaciones de varios estados de que los miembros de la familia trabajaron para proteger su riqueza debido a las crecientes amenazas legales contra ellos y hacia la compañía.

DONACIONES

Junto con otras compañías de la industria farmacéutica, Purdue pagó a los médicos que garantizaban la seguridad del medicamento y se convirtió en un importante financiador de grupos de apoyo a los pacientes con fuerte dolor e hicieron campaña para que se les receten opioides.

The Associated Press y el Centro para la Integridad Pública descubrieron que la industria y los grupos que financiaba también eran políticamente activos. Llegaron a gastarse más de 880 millones de dólares a nivel nacional en cabildeo y campañas desde 2006 hasta 2015. Esta financiación ayudó a la industria a luchar contra las restricciones para prescribir analgésicos poderosos.

Vincent Buccola, abogado y profesor de ética empresarial, dijo que Purdue podría estar tratando de evitar ir a los tribunales en estados que han sido profundamente perjudicados por la epidemia de opioides.

"Ese no es el tipo de jurado al que te gustaría enfrentarte", dijo Buccola, docente en la Universidad de Pensilvania. "Por lo tanto, puedes tratar de evitar que ocurra ese litigio y encontrar una solución ante el juez de bancarrota, que podría ser más clemente".

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