IE 11 is not supported. For an optimal experience visit our site on another browser.

ICE acusa a activistas y otros de falsedades que generan violencia: “Queremos que los ciudadanos sepan la verdad”

“Queremos que los ciudadanos sepan la verdad”, dice ICE. Pero su comunicado, muy crítico con activistas y ciudadanos, incluye graves mentiras y medias verdades.

El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés) ha publicado este jueves un comunicado dirigido “al público estadounidense” en el que, entre otras afirmaciones, acusa a “ciudadanos, políticos y grupos de activistas” de “difundir y respaldar información falsa” sobre sus actividades, lo que, en su opinión, “puede llevar a actos violentos, poniendo en peligro a ciudadanos inocentes, extranjeros y oficiales”.

Menciona así dos incidentes este verano, en el que instalaciones de ICE en Tacoma (Washington) y San Antonio (Texas) fueron atacadas con “disparos ilegales”. Nadie resultó herido.

ICE defiende que sus agentes no ignoran el “impacto emocional y real”, “extremo e inmediato”, que sus acciones tienen. Ellos, asegura el comunicado, viven y compran, van a la escuela y a la iglesia, en esas mismas comunidades.

Pero intentan hacer su trabajo, “indispensable para la seguridad nacional”, de forma “profesional y humana”, tratando a los migrantes con “dignidad y respeto”. Quienes intentan difundir lo contrario, añade ICE, sólo instiga el miedo.

¿ICE nos protege de atentados como el 9/11?

El miércoles ya había alimentado la polémica sobre sus actividades (muy criticadas por sectores del Partido Demócrata que piden su eliminación) al difundir un mensaje en la red social Twitter afirmando que la razón por la que muchos de sus empleados van a trabajar cada día es evitar otro 9/11.

Lo afirmó precisamente el 11 de septiembre, el día en el que se conmemoraban los atentados terroristas de 2001 en Nueva York y Washington.

ICE fue creada en marzo de 2003, a partir de la ley de seguridad nacional que siguió a aquellos ataques.

Sin embargo, los 19 terroristas implicados habían entrado legalmente en el país, con visados de turistas (excepto uno, que obtuvo su permiso legal como estudiante).

Eran, en su mayoría, originarios de Arabia Saudí. Los ataques provocaron así un incremento de incidentes de odio contra musulmanes (la religión que falsamente decían honrar los terroristas).

Más de 15 años después, el presidente, Donald Trump, aprobó, tras su llegada a la Casa Blanca, un veto que impedía viajar a Estados Unidos a ciudadanos de determinados país musulmanes, pero entre ellos no estaba Arabia Saudí, aliado tradicional de Washington en el Medio Oriente.

¿Los inmigrantes son terroristas o criminales?

En su comunicado difundido ayer, ICE dediende su labor “haciendo cumplir las leyes migratorias creadas por el Congreso para mantener este país seguro”.

Eso pudiera hacer pensar que los migrantes son terroristas o criminales. De hecho, Trump ha sugerido en varias ocasiones lo uno y lo otro, pero ambas afirmaciones son falsas.

El Gobierno ha indicado que cada día intentan penetrar ilegalmente por la frontera 10 terroristas o sospechosos de terrorismo. En realidad, la mayoría de personas sospechosas interceptadas (unas 2.500 al año) intentaban entrar al país en avión; por la frontera mexicana, en el curso de seis meses, fueron interceptados 41 sospechosos, y de ellos 35 tenían nacionalidad estadounidense.

En cuanto a inmigrantes criminales, la mayoría de los extranjeros acusados de crímenes por el Gobierno lo son por haber entrado ilegalmente al país.  Y, en cualquier caso, en Estados Unidos hay 44 millones de inmigrantes, y tan solo 60.000 encarcelados, según  los datos del Departamento de Justicia, por lo que los criminales supondrían un 0,13% del total.

En total hay 2,2 millones de personas encarceladas en Estados Unidos; los inmigrantes supondrían  el 2,8%, pese a que, proporcionalmente respecto al total de la población, suman el 14% de ciudadanos.

ICE no hace redadas, según ICE

“ICE no lleva a cabo redadas y no opera controles de carretera”, afirma el comunicado, añadiendo que eso “evoca imágenes de acciones indiscriminadas sin causa probable”. Asegura por el contrario concentrar sus recursos en aquellas personas que conllevan un mayor riesgo para la seguridad pública.

Respecto a los controles de carretera, los lleva a cabo la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés), perteneciente también al Departamento de Seguridad Nacional, y son, como dice ICE, indiscriminados y sin causa probable.

Respecto a las redadas, ICE sí lleva a cabo redadas: como muestra, la que el 7 de agosto llevó a la detención de 680 personas en siete plantas de procesamiento de carne en Mississippi. Las propias compañías han denunciado ante la justicia que fueron indiscriminadas y sin causa probable.

ICE no necesita una orden judicial para hacer arrestos

La agencia migratoria defiende en su comunicado que no necesita orden judicial para hacer arrestos, lo cual es cierto (pero ojo, si la necesita para entrar en una vivienda particular).

Y añade un detalle clave: “De hecho, ningún juez en este país tiene autoridad para emitir una orden por una violación migratoria civil”. Es decir, ICE admite, por fin, que los migrantes indocumentados no son criminales violando la ley, sino personas que han cometido una falta civil (no criminal) al entrar en el país.

Obstruir esos arrestos, añade ICE, es un crimen, y “animal a otros a interferir u obstruir un arresto es extremadamente inconsciente y pone a todos el peligro”.

El respeto y dignidad que promete ICE

La agencia dice proveer condiciones “humanas, seguras y apropiadas” para el encierro de las personas bajo su custodia.

Las imágenes de personas (niños incluidos) enjaulados en la frontera se han captado en instalaciones de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza. 

En centros de detención de ICE han muerto ya ocho personas desde octubre. En los dos años pasados fallecieron 22 migrantes. En total, ICE tiene detenidos a cerca de 55.000 personas.

La Unión Americana de Libertades Civiles y otras organizaciones humanitarias han denunciado abusos graves en estos centros de detención, en parte fruto de las políticas de Trump (que han endurecido, por ejemplo, el trato a mujeres embarazadas).