El presidente, Donald Trump, aseguró este miércoles que EEUU aplazará la imposición de parte de los aranceles adicionales previstos para los productos procedentes de China, un país con el que EEUU mantiene actualmente una guerra comercial.
La decisión afectará a bienes por un valor de 250 mil millones de dólares, y prevé que los nuevos impuestos empiecen a tener efecto a partir del 15 de octubre y no del 1 de octubre, como estaba anteriormente previsto. Los aranceles sobre estos productos subirán de un 25% a un 30%.
Trump definió en Twitter la medida como un “gesto de buena voluntad” que él y su administración quisieron mostrar después de que se lo pidiera el vice primer ministro de China, Liu He, y también de cara a que el país asiático “celebrará su 70 aniversario”.
Anteriormente, el Gobierno chino anunció que renunciaría a imponer nuevos aranceles sobre algunos bienes que importa de EEUU, entre ellos productos médicos contra el cáncer. Trump definió esta decisión en declaraciones a periodistas en la Casa Blanca como “un gran movimiento”.
Ambos anuncios pronunciados este miércoles llegan algunos días antes de una reunión prevista entre negociadores comerciales de los dos países.
Estos gestos podrían aliviar la tensión comercial que actualmente existe EEUU y China, pero hay analistas que no ven tan seguro que llegarán a un acuerdo. La economista de ING en la Gran China, Iris Pang, recordó que China ha mantenido fuertes aranceles sobre los principales productos de importación estadounidense, como la soja o el cerdo.
"Todavía hay muchas incertidumbres con respecto a las próximas conversaciones comerciales. Una lista de exención de solo 16 artículos no cambiará la postura de China", aseguró en relación a la nueva medida aplicada por el país asiático.
En total, tanto Estados Unidos y China han aplicado aranceles a cientos de miles de millones de dólares en bienes intercambiados entre los dos países. De esta forma, han alimentado la escalada de una guerra comercial que ha suscitado el espectro de una recesión global. Y hay más impuestos programados para ser aplicados en los próximos meses.
Se prevé que a principios de octubre habrá una reunión en Washington entre Liu He y el secretario del Tesoro de EEUU, Steven Mnuchin. Pero ahora mismo sería difícil asegurar con seguridad que este encuentro permitirá una mejora de la situación comercial entre los dos países.
Según explica The Wall Street Journal, la comunidad empresarial de EEUU empezó a pedir con particular fuerza a Trump que redujera la tensión con China después de que el presidente dijera el mes pasado que había ordenado a las empresas que buscasen “alternativas” a los negocios con el país asiático.
Una fuente familiarizada con la política económica del mandatario asegura que este ha tratado de limitar el enfrentamiento comercial tras la reacción de las empresas a esas declaraciones suyas y notar que les había perjudicado en sus negocios.
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