Un Gran Jurado del condado de El Paso, Texas, acusó formalmente a Patrick Crusius de asesinato capital en relación con la masacre en un Walmart que dejó 22 muertos. El fiscal del distrito, Jaime Esparza, pedirá la pena de muerte para Crusius, informó su oficina.
El asesinato capital es el cargo más alto estipulado en el estado de Texas y se castiga con la muerte
o cadena perpetua sin libertad condicional en caso de ser hallado culpable.
En documentos judiciales, las autoridades dijeron que Crusius confesó ser quien disparó y que su objetivo eran mexicanos. Las autoridades también lo acusan de publicar una diatriba racista y antiinmigrante en internet “en respuesta a la invasión hispana en Texas” poco antes de abrir fuego.
La mayoría de los fallecidos tenían apellidos hispanos, y ocho de ellos eran ciudadanos mexicanos.
Las autoridades federales planean presentar cargos por separado de asesinato, penado con la pena capital. El Departamento de Justicia investiga el caso como un acto de terrorismo nacional y delito de odio.
Los sobrevivientes han realizado vigilias por todo El Paso, incluso afuera de la prisión donde se encuentra Crusius aislado de otros reos y bajo vigilancia de suicidio.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, ha prometido invertir en un grupo de respuesta al terrorismo doméstico y ha sugerido ampliar y apoyar la revisión en la tenencia de armas.
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