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Éstas son las 8 ciudades de las que huyen los estadounidenses... y a las que llegan más inmigrantes

Los locales huyen de las mismas ciudades que atraen a los inmigrantes, aunque hay casos muy excepcionales. Estos son los motivos.

Las ciudades son seres vivos, que nacen (la primera fundada por europeos en Estados Unidos fue St. Augustine, en 1565 en la península de Florida y con acento español); sufren (Detroit ha perdido dos tercios de su población desde 1950, y fue a la bancarrota hace cinco años), e incluso mueren (hay decenas de pueblos fantasma en todo el país).

Algunas crecen, algunas menguan. De algunas huyen sus habitantes. A otras, acuden esperanzados a iniciar una nueva vida. Y los inmigrantes juegan a menudo un papel fundamental.

Nueva York, por ejemplo, perdió 100.000 habitantes entre julio de 2017 y julio de 2018, según datos del Censo analizados por el servicio de noticias Bloomberg.

Lideró así la lista de ciudades menguantes en números absolutos, aunque hay que tener en cuenta que también es la más poblada del país (8,3 millones de habitantes), por lo que, proporcionalmente, pudo no ser la mayor caída.

En cualquier caso, la tendencia sí es muy relevante: perdió 277 habitantes al día durante ese periodo, más del doble que un año antes (fueron 132).

La siguieron Los Ángeles y Chicago (Illinois). La ciudad californiana perdió 210 habitantes al día (es la segunda más poblada del país, con casi cuatro millones). Chicago perdió 161 al día (es la tercera más poblada, con 2,7 millones).

Las que más crecieron, por contra, fueron Dallas (Texas), que ganó 78.000 habitantes (tiene 1,3 millones, es la novena más poblada); Phoenix (Arizona), con 73.000 (tiene 1,7 millones, es la quinta más poblada); y, en Florida, Tampa y Orlando, con 50.000

Estos dos casos son excepcionales: Orlando tiene menos de 300.000 habitantes, y Tampa apenas alcanza los 400.000, por lo que, porcentualmente, su crecimiento es muy significativo.

De las 10 ciudades que más crecieron, la mayoría son sureñas: Atlanta fue la quinta, seguida de Las Vegas, Austin, Houston, Miami y Seattle.

Lo que sucedió en Nueva York, en cualquier caso, más que una caída, fue un trasvase. Perdió 199.000 residentes estadounidenses, pero ganó 98.000 migrantes.

Los residentes estadounidenses huyeron también de Los Ángeles (se fueron 119.000), Chicago (84.000), Miami (58.000), Washington DC (31.000), San Francisco (25.000), San José (24.000), y Boston (22.000).

Y se fueron a Phoenix (62.000), Dallas (46.000), Las Vegas (35.000), Tampa (35.000), Austin (29.000), Charlotte (26.000), y Atlanta (26.000).

Por contra, los migrantes eligieron Miami (93.000), Los Ángeles (45.000), Houston (45.000), Boston (40.000), Washington DC (40.000), Orlando (33.000), Dallas (31.000), San Francisco (26.000) y Seattle (26.000).

Los motivos aportados por Bloomberg son el precio de la vivienda y los impuestos estatales. Eso, por ejemplo, podría explicar la huida de Nueva York y el atractivo de Florida (sin tasas estatales).

Las leyes migratorias también influyen: Nueva York o Los Ángeles son ciudades santuario, mientras al contrario que Florida.

Pero la tendencia es anterior a la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca: Nueva York, por ejemplo, ha pasado de tener un 18% de población inmigrante en los años 70 a un 40% en la actualidad, más o menos las mismas cifras que Los Ángeles desde los años 60.

Nótese, por último, que la palabra inmigrante incluye a personas con estatus migratorio legal y a indocumentados (el Censo no distingue); y se refiere en todo caso a personas nacidas en el extranjero (aunque, en el fondo, cambiar de ciudad por motivos económicos también sea, en muchos casos, emigrar).